Anotando ando 3

Hoy anotaciones sobre el mundo onírico, el odio, ovejas vestidas de lobos, el desacuerdo filosófico, y la nostalgia navideña.

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Guión

Las anotaciones que comparto con ustedes son las que hago cuando leo. Cuando leo, estoy consciente, despierto. De repente me di cuenta de esa obviedad y me preguntaba ¿Qué pasa cuando no estoy despierto? Cuando duermo no leo, pero sí sueño. Los sueños, me di cuenta, son las anotaciones subrayadas del mundo onírico. Y lo que subraya en este caso no es la consciencia sino el inconsciente. El paralelismo es interesante. En mi vida he leído muchos libros y sigo leyendo muchos, sin embargo, la gran mayor parte de lo que he leído, más de 95% del total, no ha sido digno de subrayarse, al menos según mi criterio. Lo mismo sucede con mi vida personal de la que mis sueños son anotaciones. Si seguimos a la teoría freudiana, los sueños son significativos con respecto a la economía libidinal de uno. En la experiencia cotidiana de la vigilia uno reprime ciertas experiencias que no puede expresar públicamente ya que violaría expectativas sociales. En el sueño, los elementos de esas experiencias son disfrazadas y así, en esa presentación, ya no representan un tabú. Al soñarse, la energía psíquica correspondiente a esas experiencias, energía que estaba reprimida o atrapada, se libera. El nudo psíquico se deshace; cualquier conducta negativa asociada con esa represión desvanece, y fluye nuevamente la energía.
En este orden de ideas, me pregunto si las cosas que subrayo en los libros sean como sueños en la medida en que sean un mecanismo para la resolución de una especie de represión social o colectiva. Bueno, eso suena bastante jungiano. En vez de represión colectiva, mejor algo así como una dispepsia en cierta conversación cultural o intelectual. A lo que voy es que las cosas que subrayo son, al menos para mí, como un laxante; permiten una buena cagada intelectual para que fluyan las ideas nuevamente.
Me gusta la analogía, pero creo que en cierto punto falla. Es que la dispepsia, sea física o psicológica, es una condición desagradable. Uno se siente mal y quiere superar ese estado. En el caso de la dispepsia intelectual, muchas veces el bloqueo conceptual que mi anotación subrayada resuelve no se experimenta como algo negativo o molesto, sino todo el contrario, como algo positivo, normal o obvio, a saber, nuestras creencias sobre como es el mundo. La filosofía cumple su cometido, al menos su cometido socrático, cuando logra tornar extraña y problemática alguna creencia nuestra, cuando lo afloja de su lugar en la arquitectónica de nuestra mente.
Aprovechando esa metáfora, les comparto ahora sí una cita que expresa esa idea. Es del pensador francés Michel Serres, de una entrevista que le hizo Bruno Latour. Dice: “El verbo comprehender significa, como sabemos, “mantener unido”. Un edificio mantiene unidas sus piedras, las cuales no se mueven. ¡Qué forma más simple y floja de comprehender! Para entender, nada debería moverse, como un conjunto de piedras estúpidas y oscuras que siempre mantienen entre sí la misma relación de distancia métrica fija”. ¡Cuantos edificios ha construido el pensamiento humano, cuantas combinaciones de piedras! En Occidente, hemos optado por la metáfora arquitectónica en vez de la hidrológica, por edificios estáticos en vez de ríos, como el de Heráclito, que fluye y fluye.
Tengo otra cita que fluye en esta dirección. Es de Robert Nozick, del prólogo de su libro Anarquía, estado y utopía. Es algo larga. Dice: “Una forma de actividad filosófica es como empujar y llevar cosas para que encajen dentro de algún perímetro establecido de forma específica. Todas esas cosas están afuera, y tienen que embonar. Usted presiona y empuja el material dentro del área rígida, metiéndolo dentro de los límites de un lado e hinchando el otro. Corre a la vuelta y presiona la vejiga inflada, produciendo otra en otro lado. Así, usted presiona, empuja y corta las esquinas de las cosas de modo que encajen, y oprime hasta que, finalmente, casi todas ellas, más o menos vacilantes, entran. Aquello que no lo logra es arrojado lejos, de modo que no vaya a notarse. Rápidamente encuentra usted un ángulo desde el cual el objeto muestra un ajuste exacto y toma una instantánea, colocando el obturador en rápido, antes de que algo se hinche notoriamente. Después, de regreso en el cuarto oscuro, retoca los rasgones, roturas y jirones del material del perímetro. Todo lo que resta es publicar la fotografía como una representación de cómo son exactamente las cosas, haciendo notar cómo nada encaja apropiadamente en ninguna otra forma”. Tal y como lo describe Nozick, nuestro afán por el concepto fijo, perfectamente embonado, parece casi neurótico, así que libero el concepto de represión que había yo reprimido anteriormente y afirmo que estas anotaciones las veo justamente como sueños vaticinadores.
La siguiente cita es de Elias Canetti, de su libro La provincia del hombre. Dice: “Los días son distintos; pero la noche tiene un sólo nombre”. Los mejores aforismos muchas veces enuncian algo que, empíricamente, es una obviedad, algo que no requiere de ningún conocimiento especializado para saber, pero lo dice de tal manera que parece revelar algo profundo que no es obvio, que no está a la vista. Al leer este aforismo, pensé de inmediato en los nombres de los días en inglés: Monday, Tuesday, Wednesday, etc., que todos terminan con la palabra “day”, o sea, “día”. Distinguimos un día del otro con un nombre distinto. Se ve también en el alemán: Montag, Dienstag, Freitag – “Tag” significa “día”. Y luego pensé en los nombres de los días en español: Lunes, martes, miércoles, y pensaba ¿dónde está la palabra para día? ¿Por qué el español rompe con este patrón? Investigando, me di cuenta que “lunes” es una abreviación de “lunae dies”, el día de la luna, y martes de “Marti dies”, el día en honor al dios de la guerra, Marte, y así sucesivamente.
Bueno, los días son distintos, dice Canetti, pero la noche tiene un sólo nombre. Con la vista distinguimos una cosa de otra, pero la noche, como un velo, cae y vuelve todo indistinto entre sí. La noche en la que todo los gatos son pardos. En todo caso, cerramos los ojos al acostarnos a dormir, y aquí volvemos a tocar, como platicamos al principio, el mundo onírico. Se ha comentado que durante una tercera parte de la vida el rico y el pobre son lo mismo, que en el sueño no se distinguen. La noche y su sueño tienen un solo nombre. Por cierto, son siete días los que nombramos debido, supongo, al libro de Génesis en la Biblia que nos cuenta que Dios creó el mundo a lo largo de seis días, y que el séptimo día descansó. Si hubiera descansado en la noche de cada día, como hacemos nosotros, no habría hecho falta un séptimo día para su descanso y habríamos tenido sólo seis días.
Quizá le damos un solo nombre a la noche porque no la valoramos. Es en el día cuando realmente vivimos, bajo la luz del sol donde actuamos y sentimos placer, donde recordamos el pasado y planeamos el futuro. Tanto es así que llenamos la noche de luz artificial, reduciendo en la medida posible sus fronteras, su alcance. En todo caso, tarde o temprano, tenemos que rendirnos ante el sueño.
En el mismo libro, Canetti también nos cuenta algo sobre el sueño. Dice: “Si has visto a una persona dormir, jamás puedes volver a odiarlo”. Me gusta mucho la imagen que esa afirmación produce en mi cabeza, el rostro de uno hundido en el sueño. ¿Tendrá razón Canetti? Es como si el odio dependiera de la vista, no de la vista de uno, sino de dos viéndose recíprocamente. Como dice Antonio Machado: “El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve”. El ojo que se abre y te mira introduce, como dice Sartre, una profunda sensación de auto-consciencia, de ser invadido, vigilado. Cuando uno mira, está simplemente consciente de lo que ve. Pero al ser mirado por otro, se vuelve auto-consciente, se vuelve objeto para sí mismo, es cosificado, y trata uno de defenderse – huye o reclama al otro, se pone a la defensiva. Pues, puede que esta dinámica de dos vistas, dos miradas, determinando la una a la otra, sea una condición del odio. Como famosamente dice Sartre: “El infierno son los otros”.
¿Y si ese otro está dormido? Si uno va mirando diferentes cosas, una puerta, una cama, luego la cara de una persona ahí dormida, se da una experiencia bastante singular como comenta Canetti en su aforismo. Lo que uno ve ahí no es un ser-en-sí, como la puerta y la cama, un simple objeto, pero tampoco es el ser-para-sí, la candente conciencia que invade y cosifica, sino algo intermedio. Bueno, en la ontología de Sartre no hay intermedio, pero Canetti me lleva a pensar que sí. Al cerrarse los ojos y dormir, la mirada que antes animaba el rostro desvanece, y todas sus facciones, las arrugas que acentúan los lados de los ojos, la piel que ondula y se colorea, el ceño que se frunce, todos esos detalles que expresan emoción, incluso la del odio, se relajan, toman un aspecto neutro, como si la conciencia se retrocediera del rostro, bajándose como la marea, dejando a la vista un plano desnudo y desamparado, un ser vulnerable. Y quizá lo que nos hace incapaz de volver a odiar esa persona es que reconocemos ahí a nosotros mismos. La vulnerabilidad que sentimos ante la mirada del otro la percibimos ahora en ese rostro dormido, y quizá, como decía Schopenhauer, se despierte cierta compasión por el otro. En el sánscrito del hinduismo, lo cual Schopenhauer introdujo a Occidente, se dice “tat tvam asi” – tú eres eso. La multiplicidad del mundo fenoménico, todos los individuos que la conciencia distingue y la mirada cosifica, brota de una dimensión sin diferenciación en el que todo es uno. Schopenhauer lo llamaba la Voluntad, pero nosotros podemos llamarlo simplemente la noche que tiene un solo nombre.
La siguiente cita la tomo del diario de Kierkegaard. Dice: “¡Cuidado con los profetas falsos que te llegan vestidos de lobo, pero que realmente, en su interior, son ovejas – es decir, los traficantes de frases!” Esta cita Kierkegaard la toma del Sermón en la Montaña donde Jesús advierte sobre lobos vestidos de ovejas, sólo que aquí son ovejas vestidas de lobos. Eso es un poco extraño ya que los lobos son los que tienen colmillos; nos pueden matar, las ovejas no. Pues, en cuanto al cuerpo físico sí hay que tener cuidado con los lobos, es por eso que se visten de ovejas, para engañarnos. ¿Y en cuanto al cuerpo espiritual, el alma? Al parecer, Kierkegaard nos está diciendo que es al revés; son las ovejas lo que peligra el espíritu. ¿Por qué? Pues si un profeta nada más enunciara cosas que reflejan el estatus quo, si dijera que las cosas van a seguir siendo tal como son, pues no sería profeta sino más bien un ideólogo del sistema imperante. Los profetas verdaderos no anuncian la paz sino que sus palabras constituyen, como decía Jesús, una espada; anuncian que ruptura habrá, un nuevo comienzo. En esto son como lobos que devoran lo existente para abrir paso para lo que vendrá.
Entonces, cuidado con las ovejas vestidas de lobos; son profetas falsos. Sus palabras no son profecías, sino frasecitas; son traficantes de frases, dice Kierkegaard. De hecho, en vez de ser ideólogos del Estado sería mejor llamarlos mercadólogos. El mercadólogo utiliza la retórica y la psicología para persuadirnos a comprar jabón y cereal, celulares y coches. Pero el traficante de frases que menciona Kierkegaard no nos vende cosas sino ideas. Sí, pueden ser ideas políticas, pero el contexto aquí es netamente espiritual. Por la época en que vivió, supongo que estaba pensando en los pastores luteranos, en sus sermones y las frases que usaban para dirigir y controlar emocionalmente a los feligreses. Hoy en día, yo pienso en la industria de auto-ayuda y en los memes sobre el amor, la felicidad y el éxito. Estas personas se presentan como lobos, como personas fuertes cuyo mensaje lo comunican como si fuera una espada, pero en realidad son ovejas cuyo mensaje no es más que papilla espiritual. El problema para Kierkegaard no es tanto las frases sino cómo se toman. La gente las toma como si fueran la conclusión de un argumento, un pedazo de verdad que pueden cómodamente guardar en un cajón de la mente, o como si fuera una joyita que, junto con otras, hilan en un collar que llevan puesto para verse bien, para sentirse bien. Esta comodidad es justo lo que Kierkegaard, siguiendo a su maestro Sócrates, trataba de tirar de su pedestal. La vida del espíritu no es un estado estático sino un movimiento, y lo que más mueve el alma o la mente es la duda, el cuestionamiento. Para Kierkegaard, la fe y el conocimiento son fenómenos subjetivos que no pueden adquirirse como un producto que se compra en la tienda; implican más bien un trabajo personal. Como verdadero lobo del espíritu, Kierkegaard sabía muy bien mover el espíritu de los que lo escuchaban, muy a diferencia de las ovejas contemporáneas que con sus frasecitas sólo lo adormecen.
Pues ahorita iba a pasar a la siguiente cita o frase y de repente me vi implicado en mis propias palabras. No soy un gran lobo como Kierkegaard, pero sí estoy consciente del peligro del espíritu ovino. Lo que espero compartirles en esta sección de Anotando Ando, no son frases sin más sino cómo una frase, al rascarle un poquito, logra mover el espíritu. Parafraseando a Marshall McCluhan, el movimiento es el mensaje.
Bueno, la última cita viene de un filósofo que se llama Nicholas Rescher. Trabaja en la Universidad de Pittsburgh en los EU, ha publicado más de 100 libros y 400 artículos, y tiene 94 años de edad. La cita la tomo de uno de los libros de Rescher que se llama “The Strife of Systems” que sería algo así como “el conflicto de los sistemas”. La primerísima línea del libro dice: “Si dos personas están de acuerdo, una de ellas no es filósofo”. A primera vista, a primera leída, suena un tanto chistoso, como si fuera una broma, y uno se ríe, pero está comunicando ahí algo importante. Vamos a analizarlo para ver qué dice.
La primera parte de la cita nos da los elementos que tenemos que considerar: dos personas y la posibilidad de que estén de acuerdo sobre algún tema. El tema del acuerdo es bivalente, es decir, puede haber acuerdo o desacuerdo. La segunda parte de la cita introduce una bivalencia, si se puede decir, en las posibilidades de personas, es decir, puede ser filósofo o no serlo. En aras de simplicidad, vamos a llamar estas dos posibilidades filósofo y persona normal. Bien, en cuanto a las posibles combinaciones de personas, puede haber dos personas normales, una persona normal y un filósofo, y dos filósofos. Y entre estas tres relaciones la posibilidad de que haya acuerdo o no.
Con este esquema, volvamos a la cita: “Si dos personas están de acuerdo, una de ellas no es filósofo”. El autor básicamente está dándonos la condición de que haya acuerdo, a saber, que una de las dos personas no sea filósofo. Si es así, entonces entre las dos personales normales, puede haber acuerdo dado que una de ellas no es filósofo. Si una es una persona normal y la otra es filósofo, también puede haber acuerdo por la misma razón. La única combinación que no cumple con la condición que establece el autor es la de dos filósofos. Su afirmación es simplemente una forma elegante y chistosa de decir que los filósofos son contreras; casi por principio, sostienen la posición contraria de su interlocutor. Si este último es una persona normal, el acuerdo es posible porque el filósofo puede convencerle de su posición. Pero un filósofo frente a otro, al parecer no.
Obviamente, es una exageración decir que dos filósofos cualesquiera no pueden estar de acuerdo sobre nada; claro que pueden serlo. Sin embargo, como generalización, y tomando en cuenta la larga historia de la filosofía, es bastante atinada. El desacuerdo entre los filósofos es la regla más que la excepción. En 2,400 años de filosofía en Occidente no se ha llegado a un acuerdo sobre nada, que yo sepa, mientras que en 500 años de ciencia se ha logrado un muy amplio acuerdo sobre al menos los principio y logros básicos de la ciencia.
¿Por qué es así? Pues el subtítulo del libro del que tomo la cita es “Un ensayo sobre los fundamentos y las implicaciones de la diversidad filosófica”. El autor tiene una respuesta a esta diversidad o desacuerdo, que no lo ve como negativo, sólo que no les puedo decir qué es porque no he terminado de leer el libro. Desde mi punto de vista, hay mucho desacuerdo porque el ser humano, incluyendo el filósofo, es egoísta y orgulloso; ante la mirada del otro no quiere verse como débil o vencido. Los científicos también son egoístas pero lo que impide que sean contreras inveterados es la Madre Naturaleza, las enseñanzas que les impone a través de los experimentos. La diferencia entre el científico y el filósofo es el experimento empírico.
Entonces ¿a qué se debe esta notoria incapacidad de estar de acuerdo? ¿Será su ego? Desde hace tiempo digo que la única diferencia entre un doctor en filosofía y una persona normal de la calle es que el doctor en filosofía es simplemente más hábil para justificar sus prejuicios, que detrás de la argumentación hay un dogmatismo que no se quiere reconocer. ¿Será eso? Yo creo que en parte sí, pero seguramente los demás filósofos o al menos la inmensa mayor no estarían de acuerdo conmigo. Por su conducta, por lo que veo en los argumentos de pasillo y en congresos académicos, su explicación preferida sería simplemente que uno tiene razón y el otro no. Si el otro pensara bien, estaría de acuerdo con uno. Mi explicación del fenómeno en términos del egoísmo no es propiamente filosófica sino psicológica. Si la psicología fuera una ciencia, a lo mejor un experimento podría hacerse para ver si tengo razón o no. Sin embargo, la psicología no es una ciencia y yo en todo caso soy filósofo. Entonces aquí les va de mi parte una posible explicación filosófica.
Si se puede hablar de la naturaleza humana, yo diría que hay algo en nuestra forma de ser que es atraído al misterio. Imagínate que algún día los filósofos si lograran ponerse de acuerdo. Si ese día llegara, tendrían que decir, “bueno, pues ya lo hemos resuelto todo, no hay nada más que hacer, ya podemos ir a casa y hacer otra cosa”. Es para mí impensable no sólo que ese día llegara sino que estuviéramos contentos en dejarlo todo y hacer otra cosa. Sin ese misterio, no seríamos lo que somos. Quizá sea un poco como lo que dice Schopenhauer sobre el amor. Los jóvenes realmente piensan que están enamorados y que esa sensación es de lo que se trata todo. Para Schopenhauer, esa enloquecedora emoción que llamamos amor no es más que el ardid de la naturaleza, una artimaña que emplea para propagar la especie. Este último es realmente de lo que se trata. Pasando a nuestro tema, quizá la falta de acuerdo en la filosofía sea el ardid que la naturaleza emplea para perpetuar no la especie sino el espíritu. Sin ese misterio que nunca se resuelve, el espíritu moriría y nos convertiríamos en “meros” animales, lo cual a lo mejor no sería tan malo considerando el estado en que hemos puesto el mundo. No sé si tengo razón en lo que digo, y no sé si estás de acuerdo con lo que digo, ¡pero tienes que admitir que la idea ha movido tu espíritu!
Quisiera cerrar este episodio de Anotando Ando con una pequeña reflexión navideña ya que estamos a unos días de esa fecha tan importante para tantas personas. La navidad es para mí una temporada que me provoca mucha nostalgia. La palabra nostalgia viene del griego. Nostos significa retornar a casa y algos significa dolor. Entonces nostalgia expresa ese deseo de volver a casa o a algún estado de cosas en el pasado en el que te sentías bien comparado con el ahora. Lo que añoro de Navidad es esa época de niño antes de que supiera que Santa Claus no era real, cuando la magia era posible, antes de que el maldito imperio científico con sus pruebas empíricas demostraran que era un mero cuento. Todavía recuerdo la mirada en la cara de mi madre cuando con solemne seriedad le pregunté si Santa Claus era real. No recuerdo qué me respondió, pero la mirada de pánico que duró unos dos o tres segundos antes de responder me lo decía todo. En los 38 años que llevo como adulto viviendo fuera de la casa de mis padres, nunca he puesto árbol, escarcha, esferitas y los demás adornos. A lo mejor por eso me vean como un grinch, pero no es eso, sino sólo que Navidad es para los niños y esa magia que no se puede recuperar realmente en el mundo de los adultos. Prefiero dejarlo así y buscar la magia en otros ámbitos de la vida.
Bueno, esa cuestión de nostalgia me hizo pensar en cosas por las que siento nostalgia. Podría hablar de varias cosas pero mejor les comparto sólo una. Hace unos días tuve una reunión en casa. Unos amigos trajeron su hijo de 6 años de edad. En algún momento, se quedó viendo un teléfono antiguo que tengo como de los años 40. Es negro, el auricular es pesado y tiene por supuesto esa cosa giratoria con hoyitos, uno por cada número. El niño levantó el auricular pero no lo puso a su oreja. No supo hacer con él. Cuando le expliqué y le dije que antes para marcarle a uno se tenía que girar esa pieza metiendo el dedo en el hoyito y dándole vuelta de acuerdo con cada número, se quedó empujando los números pero no entendía eso de girar. En fin, fue fascinante ver el abismo entre el mundo de este pequeño ser y el mío. La nostalgia que esta experiencia me provocó fue no sólo la experiencia de usar esos teléfonos análogos, sino algo más específico. Recuerdo que tenía memorizados los números telefónicos de mis cinco mejores amigos, pero no sólo la serie de números simbólicos – 472-3895 por ejemplo, sino también el tiempo que cada número tardaba en girarse para volver a su lugar original después de “marcarlo”. O sea, el número telefónico de un amigo dado era una combinación particular de siete tiempos distintos junto con el sonido del aparato girándose, de modo que sabía si marcaba mal porque uno de los números no daba con el tiempo correcto que sentía en la memoria de mi oído. Es difícil explicar bien, pero sé que gente de cierta edad entenderá lo que quiero decir. Creo que lo que esa gente añora, yo incluido, es una vida más análoga. Bueno, ciertos aspectos porque sin duda nuestra era digital tiene sus propios beneficios. Ha hecho posible la Fonda Filosófica por ejemplo. Entonces, aunque esta época me vuelve medio nostálgico con deseo de volver a casa, me doy cuenta que esta casa de la Fonda, una casa que es de ustedes y en la que me han dado posada, no pide nada a esos recuerdos de niño. Espero que siga muchos años para que nunca llegue el momento en que sienta nostalgia por ella.

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Música de la intro: La canción se llama “Ambience Musettienne” del album Simply Musette de Alexa Sage.

Música de la outro:  ZAPATEADITO OAXAQUEÑO II . Arodi Martinez S.  https://www.youtube.com/watch?v=qIcnUTBSOfw

30 Comments

  1. Rafa Palacios · 22/12/2022 Responder

    Todas las anotaciones me han parecido de una intensidad y pertinencia inigualables, en el comienzo de su exposición me trasladaba a la idea que tiene que ver con el efecto de la poesía como desvelamiento, (creo que Heidegger hace alusión a esto). La sencilla, aparentemente, frase de Canetti tiene una capacidad de asociar ideas impresionante y así con las diferentes anotaciones que nos muestra. Creo que es muy oportuno el momento del año, más allá de la terrible mercadotecnia y de la sensiblería, creo que el suyo es un regalo que no tiene precio. Mucha Salud para el nuevo año.

  2. Miguel Korenko · 22/12/2022 Responder

    Estimado Darín
    Muy originales las anotaciones que elegiste…. siempre invitando a un oyente/ lector de la fonda filosófica a intentar reflexionar…
    Me quedo con tu análisis del misterio de la Existencia, y de que sea un ardid de la Naturaleza para mantener vivo el Espíritu humano….
    Por qué hay algo y no más bien la nada es una forma de conceptualizar el misterio de la Existencia….
    La nostalgia nos lleva a veces a nuestros paraísos perdidos….
    Un gran abrazo
    Miguel

  3. Joan · 22/12/2022 Responder

    Hola Darín,

    Realmente este último plato de la fonda ha sido rico y muy sabroso. Te lo agradezco enormemente.

    Con respecto a la comprensión me gustaría comentar lo siguiente. En japonés existe una palabra que ofrece un enorme interés: wakaru. Esa palabra significa cortar, separar y también es sinónimo de entender, comprender. Su ideograma 分 es una espada que divide algo en dos. En las lenguas occidentales comprendre en catalán, comprender en castellano, compreparéis en francés, comprehend en inglés derivan del latín cumprendere, reunir. Incluso la palabra inglesa understand significa poner abajo, englobar. Es curioso, pues, que para expresar una misma idea se utilicen elementos tan opuestos como dividir y reunir. Pero si pasamos a analizar este hecho, observaremos algo interesante. Los niños occidentales aprenden a leer juntando unos signos abstractos, las letras que no tienen ningún significado por sí mismas; una vez unidos estos signos abstractos obtenemos las palabras que ya expresen objetos concretos o conceptos determinados. Es decir, nosotros realizamos concretamente al leer una actividad de síntesis. De modo contrario un niño oriental al leer un ideograma ve una mano, un árbol o un corazón, cuya presencia le comunica un significado determinado. En realidad, de lectura de kanjis origina una continua e inconsciente actividad de análisis, de separar. Quizás, aquí recae el motivo de la diferente etimología de la palabra entender. Pero, quizás también, es la clave de una de las diferencias entre el carácter oriental y occidental. Y, por tanto, que para comprender es necesario juntar y separar adecuadamente.

    En lo que respecta a la cita de Canetti es curioso constatar que existe una analogía fonética en muchas lenguas entre la palabra noche y el número 8. Así, tenemos noche-ocho en castellano, nit-vuit en catalán, nuit-huit en francés, Nacht-acht en alemán y night-eight en inglés. Parece que de alguna manera noche tiene una especial relación con este número. El número ocho en el orden pitagórico es un símbolo de poder y armonía. Mostraban especial veneración pues, en su misticismo numérico, el 8 representa la ley natural primitiva y sagrada que prescribía la igualdad absoluta entre los hombres, de esta manera eligieron el número ocho como el símbolo de la igualdad. Por ello, la noche confiere un carácter sagrado en nuestra existencia y, por ende, en la de los demás, pues si se la negamos al otro nos estamos negando a nosotros mismos. Resulta obvio constatar que parece ser que como humanos todos precisamos dormir para descansar y recobrar energías como seres precarios que somos. La noche, a pesar de lo que se acostumbra a creer, es la parte esencial de la jornada, ya que al posibilitar el descanso se convierte en la condición de posibilidad de nuestra existencia durante el día. Por ello, a igualdad de noches para todos tenemos la diversidad de día vivibles para cada uno.

    Respecto al uso de frases y aforismos propios de un contenido de autoayuda es preciso ir con cuidado, ya que en vez de mover el espíritu tan solo sacuden el cuerpo. De hecho, la cita de Marshall Mcluhan que ha sutilizado es incorrecta. Seguramente debida a un error de traducción. Creo que en castellano es así: “El medio es el mensaje” que viene a significar que la completitud de una idea solo se tiene en función del medio de comunicación que se utiliza para difundirla. Por ello, no es lo mismo el contenido expresado en un video que el realizado en un texto escrito, ya que el mensaje queda reconfigurado por el medio de comunicación utilizado. En este caso, la reflexión de Mcluhan no es la misma en un contexto del libro donde aparece escrita que su mera cita en un video de divulgación filosófica en internet.

    Como puedes comprobar mis comentarios no son una discrepancia a los tuyos, tan solo un intento de aportar claridad y matices a los que has presentado. Estoy convencido de que no los habría escrito si tu no hubieras realizado este video. Por ello, considero que lo que mueve el espíritu, más que la discrepancia que también, es la intrínseca capacidad y necesidad del ser humano de maravillarse por distintas cosas, intentar comprenderlas, buscar comunidades con sus congéneres para compartirlas y, con todos estos ingredientes, saborear el misterio de la vida. En definitiva, este es lo que celebramos en estos días y por lo que algunos sentimos nostalgia. Pues quizás, en la infancia, conseguimos estar sumamente próximos.

    Todo lo misterioso atrae. Esa es la gracia que tienen. Como nunca los llegas a conocer del todo, siempre quieres estar más cerca y más profundamente conectado para explorar más sus interioridades. Y todo buen misterio que se precie debe no desvelarse nunca, ya que sólo de esa forma es capaz de mantener esta dinámica eternamente. Eso es lo que los hace tan bellos. Pero, entonces estás atrapado. No puedes escapar, ya que no sabes cómo salir. Y tampoco puedes avanzar, porque no sabes cómo llegar a sus entrañas. Si lo abandonas lo pierdes y si te quedas nunca lo consigues del todo. Eso genera una gran frustración. Pero, se puede preguntar uno, ¿Qué es mejor, estar atrapado por algo bello y disfrutarlo mientras lo vives y exploras o quejarte porque no entiendes cómo funciona y perderte la experiencia mientras intentas descubrir cuáles son sus reglas? Personalmente elijo lo primero.

    Finalmente, decirte que yo en su momento también tuve ese teléfono. Lo que se añora, por lo que sentimos nostalgia, es por el hecho de haber perdido la durabilidad. Que las cosas permanezcan, tomen su tiempo y no sean un mero derroche de ckicks en un smartphone que ante la promesa de una rápida accesibilidad y sin necesidad de espera se convierten en una falsa garantía e ilusión de conocimiento y felicidad. De hecho, aquello que subrayamos en un libro es un intento de hacer perdurable algo vivido por primera vez. Sin embargo, el goce y la excitación de encontrar algo nuevo que merezca ser subrayado en nuestras vidas se convierte en una experiencia tal que no hace otra cosa que convertir nuestra vida en algo maravilloso.

    Te deseo que sigas subrayando grandes pasajes vitales.

    Feliz Navidad
    Joan

    • Darin · 23/12/2022 Responder

      Hola Joan. Gracias por tu larga e interesante reflexión. Interesante eso de los ideogramas que comentas al principio. Pero siendo yo peirceano, diría que el pensamiento, aun cuando depende de signos icónicos, no descansa exclusivamente sobre ellos, requiere también de símbolos, como constata los contenidos proposicionales y argumentativos en el pensamiento. Con respecto a McCluhan, es por eso que dije “parafraseando” – no estaba traduciendo su famosa frase al español sino cambiándola para mis propios propósitos. Un abrazo y gracias nuevamente.

  4. Yolanda Vargas Somoza · 22/12/2022 Responder

    Gracias por este regalo reflexivo de la idea de la navidad y por todo lo que aportas a mi manera de ver la vida. Un abrazo y que pases un relajado y encantador fin de año!!

  5. El Crustáceo Cascarudo · 23/12/2022 Responder

    Cuando sueñas, la mitad de tu cerebro pone el guión (hemisferio izquierdo si eres diestro) y la otra mitad lo vive y trata de comprender (hemisferio derecho). Probablemente varios los escenarios de tus sueños tienen como telón de fondo a la universidad veracruciana (las clases, los lugares comunes de la facultad, etc.) Esto no ocurre por accidente. Los griegos dirían que tu “alma” quedó apresada allá. Los psicoanalistas y Woody Allen seguro que opinarían que se debe a la represión sexual que padeciste durante tu estancia. La realidad es más prosaica. Soñamos de algún modo lo que hemos vivido porque esa mitad del cerebro que elabora las tramas cada noche se nutre de los recuerdos.
    Felices fiestas. Supongo que volverás a casa por Navidad…

  6. Gaby Chauvin · 23/12/2022 Responder

    Feliz Navidad para ti también. La noche es una sola… gracias por compartir el aforismo de Caneti y el resto de frases. Un abrazo.

  7. Mario · 23/12/2022 Responder

    Hola Darin

    LA MEJOR FRASE DE TODO TU VIDEO: “No soy un gran lobo como Kierkegaard, pero sí estoy consciente del peligro del espíritu ovino” / ¡Chapó!

    TU FRASE MÁS TRISTE: “En los 38 años que llevo como adulto viviendo fuera de la casa de mis padres, nunca he puesto árbol, escarcha, esferitas y los demás adornos. A lo mejor por eso me vean como un grinch, pero no es eso, sino sólo que Navidad es para los niños y esa magia que no se puede recuperar realmente en el mundo de los adultos”

    A ver Darin / Nosotros somos latinoamericanos, tenemos ascendencia latina y culturalmente provenimos del catolicismo / Para vos y para muchos “yanquis” seguramente la Navidad sea un arbolito, un gordo vestido de rojo, un acontecimiento “para niños” / “magia para niños” o algo así es lo que decís / Qué triste es escucharte hablar así Darin / Los yanquis nos impusieron culturalmente la imagen del Papá Noel a caballo de propagandas de Coca-Cola / nos impusieron los renos y la nieve / nada de Religión y nada de Fé / Coca-Cola / pero en lo mejor de nuestras costumbres, en el fondo de nuestro corazón latino, todavía prevalece el recuerdo vivo de aquel pesebre que armábamos cada Noche Buena para esperar el milagro de un nuevo nacimiento del niñito Jesús / eso es la Navidad para nosotros, Darin / No sé si podés entenderlo en toda su magnitud porque la distancia cultural que todavía nos separa parece ser, por lo visto, grande / Pero no es magia, Darin / es AMOR / Te mando un abrazo y un deseo de FELIZ NAVIDAD PARA TODOS

  8. Mario · 24/12/2022 Responder

    Comparto con ustedes el artículo “ESPIRITUALIDAD, ORGANIZACIÓN Y PERSONA” que publiqué en Linkedin https://www.linkedin.com/pulse/espiritualidad-organizaci%25C3%25B3n-y-persona-mario-balzarini

  9. Guri · 25/12/2022 Responder

    Solo para alentar y apoyar. Por ahora leyendo, refrescando conceptos y categorias. Muy Buena didactica. Amena e interesante. Un verdadero banquete.

  10. Patricia · 28/12/2022 Responder

    El teléfono analógico de mi casa se retrotrae a los tiempos en que el mundo estaba impregnado de magia, cuando no había ninguna duda de que los Reyes Magos eran reales. En mi teléfono cada número tenia asociado un sonido, de manera que cuando marcabas el número sonaba la particular cantinela asociada a esa persona en particular…Darin hoy has sido para mi un poco poeta y me has impregnado de esa inefable cualidad de la nostalgia, donde se mezclan ese sutil anhelo, esa tristeza alegre o alegría triste, esa dulzura amarga tan peculiar. Gracias

  11. Mario · 28/12/2022 Responder

    Hola Patricia! Qué bueno que busquemos juntos recuerdo y significados de la Navidad. En la historia del hijo de Dios que nace pobre en un pesebre de Belén resuena toda la esperanza de la redención humana. Los ñiños nacen para ser felices Patricia!

    NOTA: Pato te invito a leer mi artículo “ESPIRITUALIDAD, ORGANIZACIÓN Y PERSONA” que pude armar gracias a los videos de Darin y que publiqué en Linkedin. Abzo! https://www.linkedin.com/pulse/espiritualidad-organizaci%25C3%25B3n-y-persona-mario-balzarini /

    • Patricia · 30/12/2022 Responder

      Magnífico. Gracias Mario. En cuanto tenga un momento un poco tranquilo lo leeré con mucho gusto!!!

    • Patricia · 03/01/2023 Responder

      He leído el artículo Mario. Maravillosa la frase de Rilke, !que grande es Rilke! Y el cuentito de los arquitectos muy inspirador…La capacidad de ver lo extraordinario en lo ordinario, de ilusionarse con la cotidianidad y las pequeñas cosas…que ilusionarse no es precisamente ser un iluso…
      Os deseo a todos los comensales de la fonda un 2023 lucido y lleno de ilusión

      • Mario · 04/01/2023 Responder

        “Creedme que todo depende de esto: haber tenido, una vez en la vida, una primavera sagrada que colme el corazón de tanta luz que baste para transfigurar todos los días venideros”

        Rainier María Rilke (1875-1926), poeta austríaco gran admirador de Goethe

      • Mario · 04/01/2023 Responder

        Te cuento Patricia que en las empresas se ha difundido mucho una disciplina que se llama STORY-TELLING / La idea es que la gente se olvida de los datos, de las cifras y de los gráficos pero que no se olvidan tan fácilmente de una buena historia (como la de los picapedreros)

        ¿Qué opinás vos del recurso de “contar historias” para comunicar contenidos entre personas adultas?

        Gracias por leer el artículo!

        • Patricia · 06/01/2023 Responder

          Hola Mario. Pues sin duda es más sencillo recordar una buena historia que te atrape o te emocione o te conmueva que un gráfico o una cifra…
          En cuanto a que opino yo personalmente de este recurso aplicado al mundo empresarial, me temo que tendré que responder “a la gallega” como decimos aqui en España: “depende”
          Los recursos pueden ser mejores o peores en función del para qué se usen, de la intención detrás de aplicar determinado recurso…
          Por ejemplo, si una empresa ofrece a sus empleados un recurso como que se yo, clases de mindfulness (se hace mucho) pero el fin particular de esa empresa en concreto es únicamente “que estén menos estresados y produzcan más” y además esa misma empresa tiene horarios extenuantes, no contempla la conciliación o hay un ambiente laboral feo, pues un recurso que puede ser bueno termina por pervertirse…Sobre todo si consigue su objetivo ya que quizá los trabajadores “sobrellevan” mejor el estrés, pero lo que está mal es el fondo: están estresados porque el trabajo es estresante…y la empresa está poniendo una tirita para no mirar la herida
          No conozco muy bien el mundo empresarial pero imagino que habrá de todo, como en botica :). Saludos 🤗 😉

  12. Diego · 29/12/2022 Responder

    De lo que nos hace fluir a los humanos, me hizo acordar a aquella civilización del futuro, los Eloi, (La máquina del tiempo, H. G. Wells). Ellos parecen vivir una infancia eterna, son acabados y felices animalitos de la naturaleza. Lo que también me lleva a pensar si la razón, mas allá de ser una diferencia que nos enaltece, no constituye una anomalía. O bien, los Eloi no son humanos que se precien como tales. Gracias Darin.

  13. Patricia · 30/12/2022 Responder

    Estaba pensando que si un día se resuelve el MISTERIO, y ya no hay nada más que hacer, salvo irse a casa y descansar será u día muy triste…Ese sentimiento de ASOMBRO por que el mundo sea es el motor del arte , de la filosofía, de la ciencia…y para mí es la esencia de lo humano

    • Mario · 30/12/2022 Responder

      El teólogo alemán Hans Küng dijo así : “Dios (el Misterio) es una necesidad racional del hombre frente a una realidad que, sin Dios (el Misterio), carece de sentido”

      Y Patricia dijo que el sentimiento de ASOMBRO que provoca el MISTERIO, es el motor del Arte, la Filosofía y la Ciencia / ESO QUE DECÍS ES BELLÍSIMO PATRICIA !!!

      Un deseo de FELIZ 2023 para vos Patito, para nuestro querido Darin y para todos los amigos de la Fonda… Felicidades!!!!

  14. Luis Garcia Benguigui · 30/12/2022 Responder

    Como todos los años te deseo un FELIZ y próspero año 2023.

    Tu alumno que siempre lo será

    Luis García Benguigui

  15. Mario · 31/12/2022 Responder

    Acaba de morir el papa Ratzinger, un ser profundamente espiritual que, además, fue un intelectual de fuste. Un recuerdo para él

  16. Gabriela H · 02/01/2023 Responder

    Hola Darin
    Como no soy filosofa, estoy de acuerdo contigo en todo lo que expones.
    Eres genialmente didáctico.

    Feliz Navidad.

  17. Rafa · 11/01/2023 Responder

    Vuelvo a comentar una parte que me ha rondado estos días, después de ver otra vez el video y releyendo el guion, en torno a la “paradoja” de los acuerdos y el ser filósofo. La primera vez que lo leí me pareció una proposición ingeniosa y que se dirigía a puntualizar el carácter inconformista del hombre filósofo. Pero creo que luego dándole vueltas me parecía que el acto de estar de acuerdo no se puede delimitar de una forma terminante, quiero decir que a mí se me representa como un proceso, y en este caso tampoco valdría el que uno de los dos fuera filósofo, porque cuando se produjera el acuerdo inicial, digamos uno de los dos, (el que no es filósofo), el filósofo debería formular acto seguido una disensión sobre la proposición inicial, y así sucesivamente. Entonces para estar de acuerdo ninguno de los dos podría ser filósofo.
    Gracias de nuevo Profesor.

  18. Roberto · 30/04/2023 Responder

    Darin, no sé todavía qué es mejor. Si verte, escucharte o leerte. Fantásticas tus reflexiones; maravillosa la manera en que discurre tu pensamiento, y pasan las ideas de la mente, a tus manos. Es una experiencia maravillosa internarse en la mente de un filósofo brillante con tanto rigor académico. Mil felicitaciones, y espero que algún día vengas a Colombia a darnos parte de tu cultura

    • Darin · 30/04/2023 Responder

      Muchas gracias Robertopor tus lindas palabras. Te cuento que estaré en Bogotá en junio de 2024 para dar una conferencia en el XIX Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana en la Universidad Santo Tomás. A ver si por ahí nos vemos!

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