Rousseau: de la esclavitud a la libertad, pt. 1/5

Vamos a revisar el pensamiento político de Jean-Jacques Rousseau: su análisis de la decadencia del presente, su causa en un proceso de socialización en el pasado, y su planteamiento para corregir el problema en el futuro.

Guión

Jean-Jacques Rousseau fue un filósofo y escritor suizo del siglo 18.  Lo que nos interesa en este vídeo son sus escritos sobre política: El contrato social, El discurso sobre las ciencias y las artes, y El discurso sobre el origen de la desigualdad.  Estas obras tuvieron una gran influencia en la revolución francesa.  A pesar del fama que recibió al respecto, Rousseau consideraba su libro sobre la educación, Emilio, como el mejor y más importante de toda su obra.  Emilio no trata de convenios y derechos sino de la relación entre el individuo y la sociedad.  Rousseau cree que los seres humanos tienen una bondad innata, pero en la medida en que se van socializando, se vuelven corruptos.  En el libro, plantea cómo educar a un niño para que llegue a ser un ciudadano ideal, un ciudadano cuya bondad sobreviva la influencia corruptora de la sociedad.

Aunque el tema nominal del libro sea la educación, el tema más profundo es la política, la convivencia de individuos en sociedad.  Te puede parecer extraño eso, pero Platón se preocupa por lo mismo.  En el libro fundador de filosofía política en Occidente, La república, el tema de la educación, de la formación cultural del individuo, juega un papel central.  Menciono este libro de Rousseau y el de Platón para que sepan desde un inicio que, aunque vamos a hablar de clásicos términos de la política como convenios y derechos, términos que articulan la relación entre el individuo y el colectivo, la esencia del argumento de Rousseau tiene que ver con cuestiones sobre cultura, socialización y educación.

Las más célebre afirmación de Rousseau viene en el primer capítulo del Contrato Social.  Dice, “El hombre ha nacido libre, y sin embargo, vive en todas partes entre cadenas.”  Lo que dice aquí establece el tenor de toda su reflexión: el binomio de libertad y esclavitud.  Continúa diciendo, “El mismo que se considera amo, no deja por eso de ser menos esclavo que los demás.”  En la opinión de Rousseau, Carlos Slim, el hombre más rico del mundo y quien en nuestra sociedad tendría más derecho de considerarse amo, no es más que un miserable esclavo.  Como buen filósofo, Rousseau toma ideas de sentido común y las invierte.  ¿Quién no quisiera vivir la vida de Carlos Slim?  ¡Rousseau no!  ¿Por qué?  Pues vamos a ver.

En esta serie de vídeos vamos a revisar los tres escritos de Rousseau que mencioné al principio.  Para que vean cómo va a progresar el argumento hay que entender el papel que cada uno juega.  Lo que pasa es que, según Rousseau, el hombre de su época y la sociedad en que vivía era degenerado, débil, y superficial.  La esclavitud moral y social del hombre es el problema que quiere tratar.  En El discurso sobre las ciencias y las artes analiza la condición actual del hombre, la diagnostica.  Pero no basta ver el problema y describirlo.  Hay que entender cómo ha llegado el hombre a ser así.  Hay que mirar hacia el pasado del hombre y, al igual que los otro teóricos del contrato social, Hobbes y Locke, plantea Rousseau su visión del Estado de Naturaleza.  Esto lo trata en El discurso del origen de la desigualdad.  Entonces, con el problema esclarecido y su causa entendida, procede Rousseau hacia el futuro.  En El contrato social, plantea que haría falta para sacar al hombre de su esclavitud y posibilitar su plena libertad.  Entonces, diagnostica el problema en la actualidad, busca su causa en el pasado, y apunta hacia su futura resolución.

Hasta los 37 años de edad Rousseau se había dedicado al mundo de la música y del teatro.  Le apasionaban la composición y la dramaturgia pero no había tenido éxito.  Luego, un día en 1749, se enteró de un concurso de ensayo de la Academia de Dijon con el siguiente tema: “Si el restablecimiento de las ciencias y las artes ha contribuido al mejoramiento de las costumbres.”  Ahora, hay que tener en cuenta que a estas alturas estamos en plena Ilustración, el Siglo de las Luces, que, gracias a la razón y la ciencia, estaba iluminando el mundo y el propio hombre, disipando la ignorancia y la superstición.  ¿Quién podría estar en contra de eso?  Pues nuestro héroe, Jean-Jacques Rousseau.  De hecho, en la introducción al discurso dice, “¿Cómo osar condenar las ciencias ante una de las sociedades más sabias de Europa, ensalzar la ignorancia en una célebre academia?”  Rousseau es uno de los primeros grandes críticos de la Ilustración.  A pesar de su osadía, ganó el premio.  Vamos a ver por qué.

En la primera parte habla de forma muy lírica del progreso que Europa ha hecho desde la barbarie de las primeras edades.  “Qué grande y hermoso espectáculo lo es,” dice, “ver al hombre salir de la nada por sus propios esfuerzos.”  A primera vista, los logros en ciencia, arte, y cultura en general parecen en verdad sorprendentes y loables.  Pero luego dice algo fascinante: “El espíritu, como el cuerpo, tiene sus necesidades.  Éstas son los fundamentos de la sociedad, aquéllas establecen el placer y la satisfacción.  Mientras que el gobierno y las leyes proveen a la seguridad y el bienestar de los hombres, las ciencias, las letras y las artes menos despóticas y quizás más poderosas, extienden guirnaldas de flores sobre las cadenas de hierro con que están cargados . . . Les hace amar su esclavitud y forman de ellos lo que se llama pueblo civilizado.  La necesidad elevó los tronos, las ciencias y las artes los han consolidado.”

Ok, vamos por partes.  Habla del espíritu y el cuerpo y sus respectivas necesidades.  Las del cuerpo, cosas como comida, refugio, seguridad, salud, son los fundamentos de la sociedad.  Es decir, son la razón básica por la que una sociedad se forma.  Cooperando con otros en sociedad, es más fácil sobrevivir.  Pero que aburrido simplemente sobrevivir.  El hombre es más que un mero cuerpo.  Tiene además un espíritu, y sus necesidades, belleza, arte, conocimiento, y diversión, son lo que dan placer y satisfacción en la vida social.  Dice Rousseau que las necesidades del cuerpo elevó los tronos, es decir, hicieron necesario el gobierno y las leyes que facilitan la seguridad y el bienestar, pero que las ciencias y las artes los han consolidado.  Cuando dice “ciencias y artes” se refiere a la cultura en general – el conjunto de nuestro conocimiento, costumbres y producciones artísticas como libros, música y demás.  Según Rousseau, la cultura en este sentido extiende guirnaldas de flores sobre las cadenas de hierro con que los hombres están cargados.  Y lo más interesante es que dice que esa cultura, simbolizada por las flores, es menos despótica y quizá más poderosa.

¿Menos despótica y más poderosa que qué?  Recuerda que nuestro tema es la esclavitud del hombre.  Para que haya esclavitud, tiene que haber algún poder que esclavice.  Es muy fácil y natural entender ese poder en términos de una fuerza armada, digamos el ejército o la policía de un Estado.  La historia está llena del despotismo del Estado en ese sentido.  Sin duda, un libro lleno de conocimiento o una película son menos despóticos en comparación, pero, dice Rousseau, quizás más poderosas.  Esa idea es uno de los aspectos más revolucionarios del pensamiento de Rousseau y uno que su compatriota, Michel Foucault, refinaría con mucho detalle siglos después.  En su libro, Vigilar y castigar, encontramos la siguiente cita: “Un déspota imbécil puede obligar a sus esclavos con unas cadenas de hierro, pero un verdadero político ata mucho más fuertemente por la cadena de sus propias ideas . . . Sobre las flojas fibras del cerebro se asienta la base inquebrantable de los imperios más sólidos” (P. 119).  Ésta es precisamente la idea que Rousseau expresa.  La punta de un rifle puede, sin duda, obligar a uno, pero no de forma penetrante y continua.  Si un gobierno puede sacar provecho de la cultura codificada en las flojas fibras del cerebro, puede lograr que la gente rija a sí misma sin que se dé cuenta.  Ahora bien, Rousseau no está hablando de un complot como en la película el Matrix, sino simplemente que la cultura ejerce una fuerza de la que pocos son conscientes y que, al menos en su época, y yo diría que en la nuestra también, ha tenido efectos nocivos para la libertad del hombre.

Vamos a dejarlo aquí de momento.  En el siguiente vídeo, veremos concretamente que efecto tienen las ciencias y las artes en el hombre y por qué.  Gracias por acompañarme.  Hasta la próxima y buen provecho.

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24 Comments

  1. Rubén Darío Saquetti · 20/11/2014 Responder

    Buenísimo y claro, como siempre. Te agradezco por lo didáctico sin rebusque.
    Abrazo.

  2. miguel valdez · 18/12/2014 Responder

    Gracias Darin por esta interesante entrega; sin embargo aclarame tu concepto de “verdadero politico”. ¿ Acaso es aquel que ata mejor con ideas en vez de usar la violencia¿

    • Darin · 18/12/2014 Responder

      Hola Miguel. Al hablar del “verdadero político” estaba citando a Foucault quien a su vez estaba citando a otra persona (no recuerdo cómo se llama en este momento). Quien mejor maneja a un pueblo en cuanto a control es aquel que lo hace en el orden de las ideas y no de lo físico.

  3. Marcelo · 13/05/2015 Responder

    Hola Darin; puede emparentarse este pensamiento de Rousseau con el concepto de Superestructura propio del marxismo?. Muchas gracias por tu generosidad

    • Darin · 13/05/2015 Responder

      Hola Marcelo. Tu pregunta es muy amplia y vaga. ¿A que aspecto de la filosofía de Rousseau te refieres? ¿Puedes ser más específico?

  4. Adriana · 01/09/2015 Responder

    Conseguí el librito del discurso de Rousseau y digo librito porque es muy corto, pensé que sería más largo, claro, ¡eso no lo hace más fácil! Mi comentario es respecto a lo irónico que me parece que él siendo artista, hable del arte en los términos en los que lo hace, bueno considero que es artista en nuestro concepto convencional, quizá él pertenecía a ese extraño grupo de hombres virtuosos… aunque también todo esto de la virtud resulta confuso, ya que al parecer la virtud ideal conduciría a un estado que el hombre, como ser ambicioso, vanidoso, curioso y demás atributos que describe Rousseau resulta incompatible. No puedo evitar reír en algunos pasajes, la verdad, quizá es ignorancia mía pero percibí cierto humor negro e ironía en sus textos y me encantó! jajajaja. Me ha gustado mucho.

    • Darin · 01/09/2015 Responder

      Sí, Rousseau es como Platón en este sentido. Platón echó los artistas del Estado porque no saben explicar lo que hacen mientras que el mismo Platón escribe en forma narrativa sus diálogos, ¡o sea hace literatura!

  5. Adriana · 01/09/2015 Responder

    Tengo que agregar que tampoco estoy segura de tener una buena traducción… eso siempre es un problema, no sé. Ahhh hablo del texto “Discurso sobre las ciencias y las artes”

  6. José Hernández Sánchez · 03/10/2015 Responder

    Gracias nuevamente Doctor Darin. Creo que voy entendiendo mejor sus narrativas de los autores de los libros que narra usted muy amenos y didácticos. No se como se da tiempo para publicar estos para nosotros quienes buscamos ser mejores pensadores. Gracias y Saludos Cordiales !

    • Darin · 04/10/2015 Responder

      Hola José. Yo tampoco sé cómo encuentro el tiempo. La verdad es que me gusto mucho el proceso de hacerlos entonces lo encuentro cómo sea, jaja. Un fuerte abrazo!

  7. adriana · 06/05/2017 Responder

    Gracias Darín por compartir tu trabajo, desde Argentina

  8. jhogenes · 19/05/2017 Responder

    ¿Cuáles son las razones por las que Rousseau cree que fue necesario un pacto social entre los hombres?

  9. jhogenes · 19/05/2017 Responder

    hola 🙂 Darlin por favor me podrias ayudar con esta pregunta
    ¿Cuáles son las razones por las que Rousseau cree que fue necesario un pacto social entre los hombres?

  10. Rodrigo · 06/10/2019 Responder

    Esta parte me recordó algo que dice Erich From “tenemos miedo a la libertad” queremos la integración a la sociedad y dejamos que la cultura nos vuelva sus prisioneros, perdiendo nuestra individualidad. Pero Darin me queda una duda, si no buscamos el crecimiento económico, entonces ¿que deben buscar los gobiernos en cuestión de economía?

    • Mario · 08/12/2019 Responder

      A contramano de los iluministas del siglo XVIII que rendían culto a la “Diosa Razón”, Rousseau -el niño terrible de la Ilustración- se atrevió a decirle a todos ellos (y en su propia cara!) que la característica más distintiva del hombre no era la razón sino la libertad. Tan grande es la confianza que Rousseau tiene en la excelencia de la naturaleza humana, que no dudaba en que el hombre -puesto en un estado de libertad interior- tendería naturalmente al desarrollo de los más altos atributos de la personalidad : el amor, la espiritualidad, la racionalidad, la cooperación entre hermanos. HAY POCAS FIGURAS QUE HAN ESCALADO TAN ALTO EN LAS CUMBRES DEL HUMANISMO UNIVERSAL. Y en la misma dirección, Erich Fromm, como tú bien señalas Rodrigo, nos ha mostrado cómo el miedo a la libertad (que subyace en todas las dictaduras fascistas y estalinistas de la historia) ha sido hasta hoy el principal obstáculo para el logro de la autorrealización humana

  11. Emma Jerónimo · 01/08/2020 Responder

    Leer o no leer filosofía. Es muy interesante la duda que usted siembra al final del vídeo 2/5. ¿Qué es más más placentero meditar sobre las ideas de los filósofos o encontrar ideas propias?
    Me parece que la primera opción es un atajo que acorta el camino del encuentro entre las ideas y el hombre que piensa, pero de que serviría que cada hombre “produjese” sus propias ideas si no hay quién las lea. Entonces concuerdo usted en que algunos son legisladores y otros obreros. ¿Y cómo saber a qué grupo se pertenece?
    Me gustan mucho sus vídeos y he visto pocos porque he leído poco, pero en esta cuarentena espero servirme de sus vídeos conforme avance en las lecturas.

    • Darin · 03/08/2020 Responder

      Hola Emma. Me da gusto que este vídeo te haya hecho pensar. De eso se trata! Un abrazo

  12. RAMIREZ MARTINEZ LUIS FERNANDO · 22/06/2021 Responder

    Creo que este video es uno de esos que te impulsan a decir “es suficiente por hoy” y no solo por hoy, sino por varios días. Hoy no soy un filósofo tal vez lo fuí, obrero, hace varios años cuando no era si quiera licenciado en filosofía y no me había alejado tanto de ella por mi trabajo académico como docente y ahora peor como directivo.

    Gracias porque hace años no me sentía tan cuestionado

  13. Laura Elena · 02/09/2021 Responder

    ¡Gracias Darin!

    Es un chispazo de luz, cada video

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