La filosofía budista, pt. 4/6

Pasamos a la tercera noble verdad y una descripción de nirvana y consideramos la cuestión del renacimiento en el budismo.

Guión

 Ya vamos avanzando con la enseñanza del Buda sobre las cuatro nobles verdades. Para resumir, la primera es la verdad de dukkha, del sufrimiento. La segunda es la verdad de la causa del sufrimiento, el apego o aferramiento. La tercera es la verdad de la cesación del sufrimiento. ¿Qué sucede cuando dejamos de sufrir tal como se describe en la primera noble verdad? Imagínate que fueras con un médico y que te dijera: “Tengo una mala noticia. Eres obeso”. Bueno, no te sorprende eso, ya lo sabes. Y luego te dice que la causa es que comes demasiado grasa o que tienes un desequilibrio hormonal o algo así. Afortunadamente, el doctor te puede ayudar, pero antes de decir qué es lo que hay que hacer para resolver tu problema, te muestra una foto de cómo sería no ser obeso. Pues esto es lo que el Buda hace en la tercera noble verdad. Uno podría pensar que una vida sin sufrimiento sería una vida de intenso y constante placer sensorial, pero no es así. Más bien es un estado psicológico de paz y tranquilidad, lo que el Buda llama “nirvana”.
Muchos han descrito la motivación humana en términos del deseo y el miedo, la zanahoria y el palo. Para el Buda, la zanahoria es el apego, ese intenso anhelo de poseer algo, y el palo es la aversión, el rechazo de lo que no nos gusta. Ya hemos visto cómo esta dinámica produce el sufrimiento. El nirvana, entonces, sería un estado psicológico en el que no estamos impulsado ni por ese intenso deseo ni por el miedo o aversión. Sería como bajarse de la rueda del hámster en el que siempre estamos huyendo de algo o aferrándonos a algo, una dinámica que, como esta rueda, no te lleva a ninguna parte. O mejor que la rueda del hámster sería la Rueda de la Fortuna en la imaginación medieval. Como puedes ver aquí, la Fortuna, una diosa romana, da vueltas a la rueda de la vida. Si estás hasta arriba, eres afortunado. Pero nunca dura mucho tiempo. Con una vuelta de la rueda te encuentras de repente hasta abajo y eres desafortunado. Lo que las filosofías helenísticas aconsejaban era ponerse en medio de la rueda, en el eje, de modo que ya no estás afectado por las vueltas que da. Psicológicamente, esto significa que uno está centrado o, como dijimos, ya no está impulsado ni por el apego o la aversión. El estado de nirvana es uno donde la realidad no se percibe en términos dualistas como un sujeto que anhela un objeto. La fricción producida por la constante interacción de estos dos es lo que enciende el fuego que es el sufrimiento. Recuerda que nirvana significa literalmente “extinguir”. El extinguir ese fuego no significa extinguir tus sentidos y tu relación con el mundo de modo que te conviertes en una especie de zombie espiritual. Significa simplemente que te despiertas. ¿Preferirías comer un plato de lasaña en un sueño o en la vida real? Por supuesto que en la vida real, no sólo porque te nutre de verdad, sino porque el sabor es distinto, lo disfrutas más. El apego es como alguien que come su comida vorazmente sin realmente disfrutarlo.
Ahora, quiero volver a eso de la rueda de la fortuna. Como había comentado en uno de mis vídeos sobre el hinduismo, eso se parece mucho a la noción de samsara que es la ronda o ciclo de nacimiento, vida, muerte y renacimiento. Si te acuerdas, tus intenciones y acciones tienen efectos concretos no sólo en esta vida sino en vidas por venir. Esto es “karma”. Si actúas mal, tienes mala karma y sus efectos continúan ejerciéndose durante múltiples vidas hasta que con la meditación logras identificarte con el Brahman y alcanzas moksha o liberación. De esta manera sales de la ronda de Samsara, de los repetidos nacimientos. En su discurso sobre las cuatro nobles verdades el Buda dice: “Es este apego lo que conduce a repetidos renacimientos en Samsara y que hace que uno se aferre a toda forma de vida”. De hecho, al describir su estado meditativo en el que alcanzó su iluminación debajo de la higuera, el Buda dice que vio los innumerables vidas anteriores que habían conducido a su propia vida como Sidarta, pero que al darse cuenta de la naturaleza del mundo, la impermanencia y las cuatro nobles verdades, toda esa cadena de efectos kármicos terminaba con él en ese momento de su iluminación.
La pregunta que tengo es ¿si para ser budista o al menos para seguir sus consejos uno tiene que creer en el renacimiento? Yo creo que no. Para explicar por qué, deberíamos primero distinguir entre renacimiento y reencarnación. La reencarnación es la idea de que, al morir, la consciencia o espíritu de uno con todo y su identidad y personalidad se encarna en un nuevo cuerpo. El Buda no enseña eso, por la sencilla razón de que todo lo que dice sobre la impermanencia y la originación dependiente lo contradice. No podría por un lado hablar de anatman, el no-yo, y por el otro decir que el uno y el mismo yo pasa de vida en vida. En vez de esto, el Buda habla del renacimiento. Lo que pasa de vida en vida no es una personalidad concreta sino sus tendencias kármicas. ¿Qué significa eso? Pues, que mi forma de ser, mi forma de responder a la vida y actuar en ella se debe a la forma de ser o el karma de una persona ya muerta. Sus tendencias kármicas me pasaron a mi cuando nací, quizá parecida a la manera en que un padre trasmite su forma de ser, es decir, sus valores y disposiciones, a su hijo. El problema es que vemos cómo este último puede hacerse, pero ¿cuál es el mecanismo de transmisión de karma de una vida a una posterior? Para que yo herede las piernas largas de mi padre o los ojos de mi madre, tiene que haber un medio de transmisión: los genes. Para la transmisión de disposiciones kármicas, pues la verdad no sé cual sería. Si esas tendencias se plasmaran en un medio cultural como libros o prácticas institucionales que luego influyeran en generaciones posteriores, lo podría aceptar, tendría sentido. Pero tal como se plantea en las sutras del budismo, no.
A muchos budistas esto pueda parecer herético. Si el Buda lo dice hay que aceptarlo. Pues no. El mismo Buda dice a los que le siguen que no acepten nada de lo que dice por fe o por reverencia a su persona, sino que lo pongan a prueba en su propia experiencia, de la misma manera que pondrían a prueba un mineral para ver si es oro o no. La esencia de lo que dice el Buda en las cuatro nobles verdades puede ponerse a prueba de forma muy satisfactoria, incluso lo que dice sobre el karma y el Samsara si los entendemos en términos de la dinámica de esta vida. Pero no veo cómo poner a prueba la doctrina del renacimiento.
Una de las más célebres parábolas del Buda se llama “La flecha envenenada”. Habla de un hombre que fue herido por una flecha envenenada. Cuando llegó el doctor para extraer la flecha dijo el hombre: “Antes de sacarla quiero saber primero quien la disparó, su edad, de qué clan proviene, quiénes son sus padres, de qué tipo de madera está hecho el arco”, etc. etc. etc. Todo eso puede averiguarse pero mientras tanto seguramente morirá. Lo importante es sacar la flecha para salvarse la vida, no investigar de dónde provino la flecha.
Volviendo a la cuestión del renacimiento, lo importante para el Buda es eliminar el sufrimiento. Para hacerlo, hay que eliminar su causa: el apego. Sea este apego el resultado de la carga kármica de infinita cantidad de vidas anteriores es una especulación metafísica que es irrelevante para curar la herida que uno tiene delante.
En el último vídeo dije que uno de los autores que más me ha ayudado a entender el budismo y otras filosofías de oriente es Alan Watts. Otro que recomendaría mucho es Stephen Batchelor, un inglés que fue un monje en la tradición del budismo tibetano que estudió con el Dalai Lama. Pondré ligas a los libros de Batchelor y Watts en la descripción aquí abajo. Batchelor en especial me ayudó a entender esta cuestión del renacimiento. Dice que la combinación karma/renacimiento funciona socialmente de la misma manera que Dios o la voluntad de Dios funciona en las sociedades teístas de occidente. Da el ejemplo de una pareja cristiana en una cultura premoderna que tienen un hijo con un trastorno psicológico muy severo. Los padres no entienden qué está pasando, a qué se debe esto, entonces dicen que ha de ser la voluntad de Dios. Una pareja budista en las mismas circunstancias diría, no sé qué está pasando, esto es muy extraño, ha de ser por el karma del niño de vidas anteriores. Lo que las dos posturas ofrecen es un consuelo a los padres porque al menos dan una explicación. Sin embargo, como dice Batchelor, el Buda no quiso enseñar un sistema de consolación, sino que abriéramos nuestros corazones y mentes al mundo tal como es y que encontráramos una forma de responder de forma auténtica a ello sin aferrarnos a alguna visión o fe que nos vuelva insensible al impacto del sufrimiento del mundo. Sacar la voluntad de Dios o el karma de vidas anteriores para explicar algún sufrimiento puede consolarnos, puede disminuir nuestro sufrimiento, pero de la misma forma que una botella de whisky te hace olvidar tus penas. No las elimina, sino sólo las cubre.
Entonces ¿por qué el Buda habla de vidas anteriores y renacimiento? Pareciera que hay dos posibles respuestas. O bien tiene razón en lo que dice, o está equivocado. Pero hay otra posibilidad. El Buda se encontró en una cultura dónde esta idea de karma y renacimiento estaba bastante arraigada. Quizá por razones didácticas incorporó esta idea en su pensamiento para facilitar su asimilación por una cultura hindú, de la misma forma que la iglesia católica incorporó aspectos de la mitología de México y otros países para que los “paganos” asimilaran una nueva fe.
Sea como sea, el renacimiento es una doctrina en la que muchos budistas creen con implicaciones hasta perturbadoras. Hace varios años asistí a una plática de una monja budista que estaba hablando precisamente del karma y el renacimiento y la pregunté si el sufrimiento de la gente en Auschwitz o el sufrimiento de un niño abusado sexualmente se debe al karma que heredó de vidas previas, y dijo que sí porque eso es lo que el Buda enseña. Pues me levanté y me fui. El budismo siempre me ha parecido una alternativa refrescante y sensata a los dogmatismos de las religiones monoteístas de occidente. Pero cualquier sistema de pensamiento, incluso el budismo, que llega a conclusiones éticas bárbaras como la que acabo de mencionar, se ha vuelto dogmático e incluso peligroso. El Buda no fue un Dios que hay que reverenciar con fe ciega, sino que fue un ser humano, un hombre que tuvo unas muy buenas ideas que han tenido un impacto muy benéfico en el mundo. Si nos aferramos a sus ideas de forma fundamentalista sin experimentar con ellas en nuestra propia vida, estamos perpetuando la misma condición que pretenden aliviar.
El hombre siempre ha tenido miedo a su propia muerte. Para aliviar ese miedo ha inventado dioses, cielos y ciclos de vida y renacimiento como consuelo. Ante semejantes especulaciones metafísicas estoy de acuerdo con Batchelor cuando dice: “Una postura agnóstica hacia la muerte parece más compatible con una actitud espiritual auténtica. En muchos casos nos encontramos atraídos a doctrinas como la del renacimiento no por una preocupación existencial genuina, sino más bien por una necesidad de consolación. Como religión popular, el Budismo, tanto como cualquier otra tradición, ha proporcionado semejante consolación. Sin embargo, si asumimos una postura agnóstica, nos encontraremos enfrentando la muerte como un momento de nuestro encuentro existencial con la vida. La confrontación espiritual fundamental de la vida humana involucra la realización de que hemos sido arrojados a este mundo, sin elección alguna por nuestra parte, sólo para esperar ser expulsado de él en la muerte. La pura sensación de perplejidad ante esta situación es crucial para una consciencia espiritual. Optar por una explicación consoladora sobre lo que nos trajo aquí o lo que nos espera después de la muerte limita severamente ese excepcional sentido de misterio con lo que la religión se ocupa esencialmente. De esta manera, ocultamos con conceptos humanos consoladores aquello que más profundamente nos aterra y nos fascina”.
En resumidas palabras, enfrentar la muerte y la impermanencia que implica auténticamente y sin tapujos es lo que nos permite vivir la vida de forma real y profunda. La voluntad de Dios o el renacimiento son como una pastilla que nos vuelve insensible a precisamente esa experiencia tan importante.
Bueno, creo que he dicho más que suficiente sobre esta cuestión del renacimiento. Con este examen de la tercera noble verdad podemos pasar en el próximo vídeo a la cuarta verdad, la cura para el sufrimiento, que consiste en el Noble Camino Óctuple.

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48 Comments

  1. Luis Eduardo · 24/04/2016 Responder

    Excelente Darin!!! Estos aportes son muy didactivos y te los agradezco de corazón.
    GRACIAS!!!

  2. Paulo Gualotuña · 24/04/2016 Responder

    Darin estuvo a tres dedos de ponerce el vídeo muy polémico. Vino a mi mente el “estado islamico” que está en guerra de la fuente de la rueda de zamzara, los creadores del deseo y el control…

    • Darin · 25/04/2016 Responder

      Sí, pero me contuve, trato de no ponerme polémico sino sólo explicar lo que dice un autor, aunque a veces hace falta una interpretación crítica.

      • Oscar · 13/04/2020 Responder

        Llegué aquí a través de Youtube.
        Me fascina tu canal y este proyecto. He aprendido mucho con tus videos.

        ¡Gracias! por tomarte el tiempo y el esfuerzo de realizarlos.

  3. Isaac · 24/04/2016 Responder

    Hola, Darin, gracias por tu trabajo, están muy buenos estos videos sobre el budismo, le doy like.

    Recuerdo que mencionaste que uno de los objetivos del budismo era apagar el fuego, el sufrimiento o ansiedades, esto lo relacione hace poco cuando vi en la serie de netflix “Marco Polo” en la precuela “cien ojos” donde un monje escribe símbolo chino del fuego pero lo escribe al revés significando paciencia y control sobre la ira.

    Esperamos tu siguiente video, gracias.

  4. Ruling · 24/04/2016 Responder

    Saludos, Darin. Me pareció excelente tu pregunta y postura ante la monja. Su respuesta fue lógica, una vez asumidos los supuestos del karma y la reencarnación. Sin embargo, ambos supuestos son inverificables (y no falseables), aparte de que nos conducen a una conclusión moral “bárbara”, como bien señalaste. Una mejor respuesta de la monja hubiera sido que el mal de Auschwitz y el niño abusado fue producto del karma (agresividad y deseo) de los perpetradores de aquel mal, no del karma de las víctimas. Yo también comparto la interpretación de la reencarnación de las ´tendencias kármicas´, no de un ´yo´que transmigra de cuerpo en cuerpo.

  5. Paco Izquierdo · 25/04/2016 Responder

    Hola Darin.
    Video peculiar este tercero de la serie sobre el budismo. Creo que ha sido necesario que tarde o temprano derivaras hacia temas de filosofia de la religión y así cuando has tocado el tema de Auschwitz o el abuso de menores, casi te has visto atrapado por lo que verdaderamente es el gran misterio al que se enfrenta la Humanidad desde siempre y que ha dado origen, en mi humilde opinión, a todas las religiones. La presencia del mal. Más que las razones para el teismo, ateismo o agnosticismo ( este último creo que es la posición personal más evasiva de este problema) que presentan un mundo organizado desde cierta perspectiva y coherencia interna lógica que se va rehaciendo en base a sus propias premisas entendidas estas como juegos del razonamiento al estilo del presentado por Wittgenstein, su vigencia y permanencia en el tiempo no es otra que la esperanza del hombre de encontrar en algún momento una explicación para el mal, tanto en su forma de culpa como de desgracia. El budismo y el cristanianismo estarían en lo mismo, como cualquier otra religión. Más complicado lo tiene el ateo y el agnóstico carga su pensamiento en la duda sobre el origen y relega en alguna medida el autentico misterio de la existencia, como te digo es la presencia del mal.
    En fin, hoy más que hablar de filosofía me ha dado por hacer un poco de ella.
    Gracias por tus videos Darin, das que pensar y eso es mucho para el mundo en que vivimos.
    Un abrazo desde España.
    Paco.

    • Darin · 25/04/2016 Responder

      Hola Paco, muchas gracias por tu interesante comentario. Trato de ser objetivo y no tomar partido en lo que expongo pero a veces hay que ser crítico. Creo que es posible ver el budismo no como religión sino como una filosofía de vida que rechaza los consuelos metafísicos. Un fuerte abrazo desde México!

    • Tessa · 10/05/2016 Responder

      Hola Paco!
      El origen tiene que ver con el miedo. El miedo tiene relación con la supervivencia. La supervivencia con el conocimiento intelectual de la muerte. La angustia con este conocimiento frente al cual carecemos de instrumentos para evitarlo. Los recursos intelectuales para morigerar la angustia producen un corpus teórico más o menos coherente que a falta de aval empírico y necesidad emocional fabrican dogmas para explicar el gran misterio de la muerte.

  6. Zheng Xian Shakya · 25/04/2016 Responder

    Gracias por todos sus aportes Maestro. Estamos muy pendientes del mooc de su universidad. Personalmente lo estoy promoviendo con los estudiantes de la Comunidad Camino del Dharma.

    Cuídese mucho y tenga un fuerte abrazo.
    Namo Amituofo _()_ _()_ _()_

    • Darin · 25/04/2016 Responder

      Yo también quiero que salga ya pero ha sido secuestrado por la burocracia de mi universidad. En estos días investigaré cómo va el asunto. Espero que pronto. En todo caso haré un anuncio cuando esté listo.

  7. Zheng Xian Shakya · 25/04/2016 Responder

    Maestro; Respecto al tema del “renacimiento”. La práctica hace referencia a las diferentes clases de conciencia que un agente puede tener en un solo día, incluso en pocos minutos. Los pensamientos se crean, permanecen y luego desaparecen… De ahí la importancia de revisar las unidades de información o constructos mentales con los cuales se está operando, ya que estos forman el “cedazo”, con el cual filtramos la realidad en el día a día.

    En la propuesta del Buda existen tres clases de nacimientos; El nacimiento físico, El nacimiento mental a través del apego, y el nacimiento que sucede cada vez que hay una función sensorial.

    El Karma hace referencia al proceso volitivo que se da al momento del impacto sensorial. La conciencia se convierte en el objeto mental al que temporalmente esta aferrada.

    En consecuencia; si controlas lo que piensas, controlas lo que sientes, y controlas lo que haces.

    Que este bien. Feliz en paz y libre de sufrimiento.
    Namo Amituofo. _()_ _()_ _()_

    • Darin · 25/04/2016 Responder

      Gracias Zheng. Agradecería mucho me indicara la sutra donde viene esa información sobre los distintos tipos de renacimiento.

  8. Zheng Xian Shakya · 25/04/2016 Responder

    PARA REFLEXIONAR PENSAR Y RE-PENSAR

    Una característica de los seres humanos. Es la de superponer, o yuxtaponer la información nueva al sistema de creencias con el cual operamos. (Nos encanta torcer la realidad)

    La propuesta del Buda no ha sido inmune a esto. De hecho, y más en occidente las personas se centran más es en el empaque “étnico”, que en la práctica como tal.

    En mi opinión la práctica al llegar a muchas áreas del mundo… llego solo en “fragmentos”. Mismos que al mezclarse con las tradiciones domesticas dieron como resultado un sincretismo que nada tiene que ver con la propuesta del Buda.

    En mi experiencia de 30 años en la práctica he llegado a la conclusión que abordarla con una mente religiosa o supersticiosa es perder el tiempo. Y por otro lado, lo mejor es estudiar en las “palabras del Buda”. Que nos guste, o nos disguste son folios del canon pali.

    Y aun siendo de este modo. Como recomienda el sutta Kalamas. Hay que filtrar y poner en contexto la información.

    Que estén bien. Felices en paz y libres de sufrimiento.
    Namo Amituofo. _()_ _()_ _()_
    Att. Rev Zheng Xian Shakya

  9. Rodolfo Chesta · 25/04/2016 Responder

    excelente , saludos.

  10. Daniel Villarroel · 25/04/2016 Responder

    Estimado Darin: extraordinario análisis de la filosofía budista. Conciso y muy didáctico. Como gran admirador y asiduo lector de Schopenhauer, cuyas ideas fueron influenciadas por las filosofías orientales, sus amenos y claros análisis me han servido para entender en mayor profundidad los planteamientos del gran filósofo Alemán.

    Saludos desde Caracas

    • Darin · 26/04/2016 Responder

      Muchas gracias Daniel. Espero volver a hacer otro vídeo sobre Schopenhauer y otros aspecto de su filosofía infuidos por el budismo.

  11. Gabriel · 26/04/2016 Responder

    profe!!! Gracias por esta nueva entrega del budismo…a veces quisera que durarán mas tiempo los vídeo. Excelente trabajo y siempre adelante.

    • Darin · 26/04/2016 Responder

      Gracias Gabriel. He pensado en hacerlos un poco más largos pero todo el mundo dice que más de 15 minutos y la gente ya pierde atención y paciencia. AY el mundo de Youtube!

  12. Gildardo Lopez Saucedo · 03/05/2016 Responder

    Excelente Darin!
    La iluminación del Buda es tan compleja o simple como se quiera entender. Normalmente buscamos palabras que no tranquilicen acerca de la muerte.
    Desde mi punto de vista queremos escuchar con palabras lo que nuestro cuerpo sabe con su herencia milenaria (entiéndase genética) lo que debe suceder y cual el el proceso implícito del temido de la vida biológica.
    El Budismo es una extraordinaria filosofia pero en manos equivocadas es tan perniciosa como cualquier religión.

  13. Gildardo Lopez Saucedo · 03/05/2016 Responder

    ¿Cuando algo acerca de Diogenes de Sinope?

    ¡Saludos afectuosos!

  14. Gabriela · 07/05/2016 Responder

    Muy bueno!!!

  15. Tessa · 10/05/2016 Responder

    Gracias por el video!
    Excelente síntesis didáctica y mejor reflexión epistemológica!

  16. Gaston · 10/05/2016 Responder

    Grande maestro.

    Por otra parte, me preguntaba si puedes abordar algunas reflexiones desde la filosofia sobre el tema de la “corrupción”, ya que en nuestro diario vivir se lo ha naturalizado. Bueno, solo es una sugerencia.

    Gracias por tus lecciones y reflexiones.

  17. GONZALO DE URUGUAY · 12/05/2016 Responder

    HOLA DARING, ESTOY MUY DE ACUERDO CON TU EXPOSICIÓN SOBRE EL CICLO DE RENACIMIENTOS DEL BUDA, EL DECIR QUE TAL O CUAL COSA SE DEBE A LA VOLUNTAD DE DIOS NO SOLO NOS CONSUELA SI NO QUE PUEDE LLEGAR A TRANSFORMARNOS EN INCENSIBLES E IRRESPONSABLES, AL IGUAL QUE DECIR QUE SE DEBE AL MAL KARMA, EN MI HUMILDE OPINION SE DEBE A EL TREMENDO TERROR INATO DEL HOMBRE A LA MUERTE, PERO A SU VEZ COMO DIRIA ALGUNA VEZ JUNG EL VIEJO SABIO SUIZO, SI EL HOMBRE MATA A DIOS EN SU INTERIOR CORRE EL PELIGRO DE AUTOPROCLAMARSE DIOS MUNDANO, TENEMOS SOBRADOS EJEMPLOS HISTORICOS DE ELLO, POR EJEMPLO, CUANDO ROBESPIERRE ENDIOSO LA RAZÓN Y EN NOMBRE DE ESTA CAUTIVADORA DIOSA MATO Y MATO GENTE INOCENTE TAN SOLO POR PENSAR DISTINTO, Y ASI EN MUCHAS REVOLUCIONES EN NOMBRE DE LA DIOSA RAZÓN, ¿ NO SERA TAL VEZ DARIN EL MISMO DIOS O DIOSA QUE DENTRO NUESTRO TOMA MULTIPLES FORMAS, DE FE EN ; RAZON, CIELO, TIERRA, FUEGO, AIRE, Y MULTIPLES CARAS SEGUN NUESTRA SITUACIÓN EXISTENCIAL? DEJO ABIERTA ESTA INTERESANTÍSIMA INTERROGANTE, GRACIAS Y SIGUE ADELANTE

    • Darin · 12/05/2016 Responder

      Hola Gonzalo. Tienes razón. Llámase dios o karma, nuestro miedo a la muerte nos hace más daño que la propia muerte!

  18. Jose Hector Varela · 29/05/2016 Responder

    Tus videos son muy claros concretos, didacticos y se refieren a los temas que siempre han sido motivo de mi interés, estoy muy agradecido por el esclarecimiento que he logrado con tu ayuda. Mi reflexión con respecto al “apego”, es que no creo en el libre albedrío o sea en modificar, siempre, mi conducta a fuerza de mi voluntad, aunque a veces si es posible. Esta idea, me parece haberla corroborado con muchas lecturas y suficientemente con el video “El impacto de la Neurociencia: cerebro y libertad” de una conferencia dada el Colegio Libre de Eméritos por Francisco José Rubia, te agrego el link correspondiente, ahora bien, dado que la filosofía del Buda es tan, pero tan sensata, me llama la atención que haya “promulgado esta noble verdad”
    El link al video mencionado es:
    https://www.youtube.com/watch?v=HxoHgEmsOgc
    José Héctor Varela

  19. Aarón Méndez · 24/07/2016 Responder

    Hola. ¿Conoce lecturas, además del Tao te Ching y el Zhuang zi, que hablen a profundidad sobre el taoísmo?

  20. Leo · 30/08/2017 Responder

    Super..
    Y estoy de acuerdo, con lo del renacimiento y sobre la voluntad de Dios, es imperante transmitir un mensaje de esperanza a las nuevas generaciones y hacerles entender que la mejor manera de vívir es entendiendo la muerte de manera racional, sin ningún tipo de consuelo. De esa manera como diría el buen B. Rusell… “…tal vez cuando la gente entienda que esta es su única vida, pueda vivirla y dejar de hacer daño a los demás…” la cita es de su libro “porque no soy cristiano”.. Bueno estuvo super Darin.

  21. David · 10/11/2017 Responder

    Hola Darin, me gusta mucho escuchar sus vídeos. En cuanto al ejemplo del Karma de ese pobre niño en el campo de concentración, en mi opinión si se cree en el karma se me ocurre que podría verse de dos maneras:

    1) Pensando en que fue su karma…pero dejándolo solo en ese pensamiento, y es ciertamente esto puede llevar una rigidez “fundamentalista”
    2) De una manera mas extensa, el karma de ese niño simplemente se manifestó en esa vida para él, pero no hay que compararse, ni intentar “medirlo”. Pues todos hemos pasado en algún tiempo en nuestro continuo mental por karmas similares o incluso peores, o podremos experimentarlos. Por tanto desde un punto de vista mas ecuánime no nos diferenciamos de él. Somo iguales en eso, pues lo que cuenta es el continuo y no fijarse tanto en que momento del continuo mental de un ser ilusorio vendrá tal o cual karma, y si ,según yo entiendo, el tiempo también es creado por la mente ilusionada, pues la realidad última sería un “eterno presente”, no es tan importante el tema en sí. Pero si es muy importante en tener amor a ese niño y ponerse en su piel y ello llevarnos a reflexionar en la compasión y ayudar a los demás.
    Lo que creo es que está la opción de tomar conciencia de ello y así poner medios para poder purificar nuestros malos karmas. También hay que considerar que el torturador pasará por algo igual en alguna vida, y será un ser nuevo que no sabrá por que le llegó ese fatal destino y esto nos llevaría a pensar en la causa del sufrimiento y desarrollar compasión también hacia todos los seres. Pensar de una manera tonta que ese niño digamos se lo merecía por que debe experimentar un mal karma (como podría hacerlo un fundamentalista), es en definitiva también mal karma para el que lo piense…y así con todo por que el trasfondo de esto es la ignorancia y el sufrimiento.
    Por mi parte en mi experiencia, tener un respeto al karma no se trata de “abandonarse” al karma de una manera superficial, sino más bien actuar en consecuencia ante el hecho de la posible existencia del karma. Pues también es karma el tener un cuerpo humano dotado de libertades y dones, y por tanto está en nuestra mano desde la libertad el poder mejorar las cosas. EL juzgar a los demás y a su mal karma sería ignorancia, pero el “ver” no es juzgar, lo importante es la intención con que vemos el karma, si es para auto-satisfacernos de manera egoísta se podría decir que no lo entendimos.

    En fin, me he extendido un poco, gracias por su trabajo. ¡¡Me has hecho pensar!!!

    Un saludo. 🙂

  22. silvia · 23/05/2018 Responder

    CUALES ERAN LOS LIBROS DE ALAN WATTS Y EL OTRO QUE DJISTE QUE IBAS A PONER

  23. OLGA E RAMOS · 15/09/2018 Responder

    Gracias por compartir tus conocimientos.

  24. Fco. Manuel Espinosa · 06/10/2018 Responder

    .
    Maestro Darin:

    De los vídeos que ya llevo vistos en la Fonda (voy por riguroso orden), esta entrega sobre el budismo me ha parecido de las más interesantes.

    Lo que a priori puedo achacar al budismo es su inacción (incluso buscar la inacción parece ser uno de sus fines). Y es por cierto la “acción” de agnósticos y ateos en su mayoría, la causa de que cada vez vivamos más años o estemos mejor alimentados y conectados.

    Un abrazo desde España de un nuevo Fondista.

    🙂

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