Las ideas de Sigmund Freud

Una introducción a las ideas principales de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud.

Guión

 Hoy vamos a variar un poco el menú de la Fonda. En vez de Nietzsche o Heidegger, vamos a probar un plato con sabor más psicológico. Me refiero a las ideas de Sigmund Freud. Varios de ustedes me han pedido algo sobre Freud y he decidido hacerlo ahora porque estoy preparando un curso de maestría sobre un importante libro de Gilles Deleuze y Félix Guattari: el Anti-Edipo. En él, hablan mucho de Freud, el complejo de Edipo, el deseo y su relación con estructuras políticas, y de las ideas de uno de los mayores intérpretes de Freud, Jacques Lacan. Entonces, pensaba preparar una introducción a las ideas de Freud y Lacan que veremos en el curso. Por cierto, voy a grabar todas las sesiones y las voy a subir aquí a la Fonda.
Bueno, piensas en Freud y piensas en muchas cosas: el inconsciente, el significado de los sueños, el complejo de Edipo, el principio del placer, la neurosis, la represión y la relación entre la sexualidad infantil y la personalidad adulta. Estos conceptos y muchos más conforman su teoría psicoanalítica, con la cual no sólo entendía la naturaleza de la psique humana, sino que afirmaba curar sus trastornos.
Todo empieza en 1885. Freud está en París estudiando bajo el neurólogo Jean Charcot quien está experimentando con la hipnosis para tratar el trastorno mental que en aquel entonces se llamaba la histeria pero que hoy en día conocemos como la neurosis (ciertos tipos de parálisis, paranoia, tics, fobias, etc.). Charcot suponía que la causa de la histeria era orgánica, es decir, una lesión física o anatómica. Descubrió, curiosamente, que la hipnosis disminuía los síntomas pero sólo temporalmente. Esto le fascinó a Freud. Tiempo después, de vuelta en Viena, un amigo y colega suyo, Josef Breuer, le contó que al pedir al paciente que hablara sobre las primeras manifestaciones del síntoma, éste empezó a desvanecerse. ¡Interesante! El primer gran salto de Freud consiste en dejar por atrás alguna causa orgánica y a postular un origen más bien psíquico, un contenido mental, un idea pues en la mente como causa de estas síntomas.
Ahora bien, si se trata de explicar la conducta humana en general, hay tres posibilidades. En algunos casos de algunas personas una lesión orgánica en el cerebro puede dar cuenta de una conducta rara. Pero Freud no va por ahí; opta por una explicación mental. ¿Pero qué hay de novedoso en eso? Es de sentido común explicar la conducta humana en términos de las ideas que formamos. Por ejemplo, yo formé la idea de hacer este vídeo y es eso lo que explica mi habla y gestos en este momento. Ésta es la segunda posibilidad de explicación. Sin embargo, los pacientes de Freud no actúan de forma neurótica intencionalmente; no están formando una idea que luego da paso a una acción, sino que están padeciendo una idea, una idea no consciente, sino inconsciente. Ésta es la gran innovación de Freud, que un contenido mental inconsciente, como una experiencia traumática reprimida, puede causar trastornos psicológicos.
Bueno, para entender mejor el inconsciente, la represión y la neurosis, etc., vayamos por pasos. La psique y su dinámica consta de varios elementos que convendría tratar de forma genética, es decir, viendo la génesis de cada uno en el desarrollo del organismo.
¿Alguna vez has tratado de razonar con un bebé que esté gritando o haciendo algo que no te gusta? Pues no funciona porque el bebé no tiene un ego. Psíquicamente, al nacer, los bebés son puro inconsciente, es decir, puro instinto y pulsión que simplemente expresan como un volcán arroja magma. Freud agrupa los instintos en dos categorías básicas: la de Eros – el instinto de la vida, de la auto-conservación, y de la búsqueda por el placer; y la de Tanatos – el instinto contrario caracterizado por la agresión y la destrucción. Bueno, el punto es que, al ser regido por el principio del placer, el bebé es como un río de carga eléctrica que busca enchufarse en alguna parte, hacer una conexión placentera, como en el pecho de mamá. El problema es que el placer no dura. Al principio del placer se opone el principio de la realidad, o sea, la madre le quita del pecho. El mundo del bebé no es un constante Jardín de Eden, sino más que nada una dura realidad que no responde a sus necesidades. Si el bebé no recibe lo que quiere, llora y grita, estrategia que funciona durante el corto tiempo que está bajo el cuidado de sus papás, pero tarde o temprano tendrá que enfrentar el mundo solo y la dura realidad no va a escuchar sus gritos. Si no evoluciona más allá de ese instinto básico, pasará una de dos cosas: 1) morirá, o 2) se convertirá en Donald Trump.
Afortunadamente, en la gran mayoría de los casos sucede otra cosa. En el choque entre el principio del placer del inconsciente y el principio de la realidad, empieza a desarrollarse el ego, el yo consciente, como mediador entre estos dos extremos. Al investigar y conocer la naturaleza de la realidad, encuentra formas más racionales de cumplir con las demandas de los instintos y pulsiones inconscientes. Además del inconsciente, que Freud también llama el “ello”, y el ego, está el super-ego, un elemento psíquico que se desarrolla al internalizar normas sociales. Actúa para frenar conducta que perjudicaría el tranquilo funcionamiento de la vida social. Cuando estas normas no se cumplen, el super-ego produce la sensación de culpa, lo cual es lo que actúa como freno para la actividad del ego.
Este esquema tripartita de la psique tiene fuertes semejanzas con el que planteó Platón hace 2,500 años. La diferencia es que Platón era optimista acerca de la posibilidad de que la razón rigiera la vida humana, mientras que Freud no tanto. El ego freudiano no es un alma o sustancia eterna y autónoma, sino el producto frágil de la tensión dinámica entre las demandas instintuales del ello, las normas sociales del super-ego, y la bruta resistencia de la realidad misma. En el Fedro, Platón ilustró la relación entre los elementos de la psique con la metáfora de un jinete (la razón) controlando con las riendas dos caballos fuertes (el apetito y la irascibilidad). A fin de cuentas tiene éxito. En el caso de Freud, muchos han utilizado la metáfora de un iceberg. La mayor parte de la psique es inconsciente; no la vemos, pero ejerce una influencia enorme sobre la parte visible, el ego. La psique de Platón es como la monarquía de un déspota ilustrado quien manda con firmeza y tranquilidad. La de Freud es como una democracia constitucional donde el poder del ejecutivo está limitado por el poder legislativo y judicial, donde reina una tensión y conflicto que tiene que resolverse por negociación. Bueno, con estos tres elementos planteados, veamos más de cerca la dinámica de tensión y su resolución.
Si la pulsiones del ello no encuentran satisfacción en el mundo que le rodea (imagínate un hombre heterosexual en el ejército con ganas de sexo pero rodeado de puros hombres), o si esas pulsiones violarían las normas establecidas por el super-ego (por ejemplo, un hombre homosexual en una comunidad religiosa muy conservadora), entonces surge un conflicto. ¿Qué hace el homosexual cuyas pulsiones piden sexo pero cuyo super-ego lo prohibe? Freud dice que la psique cuenta con ciertos mecanismos de defensa contra semejantes conflictos. El primero y más importante es la represión, relegar el conflicto al inconsciente para que el ego no tenga que lidiar con él. También cuenta con la sublimación, la fijación y la regresión, pero vamos a centrarnos aquí en la represión.
Siguiendo el ejemplo del homosexual, puede resolver el conflicto al reprimirlo al inconsciente. Pero el hecho de no estar consciente del deseo no significa que se haya desaparecido. Fíjate que en el siglo XIX, un físico alemán que se llama Hermann von Helmholtz propuso el principio de la conservación de la energía que fue fundamental para el desarrollo de la termodinámica y el electromagnetismo. Básicamente dice que en un sistema físico la cantidad total de energía permanece constante, es decir, la energía no puede ser aniquilada. Si energía desaparece de una parte del sistema, tiene que aparecer en otra parte. Esta idea influyó en Freud, la cual vemos en sus ideas de las pulsiones y la líbido, en pocas palabras en su concepción de la psique humana como un sistema energético.
Bien, volvamos al deseo del homosexual que se reprime. Antes que nada, hay que tener claro que la represión no se hace de forma intencional. Uno no decide reprimir algo, sino que sucede de forma automática. Entonces, el ego deja de estar consciente del deseo reprimido, pero no se aniquila. De acuerdo con el principio de la conservación de la energía, permanece en el sistema energético de la psique donde sigue ejerciendo una fuerza. Es como si fuera una carga eléctrica que si no encuentra una salida, una forma de descargarse, sigue pulsando, como la irritación de una piedra en el zapato. Algo tiene que hacerse al respecto.
A mi me gusta visualizar el inconsciente de Freud como una olla express lleno de frijoles que se pone a cocinar en la estufa. Como sabes, la olla se tapa muy bien y adentro se genera mucho vapor que cocina los frijoles. Si la olla no tiene una válvula para que se escape ese vapor, la olla empieza a deformarse hasta que explote. Lo mismo pasa con la psique. Esas cosas que se reprimen necesitan una especie de válvula de escape ya que, si no, podrían empezar a deformar la psique, es decir, podría aparecer un síntoma neurótico hasta potencialmente podría llegar a una ruptura psicótica. ¿Qué se hace para no llegar a ese punto? Afortunadamente, no hacen falta sesiones de psicoanálisis, al menos todavía. Hay una solución totalmente natural que se llama: el sueño. El sueño es como esa válvula. Lo que pasa es que al dormir el super-ego no está activo, está relajado, por lo que los deseos o las experiencias reprimidas pueden presentarse ante el ego sin que haya conflicto. Esto es así porque el deseo se presenta de forma disimulada o transformada, como un disfraz. Siendo el sueño una especie de experiencia, el deseo disfrazado logra descargarse como en la vida cotidiana normal.
Pero a veces el sueño no basta para descargar el contenido reprimido. Al no expresarse en el sueño, se expresa muchas veces como una síntoma neurótica: un tic, una obsesión o una fobia. Para tratarlo, el psicoanalista tiene que ponerlo de manifiesto ante la consciencia del ego, y así puede disiparse. El problema es identificarlo. Dado que el paciente no está consciente de ello, porque está reprimido, el analista se apoya precisamente en los sueños que le cuenta el paciente. Por eso el título de uno de sus más célebres libros: La interpretación de los sueños. Además de los sueños, el analista se apoya en los deslices del paciente y también en el habla de la libre asociación. Éstas son formas de evitar la censura del super-ego y dar con aquello que está causando el problema y es por ello que el psicoanálisis se llama el cura del habla.
Ahora bien, los trastornos mentales como la neurosis pueden ser producto de una experiencia traumática que se experimenta como adulto y que se reprime, pero también porque se traba alguna etapa en el desarrollo del infante. En su momento, las ideas de Freud eran escandalosas por el énfasis que ponía en la sexualidad como clave en la comprensión de la vida psíquica. Si derivas tu conocimiento de Freud de la cultura popular, pensarás que para Freud todo lo que hacemos proviene de una motivación sexual oculta. Aun cuando esto sea una exageración, es cierto que Freud otorga una importancia central a la sexualidad, especialmente en el desarrollo infantil. Si te parece ridículo que se hable de la sexualidad de niños muy pequeños, hay que tener en cuenta que Freud entiende la sexualidad de forma amplia como cualquier tipo de placer que puede derivarse del cuerpo, no sólo el placer estrictamente genital. Pasemos entonces a ver qué dice al respecto.
Como ya comentamos, el bebé nace siendo una bola de instintos y pulsiones, como cargas eléctricas que buscan descargarse, o clavijas buscando un contacto. A lo largo del desarrollo del infante, hay distintas formas típicas en las que logra hacer este contacto, formas que Freud categoriza en etapas (cinco en total). La primera etapa es la oral donde el infante experimenta placer al chupar, sea el dedo o el seno de la madre. La segunda es el anal donde se toma placer en el ano y en su control, como en la defecación. La tercera y quizá más reconocida es la fálica. Teniendo lugar entre los 3 y 6 años de edad, en esta etapa la zona erógena se centra en los genitales. Es esta etapa la que se caracteriza por el famoso complejo de Edipo. Antes de analizarlo, les cuento que la cuarta etapa es la de la latencia, de 6 años hasta la pubertad. Y luego la etapa genital que va de la pubertad a lo largo de la vida adulta. Para que el niño llegue a esta última etapa, tiene que pasar por las primeras cuatro sin quedarse fijado en ninguna de ellas. Si el desarrollo no tiene lugar de forma exitosa, detalles problemáticos que no se resolvieron en algún momento pueden manifestarse posteriormente en la vida adulta como una neurosis por ejemplo.
Bien, volviendo a la etapa fálica. Al darse cuenta de sus genitales y de la diferencia de género, los niños desarrollan una atracción sexual hacia el padre del sexo contrario. En el caso de los varones, se sienten atraídos a la madre y de forma concomitante sienten odio y agresión hacia el padre como su rival. Freud llamaba esta situación edípica por el mitológico personaje de Edipo en la obra de Sófocles quien mata a su padre y se casa con su madre. En el caso de las niñas, se trata de una atracción al padre y el complejo se llama Electra (al menos ese fue el nombre que le dio Carl Jung). En el caso del niño, la exitosa resolución de esta situación o complejo consiste en darse cuenta de la fuerza superior de su padre y temer una retribución de él, específicamente que el padre le castre. Al ver que no puede ganar, llega a identificarse con el padre. Esta identificación es el mecanismo que utiliza el ego para resolver la tensión o conflicto psíquico que se siente. Otro mecanismo, como hemos visto, sería la represión, reprimir el deseo por la madre, pero el problema es que esto no descarga el deseo y puede volver años después en la vida adulta a manifestarse, por ejemplo, como una tendencia muy agresiva o ambiciosa.
Este complejo de Edipo y lo que implica para el deseo y la vida socio-política es el blanco del libro de Deleuze y Guattari que mencioné. En el curso, lo veremos con mucho más detalle, pero éstas son las características esenciales. Por supuesto, esta introducción es muy somera; sólo da una idea de los contornos generales de las innovadoras ideas de Freud. Si te interesa explorarlo más, recomiendo mucho su libro El malestar en la cultura. Es una introducción sumamente accesible que ilustra sus ideas al tratar la tensión creada en las demandas que la vida social le hacen al individuo y las consecuencias psíquicas que tiene. En el próximo vídeo veremos las ideas de Jacques Lacan, y luego volvemos a nuestras series sobre Nietzsche y Heidegger.

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33 Comments

  1. Paulo Gualotuña · 21/01/2017 Responder

    La fonda está muy dinámica. Las ideas de Nietze y Heidegger me han llevado a pensar mucho sobre el nacional socialismo, sobre el ser que es lo más cercano pero al mismo tiempo lo más lejano, cuando ando por ahí mirando la ciudad y cientos de cosas que no me importan recuerdo que eso es la nada, o que el ser ya sabe que es… increíble
    Me cayo de maravillla otro tema y los temas que ha anunciado subir a la fonda
    Genial 😊

  2. TheFinalMan · 22/01/2017 Responder

    Gracias por los videos desde España

  3. TheFinalMan · 22/01/2017 Responder

    Por cierto, bonitas gafas 🙂

  4. Sara · 22/01/2017 Responder

    Hola! Tu lectura de Freud resultó muy clara, muchas gracias por tu claridad.

  5. leonardo · 22/01/2017 Responder

    Muchísimas gracias Darin por este espacio y por seguir incluyendo temas y autores tan interesantes , sin duda el psicoanálisis seguirá siendo tan contingente en el entendimiento del comportamiento del individuo en la sociedad moderna , por lo cual me alegra que este en la fonda. Ideas como el complejo de Edipo me hacen pensar en como afecta, de ser certeras su apreciaciones , el hecho de la ausencia del padre o madre a temprana edad por distintas razones , dependiendo de las coincidencias de genero el niño o niña pasa a “ganar y tomar un puesto pero esto también tiene implicancias en su personalidad futura, situación que es bastante frecuente por ejemplo en américa latina considerando la la alta taza de madres solteras que se registra actualmente.

    Bueno, Gracias nuevamente Darin estaré atento a las demás publicaciones
    Leo

    • Darin · 24/01/2017 Responder

      Hola Leonardo. Es interesante tu observación. La verdad no estoy seguro qué dice Freud al respecto. Lo voy a investigar.

      • Sarah · 13/02/2017 Responder

        Freud o mejor dicho su teoría sostiene que padre o madre sin funciones , no las personas que gestan al hombre! Es por eso que toma el mito de Edipo para plantear las relaciones de parentesco. Ahí entra Levy Straus apoyando con su antropología el lugar del incesto que no tiene nada que ver con las relaciones carnales, sino con lo que la cultura pone como prohibición. El gran problema del Psicoanálisis es que se personaliza.. y eso no es lo que Freud quiso transmitir.. por otro lado el incesto es siempre con el otro materno.. no con el padre. Una de las preguntas que Freud nos entregó y aún no tiene respuesta es : Que es un padre? La otra tampoco aún respondida es: Que quiere una mujer?
        En fin deberemos tratar decresponderlas pero no desde el discurso corriente!

        Gracias Darin! Son temas muy difíciles de abordar.. requieren de mucho cuidado y fundamentalmente, requieren respuestas desde el propio discurso analítico No desde otros discursos!!

      • Sarah · 13/02/2017 Responder

        Freud habla de función paterna o función materna! No de progenitores

  6. Liliana · 22/01/2017 Responder

    Interesante como primera aproximación. Seguimos atentos a los próximos encuentros.

  7. Larisa · 22/01/2017 Responder

    Gracias!

  8. Eduardo P Osswald · 23/01/2017 Responder

    Hola Darin,
    Somos un grupo, ya, que sigue tus clases (amigos, estudiantes); sólo, además de agradecer tu excelente trabajo, me mueve a escribirte la inquietud -sé que se presentó antes cuando irrumpió ‘Zaratustra’- por la continuación de las clases sobre Ser y tiempo.
    Sólo eso y saludarte desde la candente Buenos Aires

    • Darin · 24/01/2017 Responder

      Hola Eduardo (y los demás del grupo). Me alegro que me sigan aquí en la Fonda. No se preocupen, volveremos a Zaratustra y el Ser y el tiempo pronto!

  9. Bruno Zanotto · 25/01/2017 Responder

    HOla Darin, no sé cómo terminé dando con tu canal pero me alegro que así haya sido. Actualmente estoy intentando formarme en psicología existencial y, por lo tanto, me sirven de mucho mucho tus videos.
    Te hago una pregunta, es acerca de la forma en que leés o te acercás a un texto, puesto que son complicados. ¿Qué recomendás para leer, ir a un ritmo rápido y vertiginoso y continuar a pesar de no entender todo, para que te quede una idea aproximada; o bien, por el contrario, recomendás leer despacio, lento párrafo por párrafo con un mayor analisis con el riesgo de que, en el interés por el detalle, pierdás la idea del conjunto? Cómo hacés vos? cual es tu experiencia?

    Te agradezco y saludo desde Argentina
    Bruno

    • Darin · 29/01/2017 Responder

      Hola Bruno. En la mayoría de los casos leo todo un capítulo primero para que tenga una idea del terreno y luego vuelvo a leerlo con más calma. Tomo notas, apunto conceptos, de repente busco algo en un diccionario filosófico, y luego vuelvo al texto. Lo que tengo claro es que mi comprensión de un texto siempre va profundizándose con el tiempo y con otras lecturas. El mundo de las ideas es una vasta red interconectada. No te desesperes si no captas algo a la primera. Lee comentarios (o ve vídeos) para que te ayuden un poco. Es cuestión de tiempo y paciencia. No sé cuanto años tengas, pero yo 50, por lo que supongo que he tenido simplemente más tiempo y experiencia en estas cosas. Saludos!

      • Bruno Zanotto · 29/01/2017 Responder

        Muchas gracias Darin. Tengo 27 años, recién estoy digamos incursionando en la filosofía, algo que siempre me gustó pero que sólo recientemente he comenzado a profundizar.
        SAludos cordiales

  10. Diego Alexander · 27/01/2017 Responder

    Hola Darin gracias por todo la labor tan maravillosa que realizas, durante mucho tiempo vague por Youtube e Internet en busca de un lugar donde la filosofía fuera tratada con exactitud ya que en muchos lugares exponían vídeos vacíos de rigor y eran mas bien resúmenes de libros y etc.. hasta que encontré la luz y no me he cansado de verla, han sido gracias a tus vídeos que muchas ideas complejas han sido esclarecidas por la luz de tu proyecto. Gracias
    Ojala que realizaras un vídeo en vivo en algún momento, seria genial.

    • Darin · 29/01/2017 Responder

      Hola Diego. Que bueno que te hayan gustado mis vídeos. Tendré muy en cuenta eso de hacer un vídeo en vivo, o quizá una entrevista, algo así. Saludos!

  11. EDI JHON GUARDIA VELASQUES · 30/01/2017 Responder

    HOLA FILOSOFO DARIN ME GUSTO , LA BROMA AL PRESIDENTE DONALD TRUMP , MUY CREATIVO DARIN , OJALA ALGUN DIA LLEGARAMOS A SER COMO VOZ CON RESPECTO A Sigmund Freud UNA CLASE MAS PARA APRENDER
    GRACIAS PERMISO DARIN CUIDATE MUCHO

  12. leyla cure · 23/03/2017 Responder

    Hola Darin,primero muchas gracias por este trabajo ,es fantástico! y me quedo muy limitada de palabras para agradecer,en el principio del video mencionaste algo de subir los vides de tu clase de maestria de el antiedipo,los esperamos pronto? vas a ampliar los temas de pensadores referidos a la psicología,o algo mas profundo de las teorías del psychoanalysis? quedo muy atenta,un abrazo desde Colombia.

    • Darin · 23/03/2017 Responder

      Hola Leyla. Ya hay hay 10 vídeos de mi curso sobre el Anti-Edipo. ¿No los ves? Haz click en el nombre de Deleuze en la lista a mano izquierda en la página principal.

  13. Alejandro · 02/08/2017 Responder

    Excelente!!!…

  14. Ramón · 16/11/2018 Responder

    Hola Darin, quería agradecerte por tus vídeos, y decirte que me han sido muy útiles al momento de comenzar a estudiar un autor. Soy estudiante de filosofía en Uruguay y me interesa el psicoanálisis; quisiera, si es posible, que me recomendaras algún/os libro/s para introducirme en las ideas de Freud y otros, ya que carezco de, por ejemplo, vocabulario técnico que quisiera adquirir. Gracias desde ya.

    Saludos!

    • Darin · 16/11/2018 Responder

      Hola Ramón. Tengo un buen amigo psicoanalista y el recomienda: El descubrimiento del Inconsciente / Octave Manonni.
      La interpretación de los sueños / Sigmund Freud. Freud Político / Eli Zaretzky. Espero te sean útiles!

  15. Jeflin laponte · 30/08/2022 Responder

    Dios te bendiga Darin tus videos son de mucha utilidad y me han ayudado bastante tqm Darin<3

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