El Tractatus de Wittgenstein, pt. 3/9

Hoy vemos la base de la teoría del lenguaje del Tractatus, la así llamada teoría pictórica.

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Guión

Estamos acostumbrados a pensar en el mundo como lleno de cosas. Abrimos los ojos y eso es lo que vemos: objetos, como coches y árobles. Wittgenstein no niega que hay cosas en el mundo, sino sólo que, filosóficamente, no es lo que llama la atención, no es lo que requiere de explicación. Bueno, por un lado, quizá el fenómeno más llamativo que puede haber es la bruta existencia del mundo, que hay algo, como coches y árboles, en vez de nada. De hecho, hacia el final del libro en la proposición 6.44 dice: “No cómo sea el mundo es lo místico sino que sea”. Esta pregunta de por qué hay algo en vez de nada es una de las preguntas más antiguas, sin embargo no tiene respuesta y es por eso que Wittgenstein la califica de mística. Sin embargo, hay una pregunta que sí está a nuestro alcance responder, una pregunta no mística sino filosófica, a saber, cómo nos relacionamos con el mundo, cómo nos referimos a él con el lenguaje. La vez pasada, vimos que el mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas. Si fuera simplemente un cúmulo de cosas, nuestro lenguaje no sería más que la enunciación de nombres, de términos. Diríamos: coche, pájaro, libro, árbol. Pero no es así. Enunciamos no sólo términos, sino principalmente proposiciones, enunciados que afirman algo, por ejemplo: El árbol mide diez metros de altura; el pájaro es amarillo, etc. En la lógica, la proposición es lo que se llama el portador de verdad. Los términos son brutos, como la propia existencia del mundo, y por el otro lado los argumentos sólo establecen relaciones de validez entre las proposiciones. La única parte del lenguaje susceptible de calificarse de verdadero o falso es la proposición. Entonces, cuando hacemos la pregunta por la relación entre el lenguaje y el mundo, el lenguaje proposicional no sería nada efectivo si se tratara simplemente de un mundo de cosas individuales. Es por eso que Wittgenstein dice que el mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas, es decir, de lo que se da, de lo que es el caso, como “el pájaro es amarillo”.
Bueno, la vez pasada vimos con detalle eso de los hechos y los demás componentes ontológicos que implican como los estados de cosas y los objetos. Todo eso está en un bloque de proposiciones que va desde la 1 hasta la 2.063. Con la ontología establecida, Wittgenstein pasa a abordar el lado del lenguaje, empezando con la proposición 2.1, la cual dice: “Nos hacemos figuras de los hechos”. La palabra que “figura” traduce es “Bild”, cuya acepción más común es “imagen”, algo que se presenta pictóricamente, como una pintura o una fotografía. De hecho, la teoría del lenguaje que el Tractatus propone se ha caracterizado como una teoría pictórica o figurativa. Sin embargo, es mejor entenderlo en términos de un modelo, lo cual Wittgenstein dice explícitamente. En 2.12 dice: “La figura es un modelo de la realidad”. Cuando estuvo en la guerra, Wittgenstein había leído en una revista sobre el caso de un accidente automovilístico en París. En el juicio en la corte los abogados empleaban un modelo para representar lo sucedido ante el tribunal. Lo que va a sostener más adelante es que el pensamiento y las proposiciones del lenguaje pueden verse así, como modelos de la realidad.
Hablemos un poco de la naturaleza de un modelo. Imagínate que el afectado del accidente, vamos a llamarle Pedro, se reúne con su abogado en un restaurante para explicarle qué pasó. Empieza describiendo el suceso con palabras pero luego dice el abogado, “Mejor enséñamelo”. Lo que está pidiendo es que haga un modelo, y para hacer un modelo la primera cosa que se necesita son elementos. Dice Wittgenstein en 2.13: “A los objetos corresponden en la figura los elementos de la misma”. Es decir, hay objetos en la realidad, los que estaban involucrados en el accidente en cuestión, y a esos objetos tienen que corresponder algo en la figura o modelo, a saber, elementos. ¿Qué son esos elementos? Pueden ser cualquier cosa. Bueno, la Torre Latinoamericana en la CDMX no, pues es muy pesada y no se puede mover. Los elementos tienen que ser manipulables, movibles. Sobre la mesa en la que están sentados, Pedro agarra una plato y dice que esto es la glorieta donde se dio el choque. Pone el lado corto de una servilleta al lado del plato para representar la calle en la que venía el coche que le chocó, lo cual representa con un pimentero – y su coche con una salero. Si no hubiera más que un solo plato en la mesa, no pudo haber modelado el accidente. Tiene que haber suficientes elementos para corresponder a los objetos en el escenario en la realidad. Ahora, no es necesario representar todos los objetos en el escenario – la fuente por ejemplo que está en medio de la glorieta o las plantas esparcidos por ahí. Sólo los objetos relevantes, los que incidieron en el choque. Y tampoco es necesario que los elementos se parezcan y que tengan la misma funcionalidad que los objetos que representan. El pimentero no es del mismo color que el coche; no tiene puertas que pueden abrirse ni un motor que puede arrancarse. Pero no importa. Lo que importa es su posición con respecto al otro coche, y eso el pimentero puede representar.
Entonces, necesitamos elementos, y nuestro modelo los tiene: el plato, la servilleta, el pimentero y el salero. Pero eso no es suficiente. En 2.15 dice: “Que los elementos de la figura se comporten unos con otros de un modo y manera determinados, representa que las cosas se comportan así unas con otras”. Algo no es un modelo al menos que los elementos que lo componen se relacionen entre sí de determinada manera, es decir, de la misma manera en la que los objetos en la realidad se relacionan. Si los cuatro elementos de nuestro modelo se distribuyeran en las cuatro esquinas de la mesa, guardarían sin duda ciertas relaciones entre sí, pero no las adecuadas para representar o modelar el accidente. Entonces, los elementos del modelo y los objetos de la realidad comparten cierta estructura de relaciones. Un último detalle importante es que el modelo es una maqueta, un modelo a escala. El hecho de que la salera y la pimentera están a dos centímetros la una de la otra en el modelo no quiere decir que los coches lo están en la realidad. En otras palabras, el mapa no es el territorio. Muchas veces el modelo, como es precisamente el caso de un mapa, trae una leyenda que indica la proporción de la escala: 1cm = 100m por ejemplo.
En 2.141 dice que “La figura es un hecho”. Ya vimos que figuramos los hechos; eso es lo que Pedro y su abogado han hecho en el restaurante. El accidente automovilístico es el hecho que modelan, pero el modelo también es un hecho. El Tractatus, como comentamos, trata de la relación entre mundo y lenguaje, sin embargo, para Wittgenstein eso no es un dualismo cartesiano entre diferentes substancias como mente y materia. El accidente y el modelo del accidente son, los dos, hechos. Lo son porque los dos son compuestos de elementos en cierta relación entre sí. Simplemente resulta que algunas cosas en el mundo, algunos hechos, son capaces de representar o modelar a otros hechos. ¿Cómo es que un hecho puede modelar a otro? Porque comparten en común la misma forma. En 2.151 dice: “La forma de figuración es la posibilidad de que las cosas se interrelacionen al igual que los elementos de la figura”. Esta afirmación me hace pensar en la antigua idea de Aristóteles de que “somos lo que conocemos”. Aristóteles distinguía entre forma y materia. Cuando conocemos un caballo, no somos el caballo materialmente sino en cuanto a su forma. En el momento de la intelección, tanto el conocedor como la cosa conocida comparten la misma forma inteligible, y eso en términos generales es lo que está diciendo Wittgenstein, que los elementos que componen el modelo y las cosas que componen aquello que es modelado tienen la misma organización o forma.
Hay una serie de proposiciones que quiero leer seguidas; van de la 2.1511 a la 2.1515. Dicen: “La figura está enlazada así con la realidad; llega hasta ella”. “Es como un patrón de medida aplicado a la realidad”. “Sólo los puntos extremos de las marcas tocan el objeto a medir”. “Así pues, de acuerdo con esta concepción, a la figura pertenece también la relación figurativa que la convierte en figura”. “La relación figurativa consiste en las coordinaciones entre los elementos de la figura y los de las cosas”. “Estas coordinaciones son, por así decirlo, los tentáculos de los elementos de la figura con los que ésta toca la realidad”.
Hasta ahora, hemos visto que para que algo figure o modele otra cosa tiene que tener elementos suficientes relacionados entre sí para crear cierta estructura o forma. En la serie de proposiciones que acabo de leer, habla de la correlación entre los elementos del modelo con las cosas de aquello en el mundo que modela. Es como si el modelo fuera una medida, como una regla, que se pone al lado de lo que se mide. Sólo los puntos extremos de las marcas tocan el objeto a medir. Los describe también como tentáculos o, como se tradujo al inglés, antenas, tocando el mundo. El contacto que se hace entre modelo y realidad no es físico sino formal, las correlaciones haciéndose de tal manera que la forma de uno coincide con la forma del otro. Esto es lo que quiere decir cuando dice que el modelo llega hasta la realidad, hasta aquello que modela. Implícito aquí es el deseo de evitar lo que se llama ‘el argumento del tercer hombre’ lo cual nuevamente nos remite a Aristóteles. Es muy conocida la crítica que Aristóteles hace a las Ideas de Platón. Si dos personas tienen en común ser hombres, esa propiedad que comparten se debe, según Platón, a que participan en la Idea de hombre. Pero luego tenemos la relación entre esas dos personas, por un lado, y la Idea de hombre, por el otro. Los dos lados comparten en común la cualidad de hombre. Según el propio lineamiento de Platón, esto tendría que deberse a que los tres participan en una Idea que encierra idealmente esa cualidad. Así que tendría que haber una idea que encapsulara los tres, y así sucesivamente en un regreso hasta el infinito. Semejante resultado, un tercer o cuarto o quinto hombre, es lo que Wittgenstein quiere evitar al decir que el modelo llega hasta la realidad. Si no lo hiciera, si la regla digamos no tocara aquello que mide, entonces habría una duda con respecto a la correlación de elementos y cosas y se tendría que agregar otra regla, otra medida, para hacer la correlación, y así sucesivamente.
Si un modelo figura la realidad, es importante entender que los elementos que componen el modelo y que se correlacionan con las cosas en la situación que se modela, que esos elementos no son a su vez modelos de esas cosas. Si así fuera, los elementos del primer modelo necesitarían elementos a su vez que corresponderían con cosas en la situación modelada, y así sucesivamente. Podemos ver cómo surge nuevamente aquí el problema del argumento del tercer hombre. Para evitar este problema y para que el modelo pueda figurar algún hecho en la realidad, sus elementos no pueden a su vez ser modelos sino constituyentes básicos.
Wittgenstein refleja esta distinción en el texto al emplear los términos Abbildung y Darstellung. Abbildung tiene la raíz “Bild”, la cual significa imagen o modelo como dijimos hace rato. El verbo correspondiente es “abbilden”, lo cual significa “modelar” o “figurar”. El modelo que Pedro y su abogado hicieron sobre la mesa del restaurante figura la situación del accidente, mas no la representa. Wittgenstein reserva el término Darstellung o representación para los elementos del modelo. Ellos son representativos de las cosas en la realidad, más no las simbolizan, no se asemejan a ellas.
La semiótica de Peirce puede ayudarnos en entender la diferencia. Para Peirce, hay signos que llama íconos, los cuales logran significar su objeto con base en una semejanza. Los íconos básicos, los que llama hipoíconos, guardan una semejanza cualitativa con su objeto. De esta manera, una pelota de golf puede significar la luna debido a sus cualidades de redondez y de blancura. Luego hay íconos que llama diagramas. La semejanza que un diagrama, como un mapa, guarda con su objeto, como una ciudad, no es cualitativo sino relacional. Los elementos del diagrama no guardan semejanza cualitativa o figurativa con el objeto sino una similitud en las relaciones de los elementos. Además, hay íconos que se llama metáforas, pero el que nos interesa es el diagrama, es lo que Wittgenstein está describiendo en su planteamiento de la figuración de los hechos.
Vemos concretamente esta distinción entre figuración y representación en la proposición 2.201. Ahí dice: “La figura figura la realidad en la medida en que representa una posibilidad del darse y no darse efectivos de estados de cosas”. Lo que vemos aquí es que el modelo figura la realidad pero que representa una posible situación o estado de cosas. Imagínate que alguien te enseñara una imagen de Carlos Marx sin barba. Semejante imagen o figura representa cierta situación, cierto estado de cosas, a saber, uno en el que Marx no tiene barba. En tanto representación, la imagen no figura ningún hecho en la realidad; sus elementos no corresponden a nada en el mundo sino que presentan en su relación entre sí un posible estado de de cosas. En tanto figura o modelo, la imagen sí hace referencia al mundo; modela la realidad con la que la imagen debe compararse. Es sólo en tanto que figura que la cuestión de verdad o falsedad surge. En este caso, el modelo es falso, ya que Marx era un barbudo a más no poder. Entonces, esta distinción entre representación y figura es muy importante para la discusión del lenguaje que veremos más adelante. Un modelo, o una proposición, es verdadera si lo que representa concuerda con lo que figura, y es falsa si no.
En 2.171 Wittgenstein dice que la figura puede figurar cualquier realidad cuya forma tenga. Eso ya lo vimos. Lo que el modelo y la realidad que modela tienen en común, lo que permite que éste figura aquél, es la misma forma. Sin embargo, hay una cosa que la figurar no puede figurar. En 2.172 dice: “Pero la figura no puede figurar su forma de figuración; la ostenta”. Lo que expresa aquí va a ser de enorme importancia más adelante cuando habla de los límites del lenguaje y la distinción entre el decir y el mostrar. Lo que dice es que la forma de la figura, esa cosa que comparte en común con aquello que modela, que esa forma misma no puede modelarse. El lenguaje, como veremos más adelante, no puede modelar la forma o manera en que modela la realidad. Si tomáramos una imagen, como la de Karl Marx (ahora sí barbudo) y tratáramos de figurar o modelar su forma, es decir, la estructura interna de sus elementos que hace que sea reconocible como Marx, sólo terminaríamos dibujando nuevamente la misma imagen. Estaríamos utilizando nuevamente la forma para tratar de figurarla. Resulta que no podemos ir detrás de la forma para figurarla ya que es imprescindible para la propia figuración. Es exactamente el mismo fenómeno que el ojo que trata de verse a sí mismo. De la misma manera que no se puede ver la vista, no se puede modelar la forma.
En la siguiente proposición, 2.173, Wittgenstein dice: “La figura representa su objeto desde fuera (su punto de vista es su forma de representación); por ello representa su objeto correcta o falsamente”. Cuando hablamos de una representación, un modelo o una figura, hablamos de algo distinto de aquello al que hace referencia. Esto es lo que hace la representación, y para hacerlo tiene que ser independiente, distinto, de aquello que representa. Esta independencia es lo que permite que una representación puede ser falsa, que no modela correctamente la realidad. Entonces, una representación puede modelar o figurar sólo aquello sobre el que podría estar equivocado. Si esto es el caso, entonces ninguna representación puede modelar algo que está presupuesto en su propio ser como representación, o sea, no puede modelar su propia forma.
Volviendo nuevamente a Peirce, encontramos en su pensamiento un ejemplo fascinante de esto, en un escrito suyo que se llama “Las categorías defendidas”. Es algo extenso. Bueno, dice: “Imaginen que sobre el territorio de un país que tiene una sola línea fronteriza hay un mapa de ese mismo país. Supondré que todas las partes del país que tienen una sola frontera son representadas por una parte del mapa que tiene una sola frontera; que toda parte es representada como delimitada por tantas partes como realmente la delimitan, que todo punto del país es representado por un solo punto del mapa, y que todo punto del mapa representa a un único punto en el país. Supongamos, además, que ese mapa es infinitamente minucioso en su representación, de modo que no hay ninguna manchita en ningún grano de arena del país que no pudiera verse representada en el mapa si lo examináramos bajo un aumento suficientemente alto. Entonces, dado que todo lo que se encuentra sobre la tierra del país se muestra en el mapa, y dado que el mapa yace sobre el suelo del país, el mapa mismo será representado en el mapa, y en este mapa del mapa puede discernirse todo lo que se encuentra sobre el suelo del país, incluso el mismo mapa con el mapa del mapa dentro de su frontera. De este modo, habrá dentro del mapa un mapa del mapa, y dentro de ése un mapa del mapa del mapa, y así sucesivamente ad infinitum. Estando cada uno de esos mapas dentro de los precedentes de la serie, habrá un punto contenido en todos ellos, y ése será el mapa de sí mismo. Cada mapa que representa al país, directa o indirectamente, está representado en el siguiente, es decir, es representado en el siguiente como un mapa del país. En otras palabras, cada mapa es interpretado como tal en el siguiente. Por tanto, podemos decir que cada uno es una representación del país para el siguiente mapa, y ese punto que está en todos los mapas no es, en sí mismo, sino la representación de sí mismo y sólo para sí mismo. Es, por tanto, el análogo preciso de la pura autoconciencia”.
¡Fascinante! No sólo lo que dice sobre el mapa sino el hecho de que al final en la última oración lo compara con algo completamente inesperado. Espero que hayas podido captar lo que está describiendo. Hay un mapa de México digamos. Ese mapa yace sobre el territorio mexicano justo en el jardín de mi casa aquí en Xalapa, Veracruz. Dado que el mapa es infinitamente minucioso en su representación, si tenemos una súper lupa podemos encontrar en ese mapa una representación del mismo mapa ubicado justo donde está mi casa en el mapa. Y aumentando más podemos encontrar en ese mapa otra representación del mapa, y así sucesivamente.
Ahora, volviendo al vocabulario de Wittgenstein, el mapa es un modelo del territorio, y puede serlo debido, como dice Wittgenstein, a que ocupa una posición distinta del territorio. O sea, la ciudad de Guadalajara está a cientos de kilómetros del mapa, del punto en el mapa que representa Guadalajara. Y así para todos los puntos del territorio que el mapa representa, menos uno. Hay un punto en el que la representatividad del mapa se desploma, a saber, precisamente aquel punto en el que el mapa yace sobre el territorio. Ahí el mapa no es distinto del territorio lo cual lo constata el hecho de que ahi el mapa sólo puede indicarse a sí mismo, y es por eso, dice Peirce, que es el análogo preciso de la pura autoconciencia, es decir, la consciencia inmediata de uno mismo. En la pura autoconciencia, uno no es consciente de sí mismo por medio de ninguna otra cosa, es decir, su consciencia de sí misma no está representada a uno por medio de otra cosa. Más bien, en la pura autoconciencia uno siente o se da cuenta de su conciencia de forma directa e inmediata. La conciencia, como la forma, se ostenta – uno la ve o la percibe directamente. Y como bien nos enseñó Descartes, uno no puede estar equivocado sobre su existencia como un ser pensante, porque la duda presupone la existencia de un ser, de una conciencia, para ser engañado. La inmediata certeza que encierra el “cogito ergo sum” es como la pura autoconciencia que describe Peirce, la cual es como la forma de la figuración que no puede sí misma figurarse sino que sólo puede verse o captarse directamente.
En las últimas proposiciones antes de llegar a la 3 Wittgenstein dice que hay que comparar la figura o el modelo con la realidad para ver si es verdadera o falsa. Cualquier figura, como la de Marx sin barba, representa cierto posible estado de cosas, pero en tanto figura algo tenemos que compararlo con la realidad para ver si lo hace bien o no, si es verdadera o falsa. Como dice en la 2.225, “No existe ninguna figura verdadera a priori”.
Bueno, la siguiente proposición es la 3, en la cual introduce el tema del pensamiento. Con eso iniciaremos el próximo vídeo.

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Utilizo la versión del Tractatus editada por Gredos.

Música de la intro: La canción se llama “Ambience Musettienne” del album Simply Musette de Alexa Sage.

Música de la outro:  ZAPATEADITO OAXAQUEÑO II . Arodi Martinez S.  https://www.youtube.com/watch?v=qIcnUTBSOfw

19 Comments

  1. Oscar · 03/11/2022 Responder

    Me atrevo a traer este minicuento de Borges

    Del Rigor en la Ciencia
    [Minicuento – Texto completo.]

    Jorge Luis Borges
    En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, estos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él.

    Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.

  2. Patricia · 03/11/2022 Responder

    Buahhh Darin brutal…La historia de Pierce el mapa y la autoconciencia me ha crujido la cabeza…Me he quedado loca y es que igual que el ojo que no puede mirar al ojo…No podemos postular una consciencia que sea consciente de la conciencia…Me refiero al humunculo, el célebre hombrecillo en la cabeza…No tiene sentido porque ese hombrecillo tendría a su vez un hombrecillo y así sucesivamente…Fascinante

  3. Sékioz de Niafre · 03/11/2022 Responder

    Buenas.

    Primero de todo, muchísimas gracias por el excelente estudio; siempre es un placer tomar de sus frutos.

    Dicho esto, me remito a ti por una duda bibliográfica que no logro resolver. Atribuyes a Aristóteles la profunda idea “somos lo que conocemos”, y buscando su fuente en Google veo que aparece en tu discusión de “Ética a Nicomaco” Libro VII, Capítulo 3. Sin embargo, al consultar diversas traducciones al español disponibles en zlib y diferentes versiones de la cita, no la he encontrado; tampoco usando Google Books. Lo más cercano que vi fue “un hombre es primariamente su mente (νοῦν)” al final de X.7 (1178a). Lo he buscado también en en.wikiquote por si salía como misattribution, pero nada.

    Reconozco que mi conocimiento de Aristóteles es muy superficial, así que posiblemente voy a preguntar una obviedad, pero me gustaría saber cuál es tu fuente, ya que a mi entender dicha tesis no se desprende de tales pasajes.

    Saludos.

    • Darin · 03/11/2022 Responder

      Hola Sékioz. Aristóteles no dice textualmente “somos lo que conocemos”. Debí haber mencionado la referencia en el vídeo. Se encuentra en los capítulos 7 y 8 del tercer libro de “De anima”. Dice “El conocimiento [es decir, el conocimiento en acto, no en potencia] es idéntico con su objeto”. En otra parte dice que si conocemos un piedra, “no es la piedra lo que está presente en el alma sino su forma”. Espero esto te ayude 😊

      • Sékioz de Niafre · 04/11/2022 Responder

        Muchísimas gracias. El pasaje en el que comentas esta idea me llamó mucho la atención porque me recordó a una lectura reciente, Deleuze “Letter to a Harsh Critic” 1973, en la que se dice: “The question’s nothing to do with the character of this or that exclusive group, it’s to do with the transversal relations that ensure that any effects produced in some particular way (through homosexuality, drugs, and so on) can always be produced by other means.”

  4. Mario · 03/11/2022 Responder

    Hola Oscar, un gusto intercambiar contigo evocando, nada menos, que a nuestro Jorge Luis Borges / A ver, una cosa es el mapa y otra cosa es el territorio / OK / una cosa es la REALIDAD y otra cosa es la REPRESENTACIÓN de la realidad / y de la mano de Wittgenstein y Pierce decir que “una cosa es la experiencia y otra cosa es la representación de la experiencia” / Veamos un caso histórico concreto / una cosa es la EXPERIENCIA de Dios y otra cosa es el CONCEPTO de Dios / NOTA: aunque no lo creas, Oscar, todavía hay muchas personas que confunden “mapa con territorio” porque este es un problema que viene de lejos y que, por ejemplo atraviesa, de punta a punta a la mismísima Iglesia Católica / La Iglesia, en boca de Santo Tomás de Aquino, confundió (dicho con todo respeto) el mapa con el territorio tratando de “demostrar” (como si fuera un teólogo o un filósofo) la existencia de Dios / ¡NO CONFUNDÁIS MAPA CON TERRITORIO TOMÁS! / ¡DIOS ES UNA EXPERIENCIA QUE SE VIVE, NO UN CONCEPTO QUE SE RAZONA! / parece seguir diciéndole a viva voz el genial San Agustín al confundido Santo Tomás

    No no / El tema del video de hoy es crucial / Y la genialidad de Wittgenstein al tratarlo merece todo nuestro aplauso / Excelente video Darin / ¡Chapó!

  5. Patricia · 04/11/2022 Responder

    Hola Mario. Hola a Darin y todos los comensales de esta Fonda. Si que es bastante crucial el tema. Dices que una cosa es la realidad (la experiencia) y otra cosa la representación de esa realidad (de esa experiencia)
    A mi me parece que el viejo Witt estaba fascinado precisamente ese mismo asunto que también parece fascinarte a ti por lo que te leo (y a mi)….Y creo que el intenta responder a una pregunta.¿como se relacionan la realidad REAL con su representación por medio del lenguaje? (otros habrían puesto aqui el pensamiento/conocimiento pero Witt es mas humilde Y se limita al lenguaje Y creo que el encontró algo tan simple como fascinante. La relación entre un hecho y la proposición que representa ese hecho es isomorfica y por eso la proposición modela el hecho. Tiene su misma estructura. La proposición “El pajaro es amarillo” es isomorfica con el estado de cosas que representa porque los elementos que componen la proposición guardan entre sí el mismo tipo de relación que los elementos de la realidad (como en el ejemplo de Darin del accidente). Lo fascinante es que ese isomorfismo está el mismo “fuera” del lenguaje. Se puede ver pero no puede ser descrito lingüísticamente porque estaríamos subiendo un nivel..Para describir ese isomorfismo no tendriamos mas remedio que hacer una proposición acerca de la proposición y asi se perderia la conexión directa con la realidad REAL ese nivel basico enque la proposición MUESTRA su conexión con el mundo…Es muy paradójico y también muy fascinante que lo que hace que el lenguaje sea un vehículo tan eficaz para modelar el mundo, ese isomorfismo con los hechos del mundo, este ello mismo fuera del lenguaje…En fin no se si me explico. Creo que no mucho ja ja…Pero bueno es lo que tiene el lenguaje 🤷

  6. Mario · 04/11/2022 Responder

    Patricia! Qué gusto escucharte! Me encantó como hiciste foco en el nudo de todo esto: “¿Cómo se relacionan la realidad REAL con su representación por medio del lenguaje?” / Todo indica que este es un tema central de toda la cultura humana, no? / Fascinante! / Escúchame, ¿crees que es posible concebir, por ejemplo, a la música como un “lenguaje”? / Hay quienes dicen que la música es “significado sin palabras” / entonces, ¿es posible imaginar un “lenguaje sin palabras”? / ¿Cómo jugaría Witt en todo esto?

    Tus opiniones me llenan de energía Patricia / en particular el concepto de “isomorfismo” me tiene electrizado / voy a tratar de entenderlo a fondo xq sospecho que hay algo importante ahí / Sigamos en contacto Patricia! / La Fonda es inagotable, no sé cómo decirlo, pero es así como lo siento

    Espero tus ideas, Patricia / Abrazo fuerte

  7. Patricia · 08/11/2022 Responder

    ¡Mario! Hacía unos días que no me pasaba por aquí…El gusto es mutuo, a mi también me encanta conversar contigo…
    ¡que interesantes planteamientos! Dicen que la música es la más abstracta de las artes y sin embargo…Es capaz de conmover de una manera tan concreta y tan directa, cualquier persona puede conmoverse con la música, no hace falta ser letrado, culto o entendido…Que curioso fenómenos el de la música…
    Decía Kant que el arte para serlo tiene que tener una finalidad sin fin o sea que es belleza pura, belleza por belleza sin utilidad alguna más que la belleza misma y creo que la música (bueno eso es muy muy personal) es de las artes la más inútil y la más hermosa…
    Creo que la música es un lenguaje universal. Yo veo como que no es un lenguaje de palabras, sino de sentimientos…Existía entre los griegos la teoría del ethos que señalaba que la música ejercía un efecto directo sobre la parte emocional y “espiritual” del ser humano…Y es verdad. Hay música que nos conecta con la alegría, con la tristeza con la serenidad, con el entusiasmo, con la vitalidad…y los más curiosos es que los antropologos lo han estudiado y es universal, la música conecta con esas emociones independientemente de la cultura. de manera que una melodía concreta puede ser calificada de “triste” por una persona japonesa, un estadounidense o un etíope….

    El amigo Witt. era un melómano de cuidado, que, además, cuando hablaba de música se ponía de lo más lirico y se olvidaba de su estilo seco y árido. Comparto algunas citas:
    ” “las tres variaciones previas a la entrada del coro en la 9ª Sinfonía (de Beethoven) podrían llamarse el inicio de la primavera de la alegría, su primavera y su verano”
    “A algunos la música les parece un arte primitivo por sus pocos tonos y ritmos. Pero sólo su superficie es sencilla, en tanto que el cuerpo que posibilita la interpretación de este contenido manifiesto, posee toda la complejidad infinita que se nos indica en lo externo de las otras artes y que la música calla. En cierto sentido es la más refinada de todas las artes”.

    • Mario · 08/11/2022 Responder

      NOTA: Los conciertos de Coldplay son algo especial que van mucho más allá de un mega-recital Patricia / Son un FENOMENO de la COMUNICACIÓN CONTEMPORÁNEA / Una ceremonia donde 60000 personas con pulseras que se van iluminando y que dibujan universos de colores en el aire se unen en un ritual que termina trayendo a flor de piel aquellos arquetipos jungianos que viven ocultos en cada uno de nosotros… ese inconsciente colectivo que con el fuego y los tambores lo tribaliza todo y nos funde en una única experiencia compartida … de verdad algo fascinante

      Me zarpé, disculpas

  8. Mario · 08/11/2022 Responder

    ¡Witt amaba la 9na sinfonía! Me volaste la cabeza con ese dato Patricia! Desde hace unos años todos los días escucho alguna de las sinfonías mientras hago la cena para mi familia. En youtube escucho los conciertos que en 2012 dio Daniel Baremboim en el Royal Albert Hall de Londres. No importa tanto detalle ja! Pero este dato de Witt definitivamente me hace saltar por el aire la imagen que he tenido de él como un racionalista árido y seco como lo son muchos de sus trabajos, el Tractatus entre ellos. Entender a una sola persona te puede llevar la vida Patricia! qué gusto intercambiar contigo! Ahorita me voy a hacer unos trámites y después voy a llevar a unos primos del interior al último de los 10 recitales que está dando Coldplay en BsAs. Pero ese es otro tema / Y después vuelvo a deleitarme con tu sensibilidad exquisita que no deja de sorprenderme en cada uno de tus posteos / Abrazo fuerte Patricia / Seguimos en contacto

  9. Alma Rosa Martín · 08/11/2022 Responder

    Apreciado Maestro le mando un afectuoso saludo y muy pronto podré donar algo de dinero, no he podido porque me retiré de la academia, por causas de fuerza mayor, y mi economía se mermó un poco, pero en cuanto me recupere con gusto le enviaré.
    Siempre agradecida por su forma de compartir su conocimiento

  10. Conrado Santamaría · 10/11/2022 Responder

    Hola, Darin:
    Gracias por este espacio de reflexión tan estimulante y nutritivo.
    Si el mundo es la realidad total (2.063), siendo la realidad el darse y no darse efectivos de estados de cosas ((2.06), entonces el mundo no puede ser la totalidad de los estados de cosas que se dan efectivamente (2.04). ¿No te parece que Wittgestein cae aquí en una contradicción?
    Muchas gracias de antemano.
    Conrado

    • Darin · 10/11/2022 Responder

      Hola Conrado. Interesante comentario. Creo que es una cuestión semántica. En 2.06 dice “Llamamos hecho positivo al darse efectivo de estados de cosas; al no darse efectivo, hecho negativo”. Luego, en 2.063 dice que “Die gesamte Wirklichkeit” – “La realidad total” es el mundo. Ese “gesamte” hay que tomarlo como se hiciera una suma. Sumano lo shechos positivos con los hechos negativos, como en la matemática, sólo deja los positivos, que es el mundo!

      • Conrado · 11/11/2022 Responder

        Algo así tiene que ser: diferenciar “realidad” de “realidad total”, la primera como totalidad de estados de cosas existentes y no existentes y la segunda solo como estados de cosas existentes, que coincide con “el caso” y con “el mundo”.
        Gracias por tu tiempo, Darin.

  11. Lucrecia · 13/11/2022 Responder

    Gracias. Muy clara la explicación de esta parte del texto. Espero con ansias el análisis de 3.
    Saludos desde Argentina

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