La república de Platón, pt. 5/9

Continuando nuestro examen de La república, revisamos en este vídeo la naturaleza de la clase guerrera y su educación.

Guión

Terminamos el último vídeo con la introducción de los guerreros en la república. Vimos que no se dedican simplemente a un trabajo más sino que constituyen toda una clase nueva. Tenemos entonces la clase de los artesanos y la de los guerreros. Recuerda que la esperanza de Sócrates es que la ciudad que están construyendo sea un modelo a mayor escala del alma humano. Macrocosmos, microcosmos. Al igual que la ciudad, entonces, el alma tiene dos partes, la parte apetitiva (reflejando los artesanos) y la parte irascible (reflejando los guerreros).

Es importante entender la diferencia entre los dos. Si preguntas a casi cualquiera qué es lo que quiere, te dirá dinero, y más dinero. Trabajamos para conseguir dinero, para comprar cosas, para luego consumirlas. Es un ciclo que se repite ad infinitum, un ciclo en el que estamos todos los artesanos.

Gracias a él la vida se reproduce. En este sentido, la diferencia entre nosotros y los animales es casi nulo. Pero el quehacer de los guerreros no puede entenderse en estos términos, como la búsqueda constante de la satisfacción de deseos. Lo que les rige o motiva no es lo económico sino cierto ánimo del espíritu, eso de la irascibilidad. El carpintero hace muebles para venderlos.

El guerrero, qué hace y por qué? Sócrates lo describe como un perro que vigila un rebaño de borregos. Perro, borregos, qué falta? El pastor, desde luego. Esta célebre imagen prefigura la estructura tripartita tanto del estado como del alma. El pastor es la parte razonable del alma, reflejado en el estado como el filósofo/rey. Los borregos son la parte apetitiva del alma, reflejado en los artesanos. Y el perro, la parte irascible, reflejado en la clase guerrera.

Recuerda que el título de La república en griego es Politeia, que significa la organización del polis, o estado. El apetito de los artesanos es básico. Sin eso no hay vida. Pero recuerda que los borregos representan no sólo a los trabajos básicos para la supervivencia sino, gracias a Glaucon, a toda una serie de lujos y deseos finos. La ciudad, ya enferma, requiere de un principio de organización para controlarla. Veremos que este principio vendrá del filósofo rey, pero necesitará la ayuda de los guerreros para efectuarlo de la misma manera que los decretos de un juez quedan inútiles sin un cuerpo policiaco que los efectúe. ¿La policía? ¿La clase guerrera es como un cuerpo policiaco? En muchas partes del mundo la gente desconfía de la policía por su corrupción. Obviamente, no toda policía es corrupta, pero hay los que, en vez de hacer obligar las leyes, las saca provecho al estilo Trasímaco. Abusando su autoridad, sacan mordidas y exigen pagos al crimen organizado para hacer la vista gorda. Aquí en México al menos, la policía no gana muy bien, entonces hay los que piensan que al pagarlos más se podría disminuir mucho la corrupción. Platón no estaría de acuerdo. Si lo que le motiva a uno es el deseo por el dinero, entonces no se distingue de la clase de artesanos. Si su trabajo es defender y se motiva por el dinero entonces harían su trabajo en función de la lógica del mejor postor, de modo que el principio de organización se reduciría a la economía del apetito en vez del conocimiento del bien basado en la razón. Lo que domina en el alma de la clase guerrera es algo que rebasa los alicientes del sistema económico. Esta irascibilidad, la capacidad de indignarse, es lo que les hace valiosos aliados del filósofo. Pero, aunque no pueden ser corrompidos por el dinero, su lealtad es plástica, indeterminada. Tiene que ser moldeada para que sirva a efectuar los juicios del filósofo en vez de promover y facilitar los deseos desenfrenados de las masas de artesanos. Es por eso que Sócrates dedica mucho tiempo a la educación de esta clase. Pasemos ahora a ella.

El programa de estudios de cualquier carrera universitaria es amplia y muy variada. El que plantea Sócrates es muy sencilla: música y gimnasia. Hoy en día, la idea es producir profesionales con habilidades técnicas. A lo que Sócrates apunta es la cultivación de hombres que manifiesten una serie de cualidades que en su conjunto se caracterizan mejor que nada por la palabra griega kalon. Kalon se refiere al ideal de la belleza física y espiritual y connota cualidades como simetría, ritmo y proporción. Dice Sócrates, “El ritmo y la armonía se hunden en los recovecos del alma y ahí se arraigan, produciendo aquella gracia de cuerpo y mente que se encuentran sólo en uno que haya sido criado de la manera correcta.”

Gimnasia, como veremos, tiene que ver con su acondicionamiento físico, pero más importante que eso es el carácter de su alma, que tenga proporción y armonía – y a eso corresponde una educación en música. Ojo, no se trata de tomar clases de piano. Música se refiere más bien a la esfera general de las Musas, que son las diosas de las ciencias y las artes, especialmente la literatura. Hablando muy ampliamente, la esfera de la música sería para nosotros la cultura en general con todas las fuentes que inciden en la formación del carácter de uno. Uno no tiene que ir a la escuela para ser formado por la música en este sentido. Las películas, los vídeo juegos, la mercadotecnia, etc. forman muy sutilmente los almas de nuestros hijos. No es por nada que los padres se preocupan por la violencia en el cine y los juegos. Es inevitable que afecte en algún grado la forma de ser de los jóvenes.

Esto es lo que Sócrates quiere cuidar con la formación de la clase guerrera. El cine de su época era la poesía y el protagonista no era Arnold Schwarzenegger sino los dioses y héroes como Aquiles. La pregunta es cómo representar a los dioses en la poesía. Si un niño ve en las películas que Schwarzenegger siempre resuelve los problemas con una ametralladora, entonces no debería sorprendernos que haga lo mismo más adelante, ¡como por cierto vemos cada vez más en las preparatorias en EU! Los dioses que conocemos de la mitología griega son como actores de una telenovela: se vengan, mienten, tienen hijos con seres humanos, etc. A Sócrates no le gusta nada eso. Dice que los dioses deberían representarse como buenos. Son rectos y no mienten y, siendo eternos, no se inmiscuyen en el tiempo y el movimiento terrenales. Y los héroes como Aquiles no deberían representarse como sujetos a fuertes emociones como miedo a la muerte o tristeza, ni siquiera el júbilo, ya que estos estados hacen que pierdan su auto- control. En general, los cuentos a los que están expuestos los jóvenes deberían propiciar cualidades como veracidad, auto- control y coraje.

Sócrates insiste en estas cualidades no por razones religiosas sino filosóficas. Los dioses en especial son una prefiguración de las ideas platónicas. Si en su juventud se clavan con imágenes de dioses buenos y eternos, será mucho más fácil que luego acepten y defiendan las ideas que enseña el filósofo.

Además del contenido de la poesía, habla Sócrates de su forma. Prefiere que sea narrativa en vez de mimética. La mimesis, como sabes, significa imitación. Cualquier película de Hollywood es mimética en el sentido de que los actores actúan, asumen papeles de personajes que no corresponden a cómo son en la vida real. Un documental, en cambio, es totalmente narrativo. El problema con mimesis es que va en contra de la especialización de los trabajos en el estado. Cada quien se dedica a una sola cosa. Si un joven se acostumbra a ver actos de mimesis una y otra vez entonces eso se insinúa en sus hábitos y carácter. El problema es que la imitación se vuelve en identificación. Un buen guerrero no debería habituarse a cambiar de rol, a ser bueno o malo, justo o injusto, según el capricho.

La última cosa que dice sobre la educación en música tiene que ver con la música misma, con los instrumentos que acompañan a la poesía hablada. Deberían ser sencillos, con pocas cuerdas, y no de viento como la flauta. ¿Oyes la diferencia entre esto . . . y esto? La música de la flauta manifiesta frenesí y falta de control mientras que el laúd es calmado y medido. Estas últimas cualidades son las que deberían inculcarse en la clase guerrera.

Como final está la cuestión de la gimnasia. En general aconseja ejercicio y una dieta que tira hacia lo austero. La austeridad en este sentido produce un cuerpo saludable de la misma manera que la simplicidad en las armonías y ritmos produce un carácter disciplinado. No dice mucho al respecto ya que un buen alma puede cultivar un cuerpo saludable, pero no al revés, un buen cuerpo no conduce necesariamente a un buen alma.

La educación de los guerreros es tan importante porque tienen que controlar y frenar los excesos de moderación de los demás. Empezamos la construcción de la república con carpinteros y cocineros, oficios necesarios para mantener la vida. Pero la ciudad, ahora enfermiza por los lujos que se han introducido, requiere de nuevos oficios, a saber, los del abogado y el médico.

En nuestra sociedad, son dos de las profesiones más cotizadas porque somos tan viciosos, tanto del alma como del cuerpo. Esto es lo que Sócrates quiere evitar con los guerreros. Con una educación correcta jamás tendrán necesidad de un abogado y sólo de vez en cuando necesidad de un médico. Pues por muy buena que sea su educación, no pueden evitar accidentes.

Como hemos visto, la música es la parte más importante de su educación. Al exponerse a los productos del arte bello tal como Sócrates los ha caracterizado, los guerreros se habituarán a ver la belleza en los discursos y actos de hombres virtuosos. Llegarán a admirar y amar lo que ven ahí representado. Nuevamente, “El ritmo y la armonía se hunden en los recovecos del alma y ahí se arraigan, produciendo aquella gracia de cuerpo y mente que se encuentran sólo en uno que haya sido criado de la manera correcta.” Educados de esta forma, los guerreros huirán de la tiranía ensalzada por Trasímaco, no por principios éticos sino por gusto. Por las importantes diferencias entre Platón y Aristóteles, los dos están de acuerdo en esto, que uno llega a ser moralmente bueno no por razonamientos sino por habituación. La educación por tanto no es teórica sino práctica, un hecho que nuestra cultura de exámenes estandarizados y estadísticas ha olvidado.

En el próximo vídeo, terminaremos la construcción de la república. Hablaremos de la mentira noble necesaria para la unidad del Estado y veremos por fin en qué consiste la justicia.

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10 Comments

  1. Debbie · 07/03/2015 Responder

    Cordial saludo, le escribo desde Colombia, con enorme agradecimiento y admiración, sus videos me han ayudado mucho en la elaboracion de discursos menos retoricos y mas cercanos a la comprensión, sobre todo cuando se trata de “encantar” a los adolescentes con la filosofia.

    • Darin · 08/03/2015 Responder

      Hola Debbie. Que bien, me da mucho gusto saber eso! Es difícil saber con qué tipo de público dirigirme con estos vídeos: principiantes (para que se enamoren de la filosofía) o estudiantes de la filosofía (para que comprendan las ideas y textos). A veces el uno a veces el otro. En fin, gracias por tu mensaje. Un abrazo desde México!

  2. Gustavo · 08/07/2015 Responder

    Saludos Darin, felicitaciones por este video sobre “La república” de Platón. Solo dos cosas, usas la palabra “clase” para señalar a los guerreros y los artesanos, pero por lo que conozco este término corresponde al sistema capitalista, quizás sea una sutileza, pero uno puede confundirlo con el concepto de clase social. Lo segundo se refiere a las ideas de Sócrates sobre la formación de los jóvenes, creo que él buscaba que el arte sea educativo, entonces ¿donde quedaba la libertad del artista para crear o es solo una estrategia didáctica?

    • Darin · 09/07/2015 Responder

      Hola Gustavo. No sé cuál sea la palabra en griego que han traducido como “clase” pero así ha quedado traducido. Hay que tener en cuenta esa sutileza que comentas al leerlo. En cuanto al otro, lo que sabemos de Sócrates lo sabemos gracias a PLatón y está claro que Platón tenía una bronca con el arte porque no sabía como explicar lo que hacía, no podía dar una razón, a pesar del hecho de que como escritor Platón es un gran artista!

  3. Salvador Soto Guerrero · 03/12/2017 Responder

    Profesor Darin, gracias por la exposición clara y sencilla de la República de Platón. El enfoque actualizado de muchas de sus ideas las comprendí mediante los ejemplos que usted presentó. La figura de Sócrates en el mundo de hoy me dice el porqué sus contemporáneos lo rechazaban, pues era un vagabundo que pretendía socavar los valores ideales en que se sustentaba la polis. Muy interesante la exposición, la disfruté.

  4. Fco. Manuel Espinosa · 19/09/2018 Responder

    .
    Por boca siempre de Platón, Sócrates era lo que se llama (al menos en España) una “mosca cojonera”.

    Muchas gracias por tanta y tan amena enseñanza, profesor Darin.

    Saludos de un borrego.

    🙂

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