Kant, lo bello y lo sublime, pt. 1/6

La crítica del juicio tuvo un enorme impacto en el romanticismo y en la estética en general. Aquí se revisan las ideas básicas de su planteamiento.

Guión

Cualquiera que estudia la carrera de filosofía lee en algún momento La crítica de la razón pura y/o La crítica de la razón práctica, donde Kant habla de los juicios científicos y éticos, de lo verdadero y de lo bueno.  Pero pocos llegan a leer La crítica del juicio.  ¿Qué dice sobre lo bello?  Aquí me gustaría revisar las ideas básicas de este libro tan sugerente e interesante.

Antes de empezar, hay que saber que sus reflexiones sobre lo bello y lo sublime forman una parte integral de su proyecto en general.  Para entender bien lo que dice sobre lo bello es importante entender qué pretende en su proyecto filosófico general  Entonces, ¿en qué consiste este proyecto?  Pues, empecemos con la palabra “crítica” ya que se encuentra en los títulos de sus tres libros más importantes.  Para Kant, “crítica” significa un examen del alcance y los límites de nuestros poderes cognitivos.  Semejante examen es necesario para determinar hasta donde es posible la metafísica.

Ohhh, “metafísica”, ¿qué significa eso?  ¿Qué es lo que busca el pensamiento metafísico?  Para empezar, no es ni esto, ni esto.  Para Kant la metafísica busca verdades sobre el mundo que no sean empíricas, o sea, que no dependan de la experiencia.  Si una verdad depende de la experiencia entonces sería contingente.  “Está lloviendo” es semejante proposición cuya verdad determinamos acudiendo a la experiencia.  Lo que la metafísica busca son verdades necesarias y a priori.  No es necesario que esté lloviendo ni a priori porque tenemos que experimentarlo para confirmarlo.

Estas verdades metafísicas tienen que ver las más de las veces con cuestiones del espacio y el tiempo, el orden en la naturaleza, nuestra propia naturaleza, el libre albedrío, la posibilidad de la moralidad, Dios, etc.  A lo largo de la historia un sinnúmero de cosas distintas se ha dicho sobre estos temas, las más de las veces de forma dogmática, sin fundamentación argumentativa.  Para evitar que la reflexión sobre estos temas sea dogmática y salvajemente especulativa hace falta precisamente una crítica, en el sentido kantiano.  No te subirías a tu coche y en el camino saltar de repente hacia un barranco esperando poder volar.  ¿Por qué?  Porque conoces los límites de tu coche, de lo que es capaz.  De igual manera Kant dice que tenemos que conocer los límites de nuestra razón para no sobrepasarlos e irnos hacia el barranco del dogmatismo.

Además de ser a priori, estas verdades tienen que ser sintéticas, es decir, proposiciones que afirman más de sus referentes de lo que puede derivarse de un mero análisis de sus conceptos.  “Ningún soltero es un hombre casado” es una típica proposición analítica porque el concepto de no estar casado está implícito en el concepto de soltero.  Kant busca verdades que afirmen más de lo que está lógicamente implícito en el concepto, pero que también en el momento de afirmarse no tengan que acudir a la experiencia.  Para esclarecer, veamos las posibles combinaciones.  Proposiciones cuyo predicado no está lógicamente implícito en el sujeto son sintéticas y las que sí son analíticas.  Proposiciones cuya enunciación dependen de la experiencia son “a posteriori”, las que no son “a priori”.   Las proposiciones sintéticas a posteriori son las de la ciencia natural: “Está lloviendo” o “La luz viaja a 300.000.000 de metros por segundo”.  Las analíticas a priori son las del tipo “Ningún soltero es un hombre casado.”  El tipo de proposición que le interesa a Kant son las sintéticas a priori, o sea, las que amplían nuestro conocimiento del mundo, haciéndolo sin recurrir a la contingencia de la experiencia.

Así que, la tarea fundamental de la filosofía para Kant es la de dar cuenta de la posibilidad de juicios sintéticos a priori.

Esta tarea la lleva a cabo en sus tres críticas.  En la primera, da cuenta del conocimiento científico necesario y universal, en la segunda, mediante el imperativo categórico, da cuenta de la necesidad y universalidad moral de ciertos actos, y en la tercera da cuenta de la posibilidad de juicios estéticos universales y necesarios.  Entonces, con esto entendido, pasemos a ver la obra misma.

 

La Crítica del Juicio está dividido en dos partes, la primera sobre el juicio estético y la segunda sobre el juicio teleológico.  Vamos a ocuparnos sólo de la primera parte sobre estética.  Esta parte está a su vez dividida en dos, una que se ocupa del análisis de lo bello y otra sobre lo sublime.  Kant aborda su análisis de lo bello dividiéndolo en cuatro secciones o momentos, cada uno tratando un aspecto o característica distinto de los juicios de gusto.  Veremos que estos juicios son desinteresados, universales, que tienen una finalidad sin fin, y que son necesarios.

Creo que todos estarían de acuerdo que en el mundo que la ciencia describe hay proposiciones verdaderas y falsas, y para muchos, en cuanto al mundo de acciones que la ética trata hay cierto rango de actos que pueden juzgarse como universalmente buenos y malos.  Pero cuando llegamos a la estética parece predominar la sabiduría popular de que “Con el gusto se rompen géneros”.  Esta idea se expresa en una frase latina que dice, “De gustibus non disputandum est” lo cual significa que sobre el gusto no se puede disputar.  Cada quien con su gusto.  Hay que tener claro que Kant no está de acuerdo con esto.  Va a tratar de dar cuenta de la posibilidad de juicios estéticos universales y necesarios.  Para que veamos que esta meta de Kant resuena con nuestra experiencia común consideremos lo siguiente.  Aquí vemos una construcción arquitectónica en la República Dominicana.  Aquí hay otra construcción muy famosa que todo el mundo dice es bellísima.  ¿Existe alguien que diría que esta casa es más bella que el Taj Mahal?  No creo.  ¿Cómo puede explicarse esta gran diferencia de opinión?  En La crítica del juicio Kant tiene una propuesta que veremos a continuación.  En todo lo que sigue verás en el ángulo superior izquierdo de la pantalla un número indicando la sección del texto de Kant en que voy.

Bueno, Kant empieza en la primera sección al hacer una distinción importante.  Imaginemos una flor de la que hacemos una presentación mental.  Si, mediante el entendimiento, referimos esta presentación al objeto externo, esto da pie a una cognición, mediante la cual podríamos hablar del tamaño de la flor, su color, etc.  Pero si queremos decidir si es bella o no, no hacemos eso.  Más bien referimos la presentación al sujeto y a su sentimiento de placer o desplacer.  Un juicio hecho así no es lógico sino estético.  Cuando decimos “la flor es bella” la base que lo determina no es objetiva sino subjetiva.

En el resto de este primer momento de su análisis de los juicios de gusto Kant quiere establecer que tales juicios, cuando sean puros, son totalmente desinteresados.  Hace un momento vimos que cuando juzgamos algo estéticamente referimos la presentación de la cosa al sujeto y a su sentimiento de placer o desplacer.  Desde luego, experimentar algo como bello es placentero, da una profunda sensación de satisfacción.  Lo que quiere sostener Kant es que la satisfacción que determina un juicio de gusto no puede encerrar interés alguno.  Para él, el interés es lo que llamamos la satisfacción que relacionamos con la presentación de la existencia de un objeto.  Por ejemplo, no se permite que uno de los jueces en un concurso de belleza sea esposo o pariente de una de las participantes porque habría precisamente un conflicto de intereses.  El esposo de una de ellas no podría contemplar la mera presentación de su esposa porque el juicio que emitiría sobre su belleza iría ligado a un interés en la existencia del objeto (su esposa) y todo lo que eso implica.  Para Kant, los juicios de gusto tienen que ser desinteresados.  Para que sean puros e imparciales, no deben inmiscuir el más mínimo interés en la existencia del objeto.

Habla de dos formas que el interés puede tomar: un interés en lo agradable y también en lo bueno.  Un objeto que encontramos agradable puede despertar un interés y así impedir un juicio puramente estético.  Por ejemplo, el ver este Mercedes podría producir una sensación placentera por el deseo que tengo de tener estatus social y de hacer que la gente me mire y que me tenga envidia.  Dice Kant que lo agradable produce una satisfacción condicionada patológicamente por estímulos.  Si la satisfacción que siento en un objeto es condicionada así, no estoy juzgando estéticamente.

Un interés puede despertarse también al fijarse uno en si un objeto es bueno o no.  Dice Kant, “Bueno es lo que, por medio de la razón y por el simple concepto, place.”  La utilidad de algún objeto que contemplamos puede producir una satisfacción, pero para determinar su utilidad hay que fijarse en el concepto de su fin.  ¿Qué tipo de cosa es?  ¿Para qué sirve?  Este concepto de su fin produce una satisfacción por la existencia del objeto y por tanto encierra algún interés.

El punto para Kant es que, para encontrar belleza en algo, no es necesario pensar en su fin.  Un biólogo sabe el fin de las flores en el proceso de polinización, pero el concepto de ese fin es irrelevante para poder juzgar las flores como bellas.

A diferencia de todos estos ejemplos que hemos visto, un juicio de gusto es meramente contemplativo, un juicio que es indiferente a la existencia del objeto.  La satisfacción o placer que se siente cuando juzgamos algo como agradable, bueno, o bello, no son tres distintos tipos de placer sino tres formas distintas en las que las representaciones de los objetos pueden relacionarse con la sensación de placer.

Lo agradable es lo que nos deleita; despierta una inclinación patológica en el sujeto.  Lo bueno es lo que apreciamos o aprobamos, aquello al que atribuimos un valor objetivo.  Lo bello es lo que simplemente nos place.  Este tipo de juicio es libre mientras que lo otros dos no lo son porque encierran un interés que nos obliga.  Imagínate alguien que tuviera mucha sed.  Le toca ser un juez en un concurso de vinos.  Como comenta Kant, la hambre es la mejor salsa.  Si el juez no sacia primero su sed no se podría decir que esté seleccionando según el gusto.

Al final de cada uno de los cuatro momentos que constituyen su análisis de lo bello Kant emite una especie de resumen de lo visto en las secciones anteriores.  Terminando este primer momento dice: “Gusto es la facultad de juzgar un objeto o una representación mediante una satisfacción o un descontento sin interés alguno.  El objeto de semejante satisfacción llámase bello.”

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43 Comments

  1. TULIO MENDOZA · 30/03/2013 Responder

    Dr. Darin, soy alumno de la fac. de filosofía (lo más probable me recuerde porque hemos intercambiado diálogos y es usted mi tutor) y estos vídeos acerca de Kant y la crítica del juicio me ha ayudado a comprender más el texto original. Muchas gracias doctor.

    • Darin · 31/03/2013 Responder

      Hola Tulio. Me alegro que te hayan servido. Es como un tutoría virtual, verdad? Jaja. Hasta pronto

  2. Cristhian · 22/04/2013 Responder

    Hola, profesor. Disculpe mi atrevimiento, pero creo haber identificado un vacío en la exposición. Al presentar aquí el sistema completo, nos brinda ejemplos de los distintos tipos de juicios, pero cuando se refiere al juicio sintético a priori nos quedamos esperando el ejemplo.
    Espero no haber sido impertinente y extiendo mis disculpas al los demás visitantes de La fonda.

    • Darin · 22/04/2013 Responder

      Hola Christhian. Ninguna impertinencia, al contrario, me agrada que pusiste atención en el vídeo como para pensar que hubo un lapso! Pues sí, di varios ejemplos, de diferentes tipos de proposición menos las sintéticas a priori, no sé por qué. Ejemplos serían las verdades de las matemáticas (el ejemplo de Kant es 7 + 5 = 12) o de la física (las leyes de Newton) etc. Son sintéticas porque el predicado no está implícito en el sujeto (12 no puede derivarse a partir de un análisis de la naturaleza de 5 y 7), y son a priori porque no tenemos que acudir a la experiencia para saber que se dan. Espero que esto te ayudó!

  3. JONATHAN CHAMORRO · 14/08/2013 Responder

    ME PODRI MANDAR POR FA EL RESUMEN DE LOS VIDEOS A MI CORREO.

    • Darin · 14/08/2013 Responder

      Hola Jonathan. Si te refieres a los guiones, la liga para descargarlo está debajo de cada vídeo.

  4. Janeth · 17/09/2013 Responder

    hola me gustaría saber que es el arte para kant… por favor

    • Darin · 18/09/2013 Responder

      Para Kant, el arte, el objeto artístico sobre el que un juicio de gusto se hace, es un objeto producido por un genio (obviamente sin regla, y encerrando una finalidad sin fin) capaz de mantener a las facultades del conocer (la imaginación y el entendimiento) en un juego libre entre sí. Dicho juego es lo que prodcue el placer y en base al cual juzgamos el objeto como bello. Definición muy técnica pero así es Kant. En las secciones 43 y 44 de La crítica del juicio habla muy accesiblemente de la disitnción del arte bello de otro fenómenos.

  5. Martha · 28/04/2014 Responder

    Profesor, tendría la posibilidad de poder explicar sobre la crítica de la facultad de juzgar teleológica? Me urge para una exposición, y la verdad, Kant me resulta bastante difícil, debido a su pensamiento lógico, y yo lastimosamente no tengo una buena base de lógica.
    Gracias

    • Darin · 28/04/2014 Responder

      Hola Martha. Es una respuesta que llevaría algo de tiempo, la verdad no lo puedo hacer aquí y además no tengo muy fresco lo que dice al respecto. Dado que no tiene que ver ese asunto con estética propiamente hablando, no lo toqué. A lo mejor encuentres más información en internet. Suerte y un abrazo!

  6. camila · 01/12/2014 Responder

    Hola profesor podría darme ejemplos de algo sublime y ejemplos de algo bello… Si no seria molestia
    Saludos!

    • Darin · 01/12/2014 Responder

      Algo bello podría ser la escultura de Miguelangelo que se llama “David” y algo sublime podría ser un tornado o la noche estrellada. Ahora, a ver si puedes decirme por qué esas cosas son bellas y sublimes.

  7. gerardo magdaleno · 02/02/2015 Responder

    hola profesor nos interesaría saber las diferencias entre lo bello y lo sublime según la arquitectura.
    gracias

    • Darin · 02/02/2015 Responder

      Hola Gerardo. Es muy amplia tu pregunta; no sabría cómo contestarla. Por qué no trates de darme unos ejemplos arquitectónicos de lo bello y lo sublime y puedo dar mi opinión al respecto.

  8. Eduardo Oliver Rozalén · 10/02/2015 Responder

    Muy buenas tardes desde Granada (España), profesor.

    Le escribo en la recta final del periodo de exámenes de este cuatrimestre, cumpliendo una promesa que me hice a mí mismo después de ver sus vídeos sobre lo bello y lo sublime en Kant. Esta promesa era una promesa de gratitud y reconocimiento.

    Quizás le alegre saber que en España ya tiene un buen séquito de estudiantes que le seguimos con atención por su generosidad (al grabar sus explicaciones para compartirlas con los demás), por su dedicación (al esforzarse en clarificar con ejemplos y un lenguaje accesible a todos términos y tesis tan complejas como las de Kant) y por su vocación (porque cuando a uno le apasiona algo, esto es algo notoriamente perceptible para los demás).

    Por todo ello, muchas gracias: por su generosidad, por su dedicación y por su vocación. Tiene usted nuevos alumnos al otro lado del charco.

    • Darin · 10/02/2015 Responder

      Qué lindo mensaje me escribes Eduardo, ¡gracias! Cuando empecé este proyecto no pensaba en ustedes al otro lado del charco sino de mis alumnos aquí en la uni. Me alegro mucho saber que mi esfuerzo llegue más allá de mi pequeña comarca. ¡Un fuerte abrazo!

  9. Alicia Cárdenas · 07/06/2015 Responder

    Hola profesor me gustaría saber exactamente, que era lo bello según Kant. Muchas gracias.

    • Darin · 07/06/2015 Responder

      Hola Alicia. Escribes esta pregunta apenas en el primer vídeo de la serie. En vez de que te lo explique aquí, más fácil que veas los demás vídeos de la serie ¿no?

  10. angel · 27/11/2015 Responder

    Muy buena esta serie! gracias por compartir tu saber. saludos!

  11. Marianela · 28/01/2016 Responder

    Hola Profesor ¿me podría explicar qué es lo sublime y qué lo diferencia de lo bello? por el ejemplo que da, ¿lo sublime tiene mas que ver con la naturaleza, o con lo inconmensurable?

  12. juan ramon ferrio · 24/04/2016 Responder

    Darin, todos los hombres son mortales seria un juicio sintetico a priori? que diferencia hay con todos los cisnes son blancos? gracias

    • Darin · 25/04/2016 Responder

      Hola Juan. Si “Todos los hombres son mortales” es un juicio necesario y universal, entonces es sintético a priori. Para Kant las leyes de la física y las verdades de la geometría y la matemática son de este tipo. No sé si “Todos los hombres son mortales” sería igual. Hasta el momento es un juicio universal (todos los hombres han muerto), ¿pero es necesario? Si no, entonces sería el mismo tipo de juicio como el de los cisnes. Si sí, entonces sintético a priori.

      • juan ramon ferrio · 25/04/2016 Responder

        Gracias Darin por tu respuesta, pero veo la misma limitacion inductiva para todos los hombres son mortales, que para todos los cisnes son blancos, Aristoteles assume que para que um sigolismo sea posible , devem existir presupuestos iniciales que no precisem ser demostrados empirica, me pregunto si realmente existen estos presupuestos

        • Matías · 18/06/2023 Responder

          Es evidente que el silogismo debe demostrar el carácter lógico de las premisas para su deductibilidad, pero claro, la predicación que se atribuye al hombre como un “ente finito”, implica que siendo “mortal” está “sujeto” a ella, con lo que sería un juicio analítico, no sintético (no hay que comprobar durante la experiencia si el hombre va a fallecer, ya que todos están expuestos a ella). En otras palabras: esa proposición que anuncias no puede ser sintética a priori, porque ya contiene un “valor de verdad” entre el predicado y el sujeto; pues esto es: el fallecimiento del propio hombre. Por tanto, al ser analítica, también sería deductiva.

          Un ejemplo de una proposición hipotético-deductiva (juicio sintético a priori) sería la siguiente: “Todos los hombres son morenos”. Esta sí sería un ejemplo, como cualquier otra, de su comprobación empírica.

          Saludos.

  13. juan ramon ferrio · 25/04/2016 Responder

    Darin, me gustaria comentar algo que me parece incomodo en el sitio respecto de youtube, aqui quando termine de ver el primer video, la parte uno , esperava que el proximo video fuera la parte dos, pero cuando hago click en next, aparece um video de Nietzsche, apenas um comentario , por si no te habias dado cuenta deste detalle, gracias

    • Darin · 27/04/2016 Responder

      Hola Juan. gracias por comentarme esto, voy a ver si lo puedo corregir. Una pregunta, ¿reproduciste el vídeo en la lista de reproducción o solito?

      • juan ramon ferrio · 27/04/2016 Responder

        Ola Darin, no, lo vi en el sitio, pero despues descubri que hay que retroceder y no adelantar. De nuevo aprovecho para agradecer por tu maravilloso trabajo

  14. ANDERSON · 30/05/2016 Responder

    OLA DARIN PARA USTED QUE ES LA UNIVERSALIDAD DE LO BELLO
    ??

    • Darin · 31/05/2016 Responder

      Hola Anderson. ¿Preguntas si creo que hay una belleza universal? Si es así, pues no creo en ella. ¿O lo preguntas desde Kant?

  15. M. · 21/09/2017 Responder

    querido Darin, le agradezco por desentrañar las teorías de este gran filosofo. tengo una pregunta para hacerle.. le parece que, segun kant, a pesar de no involucrar al deseo y al entendimiento, el juicio estético produce un efecto en el espectador?

    • Darin · 21/09/2017 Responder

      Hola. Claro, la experiencia estética produce una sensación placentera, pero ese placer no dice nada sobre el objeto (entendimiento) ni dice que es lo que se debe hacer hacia el objeto (deseo).

  16. Mina · 08/02/2019 Responder

    Holla! Sigo tus vídeos desde Rumanía. Gracias! Son claras y sugestivas! Los ejemplos con elementos actuales dan relevancia en la actualidad a las ideas filosóficas que tienen tanto tiempo atrás.

    • Darin · 09/02/2019 Responder

      Hola Mina. Que bueno saber que te hayan gustado mis vídeos y que interesante saber que me sigues de Rumanía! Saludos desde México.

  17. Antonio Garrido Hernández · 06/09/2019 Responder

    ¡Hola Darín! Magníficos los vídeos sobre las sutilezas de Kant en su tercera crítica, aunque tengo que decir, medio en broma, medio en serio, que el gusto por los tacos también tienen un punto de “universal”, pues a quien se lo ofrezcas se lo comerá con gusto. ¿Podrías precisarme con brevedad el aspecto reflexivo del concepto estético? En cuanto al sentido común y su carácter de a priori del juicio estético, me extraña que Kant no viera en él justo la presencia de la naturaleza que somos cerrando así el círculo de la relación sujeto-objeto, igual que insinua con la naturaleza del talento artístico.

  18. Antonio Garrido Hernández · 06/09/2019 Responder

    ¡Ah! he disfrutado del carrusel de capítulos que permite ver varios sucesivamente. No sé si es por la sugerencia que te hice o no, pero te lo agradezco enormemente, pues me prefiero sesiones de una hora o más.

  19. Marco Antonio Rodríguez · 30/03/2020 Responder

    Estoy en 4to semestre de la licenciatura en filosofía y uno de mis trabajos o más bien, varios, fue comprender el libro de la crítica de la razón pura, había entendido y muy poco sabía dar ejemplos, sin embargo, quise hacer un proyecto final en la primera unidad sobre “Lo bello y lo sublime” y no pude encontrar mejores explicaciones, que las suyas, Doctor Darin.

    ¡Muchas gracias! Saludos afectuosos desde Michoacán, México.

  20. Mario · 21/07/2020 Responder

    He concluído con los 15 videos de la serie y quise cerrar mi reflexión final en este, el primero / Recorrerlos ha sido una aventura maravillosa / Gracias, Darin / Lo que veo ahora es que para Kant la Belleza es objetiva, esto es, diferentes personas consideran “bella” la misma cosa (una rosa o el Taj-Mahal) / Es decir, la Belleza es un “universal subjetivo” / Hay algo sumamente inquietante que subyace a la belleza para que la belleza sea un universal o un absoluto / Hegel tuvo la valentía de llamarlo Espíritu Universal / Kierkegaard, lo llamó Dios / pero Kant nunca se animó a tanto y lo ocultó bajo el oscuro concepto de Noúmeno, es decir, todo aquello que no puede expresarse o simbolizarse con palabras / La Espiritualidad, la Libertad , la Belleza, Dios, la Creatividad, son todas vivencias universales de los seres humanos que, al no poder expresarse en palabras, Kant las siente fuera de su dominio intelectual (es decir, fuera del estrecho alcance de su racionalismo por momentos naif) y las reúne (y oculta) bajo la denominación de Noúmeno / “La Belleza es a la vez Universal y Subjetiva”, nos está diciendo Kant en este video / Tomemos conciencia de esto: Kant está a un paso de decirnos que “La VERDAD es la SUBJETIVIDAD” / está a un paso de “rendirse” a la genialidad de Kierkegaard pero por algún motivo no lo hace / Personalmente, creo que la cosmovisión de Kierkegaard lo ha captado / No lo admite (en mi especulación fantasiosa ja!) porque los adoradores del culto a la “diosa Razón” (los ilustrados del siglo XVIII) lo han entronizado como su líder y ya son demasiado fuertes como para enfrentarlos (qué hermoso tema para una docu-serie de NETFLIX!) / Después de todo, Kant es un espíritu germánico / y el materialismo ateo tuvo su cuna en Francia, nunca en la Alemania del Sturm und Drang / Gracias por tu trabajo, Darin / Sin tus extraordinarios videos nunca hubiera accedido a la intimidad de los textos de Kant porque,, sencillamente, no los hubiera leído / Gracias!

  21. Esther Escobar Blanco · 13/11/2022 Responder

    Dr. Darin: doy clases de Filosofía del arte en la facultad de música de la UNAM; ¿podría dar ejemplos musicales sobre lo bello, lo agradable y lo sublime?

    • Darin · 14/11/2022 Responder

      Hola Esther. Alguna sinfonía de Beethoven podría ser un ejemplo de lo bello, igual un son jarocho! Pero no podrían ser ejemplos de lo sublime. Lo sublime rompe de forma intuible. En cuanto a lo agradable, pues imagínate que el son se tocara con un arpa, y que el arpa causara en tu cuerpo una sensación fisiológica muy agradable pues. Lo determinante aquí no sería la forma bella del son sino el hecho de que el instrumento produce un placer fisiológico. Si se tocara con un trompeta y ese instrumento te causa dolor a los oídos, pues no sería agradable. En todo caso, si no se juzga en términos de la forma sino en términos de un placer corporal que produce la pieza, uno no está juzgando estéticamente.

  22. Matías · 18/06/2023 Responder

    Darin, buen día.

    Mi nombre es Matías, he sido -y sigo siendo a la espera-, “alumno” del grado de filosofía de la Universidad de Málaga, en Andalucía, España.

    Mi planteamiento iría redactado de la siguiente manera:

    ¿Sería posible tener en cuenta, de entre tantos metafísicos o pensadores que se han dedicado a este tema acerca del arte -y, por ende, la estética como una derivación introspectiva del mismo acto artístico-, a Arthur Schopenhauer por sus aclaraciones acerca de la estética -y no sólo por su ética, tal como explicó-?

    Es evidente que lo que hizo fue, practicamente, un “esbozo” o “tratado” de lo que es el arte, pero el propio Friedrich Nietzsche lo menciona con asiduidad, precisamente, por su visión estética, ya que el “esteta” crea a través de lo que alberga en su inconciente -de todo lo que ha memorizado durante sus experiencias-, pudiendo alcanzar la identificación del “mundo” gracias a esa “liberación” de la que el inconciente comienza a desatarse gracias al propio arte.

    Escrito, entonces, de un modo resumido: si el arte, evidentemente, es un ejercicio de “liberación espiritual” que dota al ser humano, como animal metafísico, de evolución sabiendo que es finito.

    Gracias por los registros almacenados en torno a la explicación de un excelente pensador como Immanuel Kant en su momento.

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