El paradigma de la complejidad, pt. 1/3

Hoy introducimos los estudios de la complejidad, tema muy popular hoy en día. Sigo la exposición del excelente libro de Paul Cilliers “Complexity and Postmodernism: understanding complex systems”.

Guión

 En los últimos 10 ó 15 años, la complejidad se ha vuelto un tema muy popular. Casi todas las secciones de tu librería local tiene títulos al respecto: la complejidad y la sociología, la arquitectura, el conocimiento, la antropología, la física, administración de negocios, ¡incluso la complejidad y el deporte! La verdad, no estoy muy seguro qué tiene que ver la complejidad con el deporte, pero cierto es que muchos han encontrado en las así llamadas ciencias de la complejidad un modelo muy potente y fructífero para entender la naturaleza de toda una gama de fenómenos desde el cerebro y el lenguaje hasta la sociedad, la economía, y el internet.
¿Y la filosofía? ¿De qué sirve un estudio de este tema de la complejidad para el filósofo? Como veremos, sirve de mucho. Si te das cuenta, una buena parte de la historia de la filosofía y también de la propia ciencia consiste en un intento de reducir la complejidad de la experiencia a algo sencillo. Teorías filosóficas, como las Ideas de Platón, la sustancia de Aristóteles, el sujeto trascendental de Kant, etc., explican fenómenos o conductas complejas al reducirlos a esencias o principios básicos. ¿Has oído hablar del debate modernidad/posmodernidad? Se caracteriza, de forma muy simplista, de la siguiente manera. Por un lado, hay personajes como Descartes, Leibniz, Kant y Hegel, que hacen metafísica de forma absolutista y universalista. Conjuran un esquema sencillo que lo explica todo. Y por el otro lado están los posmos: Nietzsche, Heidegger, Derrida, y Foucault. De distintas formas, estos autores tratan de mostrar que la pretensión de totalidad falla como consecuencia de la propia estructura de los sistemas que analizan. Hay una ilustración perfecta de todo esto en la obra de Robert Nozick. En el prefacio de su libro Anarquía, Estado y Utopia dice:

“Una forma de actividad filosófica es como empujar y llevar cosas para que encajen dentro de algún perímetro establecido de forma específica. Todas esas cosas están afuera, y tienen que embonar. Usted presiona y empuja el material dentro del área rígida, metiéndolo dentro de los límites de un lado e hinchando el otro. Corre a la vuelta y presiona la vejiga inflada, produciendo otra en otro lado. Así, usted presiona, empuja y corta las esquinas de las cosas de modo que encajen, y oprime hasta que, finalmente, casi todas ellas, más o menos vacilantes, entran. Aquello que no lo logra es arrojado lejos, de modo que no vaya a notarse. Rápidamente, encuentra usted un ángulo desde el cual el objeto muestra un ajuste exacto y toma una instantánea, colocando el obturador en rápido, antes de que algo se hinche notoriamente. Después, de regreso en el cuarto oscuro, retoca los rasgones, roturas y jirones del material del perímetro. Todo lo que resta es publicar la fotografía como una representación de cómo son exactamente las cosas, haciendo notar cómo nada encaja apropiadamente en ninguna otra forma”.

¡Es buenísimo! ¿no? Seguro ves los puntos de comparación. Los modernos son los que tratan de meter todo en una caja delimitada, y los posmos, al jalar un poco los rasgones y jirones, muestran cómo inevitablemente las cosas salen de golpe de sus confines. Si te das cuenta, al hablar yo de los “posmos”, estoy haciendo precisamente eso que comenta Nozick de meter una diversa gama de cosas, en este caso autores, en una sola caja nítida, como si todos compartieran una esencia a la que se podrían reducir. En conversaciones sobre los así llamados posmos, esa esencia viene siendo que para los posmos “todo se vale”. Eso es ridículo. No vas a encontrar esa afirmación en Foucault o en Derrida, ni como consecuencia de su pensamiento si lo estudias cuidadosamente. Entonces, cuando sientes la tentación de usar la palabra “posmoderno”, piénsalo dos veces y trata de hablar de un autor específico, citando algo de su obra.
En fin, este vídeo no trata del pensamiento de Nietzsche y compañía. Se trata del estudio de sistemas complejos. Por economía mental y eficiencia en el razonamiento, tenemos que agrupar o clasificar las cosas, es decir, reducir la complejidad, pero con ciertas cosas hay que tener cuidado. El punto de todo lo que acabo de comentar es que puede que haya fenómenos que sean realmente complejos que no puedan explicarse con un solo cuento o metarelato como le llamaba Lyotard. A lo mejor, hay que abordar fenómenos complejos en toda su complejidad. Si quieres criticar a Kant y Hegel desde Derrida y Foucault, eso está muy bien. Pero el punto de este vídeo es que también se puede hacer desde los estudios contemporáneos de la complejidad. En vez de acudir a ideas platónicas, un dios, o un sujeto trascendental para dar cuenta de la organización y comportamiento de cosas como la cognición humana o los movimientos sociales por ejemplo, encontraremos que los sistemas complejos cuentan con recursos inmanentes que pueden llevar a cabo esas funciones. Bueno, sé que de momento todo esto suena un poco … complejo, pero prometo que cobrará sentido muy pronto.
Pues lo primero que debemos hacer es esclarecer un poco lo que queremos decir por la palabra “complejo”. Antes que nada, es un adjetivo; describe algo. Ese algo que describe es un sistema. En lo sucesivo, estaremos hablando de sistemas complejos. Un sistema es un conjunto de partes o elementos conectados entre sí formando así una totalidad, la cual produce algún efecto o realiza alguna función. Mi cafetera es un sistema en este sentido; varias partes conectadas entre sí que llevan a cabo una función, una de la que dependo todos los días. Sin embargo, no es un sistema complejo, sino sólo complicado. ¿Por qué? Porque la conducta del sistema es algo que puede describirse al describir la naturaleza y funcionamiento de sus partes. En otras palabras, el sistema no es más que la suma de sus partes. Aviones y super computadoras hacen cosas maravillosas, pero son simplemente complicados porque un conocimiento exhaustivo de sus partes basta para dar cuenta de su conducta.
Los sistemas complejos son diferentes. Sí, son compuestos de muchas partes, pero la manera en que estos componentes interactúan entre sí, y la interacción también del sistema en su totalidad con el entorno, rebasa el conocimiento que podría derivarse de un mero análisis de las partes. En un sistema complicado, como el avión, los componentes y sus conexiones son fijos. En un sistema complejo, como el cerebro humano, los componentes (o sea, las neuronas) pueden cambiar las conexiones entre sí, debido por ejemplo al aprendizaje. Esta capacidad de auto-organización es una marca distintiva de los sistemas complejos. Otra característica importante es que exhiben propiedades emergentes. En el caso del cerebro, la consciencia es la propiedad emergente. Emerge a partir de la compleja relación de las neuronas entre sí y no es reducible a ellas. Por tanto, se dice que los sistemas complejos son más que la suma de sus partes.
Si un sistema es más que la suma de sus partes, entonces eso representa un desafío al modo de comprensión que procede mediante el análisis de las cosas. La palabra “análisis” proviene de un verbo que significa “aflojar”. Su sentido filosófico-científico es el de aislar los elementos de algo para entender cómo funciona. Sin embargo, si se trata de un sistema complejo donde la íntima relación de las partes da cuenta de la totalidad, entonces al cortar esas relaciones analíticamente, uno destruye la misma cosa que quiere entender. Entonces, si no tiene sentido estudiar elementos aislados, fijémonos en la naturaleza de las relaciones que guardan. En lo sucesivo, vamos a enumerar nueve características generales de los sistemas complejos en este sentido.

1. Los sistemas complejos constan de un gran número de elementos. ¿1000? ¿100,000? ¿1,000,000? No hay un número mínimo. Un avión Boeing 747 tiene seis millones de partes, pero el cerebro humano tiene cien mil millones de neuronas. En general, al tratarse de un número relativamente pequeño de elementos, la conducta del sistema puede describirse de forma convencional, en términos mecánicos de causa y efecto. Los sistemas complejos tienden a ser sistemas orgánicos, o sea, biológicos, psicológicos o sociales, a diferencia de sistemas meramente complicados que suelen ser inorgánicos, como el avión o la cafetera.

2. La gran cantidad de elementos es una condición necesaria pero no suficiente, como acabamos de ver con el avión. O como se puede ver también en los granos de arena en una playa. La playa no es un sistema complejo porque los granos no interactúan entre sí. Sí, están en contacto físico, pero su relación no es dinámica; no proporciona algún medio a través del cual puede cambiar sobre el tiempo.

3. Entonces, tenemos muchos elementos que interactúan entre sí de forma dinámica sobre el tiempo. Además, esta interacción es penetrante en sus efectos, es decir, cualquier elemento influye en muchos más y es afectado por varios otros.

4. Las interacciones entre los elementos son no-lineales. En mis vídeos sobre la teoría del caos hablamos de la no-linealidad. Significa que la relación de causa y efecto no es proporcional, sino que pequeñas causas pueden tener grandes efectos. Si las relaciones fueran únicamente lineales, la complejidad no surgiría.

5. Las interacciones son, además, recursivas, es decir, el efecto que un elemento realiza puede volver a afectar a ese mismo elemento. Este fenómeno se conoce también como la retroalimentación. Ésta puede ser positiva, es decir, estimula al elemento a seguir actuando de esa forma, o negativa, donde inhibe o frena la actividad de ese elemento.

6. En lo general, los sistemas complejos son abiertos, es decir, interactúan con su entorno, lo cual provoca adaptación y re-organización del sistema mismo. Los sistemas complicados tienden a ser cerrados. Los contornos del avión son muy marcados con respecto a su entorno, pero los de un sistema económico, por ejemplo, no. Los límites de éste no son inherentes al sistema, sino que son una función de la descripción del sistema, es decir, depende de la posición del observador del sistema.

7. Los sistemas complejos operan bajo condiciones lejos del equilibrio. Un sistema en equilibrio es uno en el que fuerzas rivales están balanceadas o canceladas. Por ejemplo, tienes hambre y comes algo, o tienes una duda y la resuelves. Uno alcanza un estado de equilibrio. Pero si uno jamás volviera a tener hambre o a tener una duda, o sea, estar desequilibrado, el cuerpo dejaría de contar con la energía que necesita para reproducirse y vivir, y la mente dejaría de tener el flujo de ideas y cuestionamientos que constituyen su actividad y vitalidad. En los estudios de sistemas complejos, el equilibrio es sinónimo de la muerte.

8. Los sistemas complejos tienen una historia. No permanecen estáticos, como la cafetera, sino que evolucionan sobre el tiempo. Su pasado, su historia, es necesario para entender su estado actual. Aquí vemos un reflejo del debate entre el estructuralismo y el pos-estructuralismo. Para Saussure, por ejemplo, el lenguaje como sistema es ahistórico. Lo compara con el ajedrez. En un juego de ajedrez, para saber cómo pueden moverse las piezas, no es necesario saber la historia del juego hasta ese momento. Sólo hay que acudir a las reglas. Éste es un análisis que se llama sincrónico. Los pos-estructuralistas, en cambio, son diacrónicos en su análisis. Para ellos, como para los sistemas complejos, la historia del sistema incide de forma importante en su funcionamiento actual.

9. La última característica general de los sistemas complejos es el hecho de que los elementos del sistema ignoran la conducta del sistema en su totalidad. Es decir, el comportamiento de un elemento va en función de la información que recibe de su entorno inmediato y no del sistema en su totalidad. Recuerda que la complejidad es un fenómeno que emerge a partir de muchos elementos interactuando entre sí con todas las características que hemos visto hasta ahora. Si un solo elemento supiera, por así decirlo, el patrón global del sistema, entonces la complejidad del mismo estaría presente en ese elemento. Pero no es así. Volviendo al cerebro y sus elementos, las neuronas, está claro que la consciencia humana no se encuentra en una sola neurona, sino que es un fenómeno complejo que emerge a partir de todas interactuando entre sí. O toma el ejemplo de agua. Imagínate que pudieras reducirte al tamaño de uno de los átomos de hidrógeno o oxígeno que lo compone. Ahí entre los átomos ¿encontrarías agua? Por supuesto que no. El agua no reside en los elementos que lo componen, sino que es un fenómeno que emerge a partir de su interacción.
Bien, vamos a aplicar estas características a un ejemplo concreto, la economía. ¿Cuáles son los elementos que componen el sistema económico? ¿Las monedas y los billetes? ¿Los seres humanos que compran y venden? ¿Los bancos e instituciones gubernamentales? Pues, depende de lo que nos interesa saber. Si nos acercamos mucho al sistema de modo que veamos el flujo de cada centavo, a lo mejor nos abrume tanta información y se pierdan patrones significativos más globales. Si nos alejamos para ver y considerar la actividad de grandes instituciones financieras, a lo mejor se pierdan detalles interesantes. Centrémonos entonces en el agente económico, el ser humano, y delimitemos el sistema a los contornos de un solo país. Recorriendo las nueve características, podríamos comentar lo siguiente:

1. Los elementos del sistema económico, los agentes económicos, son sin duda muy numerosos, varias millones de personas.

2. Interactúan entre sí de forma dinámica al comprar y vender bienes, pedir préstamos, invertir, etc. Y son relaciones que cambian constantemente ya que el mismo elemento puede actuar de estas diversas formas en diferentes momentos.

3. La interacción de los elementos es penetrante. Cada uno tiene contacto con muchos elementos más y de diferentes tipos: tiendas, bancos y otro agentes económicos.

4. La interacción, especialmente en una economía capitalista, es no-lineal. El dinero, por ejemplo, al invertirse, puede recibir un interés compuesto, o si se trata de comprar acciones en una compañía justo antes de que se disparan su valor, una pequeña inversión puede resultar en un rendimiento significativo.

5. La actividad de uno de los elementos puede retroalimentarse: de forma positiva, por ejemplo, si una buena inversión produce ganancias, o una negativa si uno gasta demasiado dinero en un mes determinado resultando en un déficit en su cuenta bancaria.

6. El sistema económico es, sin duda, abierto. La economía de un país como México no termina tajantemente en las fronteras, sino que se vincula con y es influido por muchos otros sistemas: el sistema político (piensa en el TLC), en la agricultura (y por tanto en el clima), en la ciencia y la tecnología, las relaciones internacionales, etc.

7. La dinámica de la oferta y la demanda hace que cualquier sistema económico opere en un estado de desequilibrio. El constante esfuerzo por alcanzar cierto equilibrio es lo que provoca el flujo constante de mercancías, dinero, productos e información a través del sistema. En otras palabras, una economía siempre está en movimiento, va por arriba, va por abajo, pero nunca es estático.

8. La conducta de un sistema económico es en buena parte una función de su historia. Los precios de hoy dependen en buena parte de los de ayer, por ejemplo.

9. Cada agente económico desconoce lo que hacen todos los demás y por tanto desconoce la conducta del sistema global. Actúa sólo en función de información local. Por ejemplo, si quiere comprar algo pregunta por el precio, pregunta a sí mismo ¿cuánto lo quiero? y reflexiona sobre aquellas cosas que no puede hacer o comprar si lo compra. Sin duda, algunos actores tienen más información sobre patrones globales que otros, pero nadie tiene conocimiento de la totalidad del sistema en un momento dado. Es el agregado de todas estas decisiones individuales lo que compone el sistema económico en su totalidad.

Un último detalle. Los diferentes fenómenos que pueden apreciarse en un sistema económico como individuos, tiendas, bancos, tratados internacionales, organismos gubernamentales o el mismo Fondo Monetario Internacional, no son diferentes tipos de cosas, ontológicamente hablando. Hay un elemento básico, que en este caso es el agente económico, el ser humano. Las demás cosas que comentamos son fenómenos que emergen a partir de las interacciones del elemento básico.
Muy bien, lo que hemos discutido hoy nos da una idea de la naturaleza de los sistemas complejos, en sentido cualitativo, pero ¿cómo puede medirse la conducta de estos sistemas? En el próximo vídeo, veremos muy interesantes estrategias que se han desarrollado para tratar el fenómeno de la complejidad cuantitativamente.

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30 Comments

  1. Esther · 04/09/2017 Responder

    Muy buena explicación sobre la complejidad a través de tus ejemplos, Darin.
    Muchas gracias!

  2. Aelexander Vernon. Scott · 04/09/2017 Responder

    Nuevamente asistimos a una atrayente exposición, donde el interés del tema desarrollado se articula con la claridad expositiva del conferenciante.
    – – – – –

  3. DELIA MARIA RODRIGUEZ FERNANDEZ · 09/09/2017 Responder

    Excelente
    Me encanto el ejemplo utilizado del sistema económico y los nueve (9) aspectos de los sistemas complejos. Esto me llevo a pensar en el sistema educativo y si la evaluación es un sistema dentro del sistema educativo o solamente una actividad instrumental para valorar los procesos en el sistema educativo.
    Gracias
    Delia Rodríguez

  4. Eduardo Cittadini · 09/09/2017 Responder

    Muchas gracias por compratir videos tan didácticos!
    Cuándo saldrán los siguientes videos sobre complejidad?

  5. Rodrigo Arce Rojas · 10/09/2017 Responder

    Estimado Darin: Excelente explicación de los sistemas complejos de manera didáctica, amigable y efectiva. Gran aporte que agradezco. Cordialmente, Rodrigo

  6. Hamilk Chahin · 13/09/2017 Responder

    Buen día Darin.
    Soy Hamilk Chahin de la República Dominicana.
    Tengo varios años siguiendo La Fonda y unos pocos meses suscrito, no soy lo que se puede definir como un experto en materia tecnológica, pero hago mi mejor intento.

    Produzco el programa de radio Foro Ciudadano en la emisora de mayor audiencia del pais, con seguidores en todo el mundo.

    El propósito es el fomento de la conciencia sociopolítica. Nos gustaría establecer contacto contigo para un intercambio de impresión y explorar la posibilidad de transmitir cápsulas por esta vía.

    Somos un proyecto de casi 8 años, con sentido social.

    Agradecemos tus aportes.

    • Darin · 13/09/2017 Responder

      Hola Hamilk. Con mucho gusto autorizo la transmisión del audio en su programa de radio 🙂

  7. Julian perez duarte · 27/09/2017 Responder

    Gracias!!!!!!

  8. Gabriel Hernando · 14/11/2017 Responder

    Como siempre una gran explicación. Muchas gracias

  9. BERNARDO · 30/01/2018 Responder

    HOLA DARIN
    PODRIAS ADJUNTAR BIBLOIGRAFIA PARA PROFUNDIZAR

  10. Gerardo · 24/02/2018 Responder

    Hola Darin, excelente presentación. Solo me queda una duda, los nueve aspectos que presenta sobre los sistemas son derivados de las caracterizaciones de Holland o cuál es la referencia sobres los aspectos que comenta ?
    Gracias y saludos

  11. Temístocles Muñoz López · 26/10/2018 Responder

    Hola Darin, me gustaría que abordaras el tema de la Emergencia. tengo la idea de que hay 5 grandes Metateorías en Teoría de la Ciencia, que de alguna manera explican el desarrollo, o al menos así me parece aún sin sistematizarlas completamente, a saber, la Teoría de Sistemas, Los sistemas alejados del equilibrio (Ilya Prigogine), la Teoría del Caos y la Teoría de la Complejidad.
    Gracias

  12. Werenshon Ramos Gonzales · 22/01/2019 Responder

    Saludos, felicitaciones.

  13. Mario · 23/12/2019 Responder

    Hola Darin ¿Estás diciendo que la persona humana es un “sistema complejo”? La LIBERTAD ¿es para vos una propiedad que emerge del “sistema complejo” que es la persona humana? Si los agentes de un sistema son LIBRES, entiendo que es imposible predecir cualquier comportamiento individual o colectivo. Pero no estoy seguro. Necesito de tu opinión porque las implicancias de todo esto pueden ser inquietantes. Saludos!

    • Darin · 26/12/2019 Responder

      Hola Mario. Desde este punto de vista, no hay sustancias en sí mismas, no hay alma que tuviera semejante cosa como la libertad. La ventaja de ver fenómenos como seres humanos como sistemas complejos es que su naturaleza no está determinada, puede variar con la variación y articulación novedosa de los elementos que lo componen, lo cual podría tomarse cómo base para entender la posibilidad de la libertad.

  14. Julián Jiménez · 18/06/2020 Responder

    Hola, de lo que habla Nozick se llama “la cama de Procusto” , una manera de argumentar basta te usara.
    Un saludo.

  15. Patricia · 23/08/2022 Responder

    Interesantisima serie sobre caos y complejidad Darin. Temas fascinantes pero nada sencillos que con tu magnífica capacidad didáctica se hacen accesibles. Gracias como siempre maestro

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