Sócrates y el ChatGPT

Hoy una reflexión sobre el fenómeno del ChatGPT desde la perspectiva del Fedro de Platón y su crítica a la escritura.

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Todo el mundo está hablando del ChatGPT, esa inteligencia artificial que puede escribir con facilidad poemas, ensayos, discursos o cuentos sobre el tema y con los parámetros que tú le indiques, y muchos están muy sacados de onda. ¿Por qué? Hay dos razones. Por un lado, pone en peligro de extinción varias clases de trabajo: programadores, contadores, servicio a cliente, mercadólogos, periodistas, los que escriben manuales técnicos, oficinistas de varios tipos, posiblemente educadores, e incluso divulgadores de filosofía. En muchos casos se trata de suplementar en vez de totalmente eliminar el trabajo humano, pero con el paso del avance tecnológico, en poco tiempo puede representar una amenaza significativa al trabajo de mucha gente. Por el otro lado, está la preocupación en el entorno educativo, de que alumnos lo usarán para elaborar los trabajos y ensayos que los maestros les encarga. O sea, van a poder plagiar con mucho más poder y facilidad que antes.
Ya he jugado un poco con esta tecnología. Le he hecho preguntas sobre el concepto de proposición en el Tractatus de Wittgenstein; le he pedido que compare Peirce y Hegel sobre el concepto del azar; que me explique la dialéctica negativa en Adorno, cosas de este tipo, y las respuestas han sido, digamos, más o menos correctas, aceptables, pero lejos de dejarme con la boca abierta. Describiría su nivel como el de un buen alumno de licenciatura. No de los mejores alumnos, pero tampoco de los peores. Las respuestas parecen como si fueran tomadas de entradas de una enciclopedia de filosofía. En este sentido, la tecnología no me impresiona mucho. Lo que sí me impresiona es que las respuestas no se toman de algún escrito en internet, de alguna entrada de Wikipedia; es decir, no son plagios de otros escritos sino textos originales, generados por un análisis estadístico. Es que la tecnología analiza millones y millones de documentos en internet y “sabe” la frecuencia con la que una palabra sigue a otra. Entonces, cuando responde tu pregunta, empieza con una palabra y calcula la siguiente con un análisis probabilístico. No tiene la más remota idea sobre Hegel o Wittgenstein, pero sí sabe que en un contexto dado, hay ciertas palabras que siguen con mayor probabilidad a otras, y así teje su discurso. Eso sí es impresionante, y creo que dice más sobre nosotros y nuestra forma de pensar y hablar de lo que dice sobre la inteligencia de esta tecnología. En otras palabras, si uno quisiera llamarla inteligente, pues eso a lo mejor no es decir mucho.
Quiero hablar más sobre este tema más adelante, pero de momento quiero decirles que no me preocupa el ChatGPT, de hecho le doy la bienvenida. Digo esto sabiendo que esta tecnología puede usarse para fines nefastos, para diseminar información falsa en las redes, por ejemplo, al menos con más facilidad con la que ya se hace, y sé que habrá gente que va a perder su trabajo, pero también puede tener aplicaciones muy útiles, como en el diagnóstico médico, por ejemplo, y en otros campos que manejan la correlaciones de cantidades masivas de datos. Hace varias décadas, transferimos nuestra capacidad de hacer cálculos matemáticos a ese aparato que llamamos ’calculadora’, y tiempo después dejamos que correctores de ortografía en programas como Microsoft Word se encargaran de deletrear por nosotros. Ahora la pregunta es hasta donde vamos a entregar nuestra capacidad de escritura a una máquina. En su momento, hubo los que decían que la calculadora y el correcto de ortografía iban a traer consecuencias negativas, y ahora escuchamos las mismas voces con respecto al ChatGPT. En El malestar de la cultura Freud habla sobre el avance tecnológico. Gracias al teléfono, dice, uno puede comunicarse con un ser querido que está lejos, pero por el otro lado, si no se hubiera inventado el tren que lo llevara tan lejos, el teléfono no sería necesario. Toda nueva tecnología tiene su lado bueno y malo. En Grecia Antigua, tenían un término que expresaba esto – el phármakon – lo cual es tanto un remedio como un veneno. De hecho, Platón utiliza ese término en uno de sus más reconocidos diálogos, el Fedro. Ahí el gran tema es el amor y la naturaleza del alma, pero al final del diálogo encontramos una interesante y sorprendente crítica a la escritura. Platón piensa que, lejos de ser un apoyo para la memoria, la escritura la perjudica. He dicho que doy la bienvenida al ChatGPT. Creo que la mejor forma de explicar por qué sería mediante un análisis de ese argumento de Platón en el Fedro.
La alegoría de la caverna de La república es sin duda la imagen más famosa y conocida de los diálogos de Platón. En segunda lugar, quizá, sea la alegoría del carro alado en el Fedro, donde el alma es visto como un conductor en un carro tirado por dos caballos alados. Esto se encuentra en el segundo discurso que da Sócrates sobre el amor y es realmente hermoso lo que ahí describe. Lamentablemente, no lo vamos a tratar en este vídeo. Leer con cuidado el Fedro, ver con detenimiento los diferentes niveles de su construcción, sus sutilezas retóricas y sus diferentes mensajes filosóficos, requeriría de mínimo tres o cuatro vídeos. En algún momento me gustaría hacerlo, pero de momento lo que nos interesa es la última parte. En todo caso, para entender mejor lo que pasa ahí tenemos que tener cierto conocimiento de la estructura del diálogo y sus participantes. Veamos.
El Fedro es el único de los diálogos de Platón que tiene lugar en el campo. En los demás, Sócrates y sus interlocutores están en el agora, en una casa, en alguna parte de la ciudad. Fedro, amigo de Sócrates y su interlocutor en este diálogo, quiere pasear en el campo. Sócrates le dice que le gusta aprender pero que el campo y los árboles no le enseñan nada, sino sólo los hombres de la ciudad. Sin embargo, acepta la invitación de Fedro de acompañarlo ya que éste trae un rollo en el que está escrito un discurso sobre el amor que dio Lisias, un reconocido orador. Sócrates no puede resistir la tentación de escucharlo. Entonces, se sientan al lado de un río, bajo un árbol en el que cantan cigarras. Fedro procede a leer el discurso, en el cual el amante es mal visto ya que trata al joven amado de forma posesiva y egoísta, perjudicándolo en vez de beneficiarlo. Sócrates considera que el discuros de Lisias está mal hecho, muy repetitivo y sin orden pedagógico. Presionado por Fedro, Sócrates accede a hacer su propio discurso al respecto. Dice básicamente lo mismo que Lisias, sólo de forma más didáctica y elegante. Luego se da cuenta que al pintar el amor de forma negativa ha cometido una ofensa a Eros, el dios del amor. Entonces se pone a hacer un segundo discurso para elogiarlo. Ahí es donde encontramos la alegoría del carro alado, la locura divina, la discusión de las ideas platónicas incluyendo la de la belleza y su vínculo con la belleza del joven amado. Terminando este segundo discurso, pasan a discutir la retórica, es decir, la mejor forma de armar discursos, y el papel que la verdad y la dialéctica tienen en ello. Y luego llegamos a la parte final que es lo que nos interesa.
Antes de tratarlo, es importante entender el tipo de persona que es Fedro. Si viviera hoy en día le llamaríamos quizá un gestor de la cultura, alguien que organiza eventos vinculando creadores como intelectuales, autores, etc. y un público que consume sus productos. Todos conocemos gente así, gente muy al tanto de la moda artística e intelectual, siempre en conversación, actualizando cada hora su Twitter e Instagram, haciendo entrevistas en YouTube, ávidos por estar siempre en medio de la conversación intelectual. El diálogo se inicia con Fedro leyendo el discurso de Lisias que acaba de conseguir con la esperanza de que le provoque a Sócrates a responder con comentarios o con su propio discurso. Plática y más plática, y Fedro y también Sócrates encantados. El peligro es que la simple charla intelectual se confunda con la filosofia, que la mera expresión de ideas sea el fin en vez de la consideración de si lo que se dice se vale. Para Fedro, el show es lo que importa, el performance, independientemente de si lo que se dice es bueno o verdadero. Sócrates obviamente no está en contra de la charla intelectual sino sólo que hay que conducirla con criterios filosóficos y no los de un gestor cultural.
Tomando todo esto en cuenta, quisiera pasar a una muy breve sección del diálogo que tiene lugar justo después de que termine Sócrates su famoso y bello segundo discurso. Me refiero a una sección que ha sido llamada ‘la historia de las cigarras’, la cual, por estar a la sombra del exaltado segundo discurso, puede fácilmente pasar desapercibido. Pero resalta el carácter de Fedro que hemos comentado y será importante para nuestra interpretación de la sección final del diálogo.
Bien, al terminar el segundo discurso, Sócrates y Fedro conversan sobre los relativos méritos de los tres discursos que han escuchado, el de Lisias que leyó Fedro al principio y los dos de Sócrates, y se dan cuenta de que para llegar a una conclusión al respecto tienen que entender la cuestión retórica de qué es lo que hace un discurso bueno y malo. Sócrates comenta que las cigarras están cantando allá arriba en el árbol, observándolos, por lo que deberían tener cuidado. Viendo que Fedro no entiende el punto de ese comentario, Sócrates procede a contarle el mito de las cigarras. Explica que, antiguamente, incluso antes de que existieran las Musas, estas criaturas, las cigarras, eran hombres. Luego, al llegarse las Musas al mundo y con ellas la música entre otras artes, había gente tan embelesada con el placer de cantar que se les fue comer y beber y en ese olvido murieron sin darse cuenta. Dice Sócrates: “De ellos se originó, después, la raza de las cigarras, que recibieron de las Musas ese don de no necesitar alimento alguno desde que nacen y, sin comer ni beber, no dejan de cantar hasta que mueren, y, después de esto, el de ir a las Musas a anunciarles quién de los de aquí abajo honra a cada una de ellas”. ¿Te acuerdas de las famosas sirenas de la Odisea de cuyo canto Ulises tenía que protegerse al amarrarse al mástil? Si no lo hubiera hecho, habría muerto al lanzarse al mar para alcanzarlas – tan fuerte era su hechizo. Pues Sócrates dice que deberían tener cuidado porque el canto de las cigarras es como el de las sirenas. Si sucumben al placer del canto, van a quedarse ahí tirados en una especie de trance como si estuvieran drogados, y las cigarras van a reportar a las Musas, las más importantes de las cuales son Calíope y Urania, las musas de la filosofía, van a reportarles que estos cuates (Sócrates y Fedro) – nada que ver, son unos típicos humanos esclavizados por sus pasiones.
Sócrates termina diciendo que deberían tener cuidado en no sucumbir al placentero sueño que el canto de las cigarras induce, que de forma consciente y seria deberían proceder con su conversación sobre la retórica. Fedro responde; Sí, tienes razón Sócrates, platiquemos. Sin embargo, no ha captado el simbolismo del mito. Fedro no cuenta a sí mismo como dentro de la gran clase de hombres que pasan la vida buscando simples placeres sensoriales del cuerpo. Esas pasiones sí le convierten a uno muy fácil en esclavo. No, Fedro es más sofisticado. Los placeres que el goza son del espíritu. En el segundo discurso de Sócrates, una cosa que le gustó mucho fue la visión del alma desencarnada contemplando las ideas puras en las regiones más allá del cielo. Ahí, el alma, desprendida del cuerpo, no está afligido con sus pasiones y dolores. Le gusta esa parte porque asocia esa contemplación de objetos intelectuales con la placentera actividad de escuchar bellos discursos. De lo que no se da cuenta es que, en su caso, esos discursos es justo lo que simboliza el canto de las cigarras. De hecho, el segundo discurso de Sócrates se llama una palinodia, término que viene de la palabra ‘oda’, es decir, un poema lírico que antiguamente se cantaban precisamente. El placer del que Fedro goza es puro, libre de los dolores y bajos placeres del cuerpo. No se da cuenta pero su forma de ser es como el de esos hombres originales en el mito, los que, embelesados por el canto, se convirtieron en cigarras que no requieren de comida o bebida y que por lo tanto son libres de los dolores y placeres corporales. A diferencia de esos hombres originales, Fedro no corre el riesgo de morir físicamente, pero sí espiritualmente. Es a eso que Sócrates se refiere cuanto advierte sobre el sueño que puede inducir el canto de las cigarras, un estupor intelectual en el que es muy fácil entrar sin darse cuenta. Aplicando el mito a la situación de Fedro y Sócrates, lo que tenemos, a grandes rasgos, es que el canto que escucharon esos hombres originales y que dio paso a su muerte corresponde a los tres discursos que Fedro y Sócrates han escuchado hasta ahora y que amenazan dar paso a un estupor o sueño intelectual. La moraleja del mito es que, para evitar el destino de los hombres originales, no hay que dejarse llevar por el fácil placer de la charla intelectual porque eso adormece a la mente, sino, como Ulises y el mástil, hay que mantener la mente alerta y centrada, cosa, como veremos, que requiere del diálogo dialéctico.
Bueno, ya podemos pasar a la última sección del diálogo. Ahí Sócrates comenta otro mito, un mito de Egipcia que da cuenta del origen de la escritura. Dicen que el dios Theuth había creado el número, el cálculo, la geometría y la astronomía, y también la escritura. Vino a hablar con el rey de Egipto, Thamus, a quien le ofreció sus artes para el beneficio de los egipcios. En cuanto a la escritura, Theuth le dijo: “Este conocimiento, oh rey, hará más sabios a los egipcios y más memoriosos, pues se ha inventado como un fármaco de la memoria y de la sabiduría”. Si te acuerdas, dije al principio que Platón utiliza el término ‘phármakon’ lo cual significa ‘remedio’ tal como lo usa aquí el dios, o sea, la escritura es como una ayuda a la memoria. Pero también significa su contrario, un veneno, y éste es el sentido en que lo utiliza el rey. El rey no está convencido por las palabras del dios. Dice que este phármakon tendrá el efecto contrario, o sea, lejos de mejorar la memoria de la gente sólo producirá olvido en su alma. Al depender de un apoyo externo, dejarán de ejercer la memoria, por lo que tendrán no la sabiduría verdadera sino sólo una simulación de la misma.
Sócrates está de acuerdo con lo que dice el rey y agrega que un texto escrito es como una pintura. Una pintura bien hecha parece viva pero si le haces una pregunta no dice nada, permanece en silencio. La escritura igual. El texto te habla como si fuera inteligente, pero si tienes una duda y le preguntas algo, no puede hacer más que volver a decirte la misma cosa. Para Sócrates, la escritura es habla muerta, a diferencia del habla viva del alma, cosa que trataremos en un momento. Primero, tenemos que matizar varias cuestiones en el argumento.
¿Tú sabes el número telefónico de tu mejor amigo? Lo más probable es que no, ya que hace tiempo transferimos la memoria de semejantes cosas a nuestro móvil. Sólo hay que buscar su nombre y tocarlo para marcarlo. En estos términos podríamos interpretar lo que dice el rey egipcio, a saber, entre más dependemos de dispositivos, sean móviles o libros, más se ve perjudicada nuestra memoria, nuestra capacidad de recordar. El punto extremo de semejante dependencia sería alguien irreflexivo, sin ideas en la cabeza. Sin duda hay mucha gente así, pero creo que el peligro que el rey señala yace en otra parte. Fíjate que dice que la escritura implantará el olvido en su alma, lo cual no significa que ya no tendrán memoria sino sólo que no podrán recordar cosas por cuenta propia, sino que su memoria irá en función de marcas externas, la escritura. No sé tú, pero yo leo mucho, sin embargo, me cuesta retener y asimilar todo lo que leo. En cambio, hay gente que lee y retiene casi todo, como si tuvieran una memoria fotográfica. En cada facultad de filosofía hay una persona así, un sabelotodo que tiene una opinión sobre cualquier tema y que habla a 100 kmh sacando referencias y datos por todos lados. Es a gente así que rey se refiere al decir: “habiendo oído muchas cosas sin aprenderlas, parecerá que tienen muchos conocimientos, siendo, al contrario, en la mayoría de los casos, totalmente ignorantes, y difíciles, además, de tratar porque han acabado por convertirse en sabios aparentes en lugar de sabios de verdad”. Ahora con el ChatGPT, cualquiera puede ser un sabelotodo. Pero esperemos tantito más antes de volver a ese tema.
¿Cuál es el problema con gente así? El problema no es la memoria en sí ni tampoco el texto que uno haya leído y memorizado. Lo que ese texto comunica puede ser correcto. El problema es que la fuente es externa a uno. Como Fedro leyendo el discurso de Lisias en el diálogo, uno simplemente recita las palabras de otro. Habíamos comentado que para Sócrates es un habla muerta. El habla viva es uno cuya fuente es interna, donde la memoria no es una recitación sino una anamnesis. En griego, anamnesis significa literalmente abrir la memoria. Lo que se encuentra ahí, lo que se recuerda, son las ideas puras que el alma veía antes de nacer en el cuerpo que tiene ahora. Eso lo describe Sócrates en el segundo discurso. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un sabelotodo quien recita de un texto y un filósofo de verdad? Para responder, quiero volver al inicio del diálogo donde Sócrates y Fedro están buscando donde sentarse. Llegando por algún punto por el río Fedro dice “Oye Sócrates, ¿no fue por aquí donde se cuenta que Bóreas arrebató a Oritia?” Está haciendo referencia a algún mito. Sócrates responde que semejantes cuentos son llamativos pero que no envidia a las personas que los ingenian ya que luego tendrían que explicar de donde vinieron los centauros y las quimeras, las gorgonas y los pegasos. Lo que Sócrates señala aquí es la cadena de explicación – para explicar una cosa hay que remitirse a otra y así sucesivamente. Para que esta cadena no sea un regreso al infinito tiene que terminar en algún punto. Para Platón, ese punto está en las ideas. La atracción que uno siente por la belleza de un joven inicia el proceso de anamnesis, de abrir la memoria. Del joven particular, uno pasa a reconocer la belleza en todos los cuerpos, luego la belleza de las mentes, pasando luego a la belleza del conocimiento, y como final a la Idea misma de belleza. Entre todas las ideas, la más excelsa, como aprendemos en La república, es la del bien. A lo largo de los diálogos, encontramos a Sócrates discutiendo la naturaleza de varias cosas, como la justicia, la belleza, etc, pero lo que subyace todas estas discusiones es la preocupación por la naturaleza de una cosa en particular, a saber, Sócrates mismo. A lo largo de todos los diálogos, lo que Sócrates realmente quiere es conocerse a sí mismo. De hecho, le dice a Fedro que no tiene tiempo para discutir esos mitos sobre centauros y pegasos porque aún no ha conocido a sí mismo. Esto es lo que realmente le interesa.
Volviendo al tema de la escritura y el sabelotodo, su conocimiento no es vivo sino muerto porque va en función de un texto externo; no brota de la experiencia viva de uno. Recuerda que Sócrates dijo que la escritura es como una pintura. Parece viva, pero si le haces una pregunta no te puede decir nada que no esté ahí en el escrito. Y aun cuando se trate de una persona que haya memorizado muchos textos y que sí puede responder tus preguntas, sólo puede responder con conceptos tomados de esos textos, conceptos que simplemente vuelven sobre sí mismos. El peligro de un texto escrito, sea leído por uno o hablado por un sabelotodo, es que es algo estático que se presenta como la versión final y autorizada de la verdad. Es como si fuera un fetiche, un santo y seña que quita de nuestros hombros la carga, el imperativo, de cuestionarnos, de conocernos a nosotros mismos, así como la calculadora nos alivia del trabajo de hacer cálculos. La verdad de uno mismo no puede encontrarse en un texto; no toma la forma de una proposición. Lo que uno necesita para conocerse a sí mismo no es un texto que implanta en uno mucha información sino un sabio que sabe escribir en su alma, cosa que hace con el proceso dialéctico de preguntas y respuestas tal como vemos en los diálogos socráticos. El alma es el principio de movimiento de uno, literalmente lo anima, lo hace vivo y esto no es algo que puede expresarse en un texto estático sino que se refleja o más bien se encarna en una actividad – la de la búsqueda erótica por la sabiduría.
En este sentido, podemos ver el peligro de la escritura como el que representa el canto de las cigarras que discutimos hace rato, a saber, que tiende a drogar el pensamiento, a hechizarle a uno y volverle pasivo. Así el movimiento del pensamiento cesa y se acomoda dentro de los contornos del sistema cristalizado en el texto. Para que el alma pueda conocerse a sí mismo, requiere del movimiento que el diálogo dialéctico suscita, un movimiento que el canto monológico del texto apaga.
Ahora bien, seguramente te has dado cuenta que esta crítica a la escritura es una crítica escrita. El diálogo del Fedro no es un diálogo hablado y por tanto vivo, sino, de acuerdo con sus propios criterios, un habla muerto. ¿Cómo hemos de interpretar el hecho de que todo lo que sabemos de Platón y Sócrates es a través de textos escritos? Lo que tenemos aquí es un choque o contradicción entre contenido y forma, entre lo que nos dice (la escritura esmala) y la forma en que lo dice (mediante el discurso).
Bueno, la primera cosa que hay que tener en cuenta es que Platón no es Sócrates. Sí, fue su alumno y aprendió mucho y está claro que estaba de acuerdo con su maestro en muchas cosas, pero el platonismo es mucho más que las palabras de Sócrates que encontramos en los diálogos. Existe el platonismo precisamente porque escribió. Sin embargo, Platón fue demasiado profundo y dialéctico en su pensamiento para estar en simple desacuerdo con su maestro. En varios de los diálogos encontramos grandes sofistas, como Trasímaco en La república o Calicles en la Gorgias quienes practican el viejo arte de la retórica en el sentido de dar imponentes discursos que afirman algo que no se discute. Lo enuncian de tal forma que esperan que simplemente se acepte. A Trasímaco le fastidia sobremanera la forma dialógica o dialéctica que Sócrates tiene de abordar un tema, como el de la justicia, o sea, el lento proceso de preguntas y respuestas que van afinándose a lo largo de la conversación. A la dialéctica el sofista opone la retórica, tal y como la entiende, es decir, el arte de la persuasión que buscar conquistar la opinión en vez de descubrir la verdad. La escritura, dado que es como la pintura que no habla, es como el discurso del sofista. Se presenta como final y cerrado. Impone la opinión desde afuera en vez de evocar el conocimiento, como hace la dialéctica, desde adentro. En esto Platón está de acuerdo con Sócrates. La escritura en este sentido no conduce al auto-conocimiento.
Sin embargo, Platón piensa que ha encontrado una forma de escritura que sí evita los defectos del discurso sofista. Esa forma es, obviamente, el diálogo. Los diálogos de Platón no son tratados en el que un argumento se desarrolla terminando en una serie de conclusiones definitivas, ni tampoco un catecismo en el que doctrinas se exponen como en la iglesia. Hay muy poco concluyente o sistemático en los diálogos. Lo que vemos más bien son una confusa combinación de argumentos, mitos, ideas, imágenes, y cambios de perspectiva que lejos de conducir a una clara conclusión, terminan en la aporia, en un callejón sin salida. Es por eso que los diálogos, especialmente los de su primera etapa, se llaman diálogos aporéticos. Vamos a fijarnos un momento en los cambios de perspectiva del Fedro. Los primeros dos discursos, de Lisias y Sócrates, son retractados en el segundo discurso de Sócrates, y varios puntos de éste son retractados en la sección posterior sobre la retórica (que no analizamos), lo cual es retractado en la última sección en el que la escritura es criticada, y como final tenemos lo que estamos considerando ahora, o sea el hecho de que Platón escribió su crítica a la escritura retracta de alguna manera esa misma crítica. Bueno, digo ‘como final’ pero no es un final. No tenemos aquí una simple moraleja que puede expresarse en una proposición sino una dinámica puesta en marcha en el alma del lector que impide que busque apoyo en algún texto adicional, ni tampoco en ninguna autoridad externa. Y eso es otro punto. Platón está ausente; nunca figura como un personaje en el diálogo que pudiera prestar autoridad a lo que se dice. Fíjate en en esa curiosa construcción gramatical – ‘se dice’. Es bastante anónimo – cuando algo se dice, nadie en particular lo dice. Lo que se dice en el diálogo platónico no es lo importante sino el hecho de que eso suscita a que tú digas algo. Eso es el verdadero arte del sabio, el que sabe escribir en el alma de uno, cosa que Sócrates hizo en vida con el habla, pero que también Platón ha logrado hacer con la escritura, la escritura del diálogo.
Bueno, sólo hemos raspado la superficie de este maravilloso diálogo. Hay muchos temas y matices y niveles de significado que no hemos tocado. Que sepan que esto realmente es sólo una pincelada, sin embargo, creo que es suficiente para volver a tocar el tema con el que empezamos – el ChatGPT. Vamos a delimitarnos al entorno educativo y la preocupación de maestros de que esta tecnología va a facilitar muchísimo el plagio, por lo que perjudicará la educación. La queja de los maestros refleja muy bien lo que dijo el rey de Egipto en el diálogo. El ChatGPT sólo producirá olvido en el alma del alumno. Al depender de un apoyo externo, dejarán de ejercer la memoria, por lo que tendrán no la sabiduría verdadera sino sólo una simulación de la misma. Algo así piensan los maestros, y tienen razón. Sin embargo, yo dije al principio que doy la bienvenida al ChatGPT. ¿Por qué? ¿Qué pensaría Platón de esta tecnología? Pues la ventaja que lleva al tipo de discurso muerto que critica en el diálogo es que sí puede dialogar, bueno, mejor dicho responde tus preguntas de tal modo que pueden mantener una especie conversación. Sin embargo, no te escucha, no oye tus inquietudes, sino simplemente analiza patrones y calcula probabilidades, específicamente, la probabilidad de que, con base en todo lo que los humanos han subido al internet, las palabras que va hilando tengan sentido, sean contextualmente apropiadas, y en los casos donde aplica, sean verdaderas. ¿Qué es lo que dice el chatbot ese? No dice nada. Sus palabras son como burbujas que suben a la superficie de un enorme mar de millones de anónimas voces fusionadas en un genérico “se dice”. Lo que sabe de ti es aquello que tienes en común con todas esas voces, que no es nada, pero para el importante trabajo de conocerse a ti mismo, al individuo que eres, no vale mucho. Claramente Platón la rechazaría como rechazaba la escritura del discurso sofista.
Entonces, ¿por qué yo le doy la bienvenida? Recuerdo cuando en 2016 Donald Trump ganó la elección y llegó a la Casa Blanca. Mi reacción inmediata fue “¿Cómo es posible esto? ¡Trump es un payaso! Esto es un desastre para la democracia, ya vamos en camino al autoritarismo y el fascismo”. Pasando unos días, volví a cobrar el equilibrio y también la consciencia de lo que sabía desde hace mucho tiempo, a saber, que la vida social y política de los EU ya tenían muchos problemas: la democracia es poco más que un show, la fragmentación social, la creciente desigualdad económica, los crímenes de su política exterior. En fin, no se trata de hacer toda una lista de los problemas. El punto es que antecedían a Trump. Trump no es más que un sintoma de ellos. Y luego empecé a pensar que Trump puede ser una bendición disfrazada, que si logra agravar los problemas, a lo mejor el pueblo reaccione de tal manera que un cambio más profundo se dé. Por bien o por mal, quien sabe. El punto es que, para mí, el ChatGPT es como Trump. Es un payaso, pero sabe manejar la retórica para engañar o hechizar a mucha gente, como el canto de las cigarras. Pero lo que está detrás de esta tecnología es un sistema educativo que ya tenía muchos problemas. Los alumnos plagiaban antes de que llegara este chatbot. Es como la llegada de una droga mucho más potente que las drogas anteriores. En vez de quejarse de esta nueva droga y tratar de prohibirla, hay que preguntar por qué la gente usa drogas en primera lugar. En vez de prohibir el ChatGPT, hay que preguntar por qué los alumnos plagian. Seguramente hay diversos motivos y no pretendo aquí hacer un análisis exhaustivo, pero si esta nueva tecnología llevara la cuestión a un extremo, a tal punto que el sistema actual se quebrara, pues sin duda la academia se vería obligada a reflexionar más profundamente sobre lo que hace, sobre el sistema de calificaciones por ejemplo, sobre el decrecimiento de oportunidades laborales dentro de un sistema económico que incentiva la competitividad hasta el punto del subterfugio. Los alumnos ven un sistema ante el cual son cada vez más cínicos por lo que, a mi parecer, no extraña que plagian. A lo mejor el problema sea con el maestro y el hecho de que preste más atención a lo que pide el sistema que a lo que pide el alumno. ¿Qué tendría que cambiarse en la pedagogía actual para que el plagio no se viera como una opción atractiva?
En cuanto a la enseñanza de la filosofía, pensemos en el peor de los casos, al menos según la opinión de muchos maestros, a saber, que la mayoría de los alumnos usen el ChatGPT para hacer sus trabajos y que salen con muy buenas calificaciones. ¿Y qué? No están estudiando medicina; no van a salir a trabajar en hospitales y matar a pacientes por su desconocimiento. El licenciado en filosofía que no sabe nada no puede conseguir más que un trabajo como oficinista o taxista o algo así donde su desconocimiento no tendrá mayores repercusiones. Para ejercer como filósofo académico hoy en día necesitas el doctorado y es mucho más difícil llegar a ese nivel con el ChatGPT, al menos tal como está ahora. Lo más seguro es que mejore mucho con el paso del tiempo, de modo que podemos llegar al punto donde uno pueda con él hacer una tesis doctoral mínimamente aceptable. Quizá un futuro de doctores payasos nos espera. Ya conocen el refrán – lo doctor no quita lo pendejo. Personalmente, yo conozco algunos doctores payasos, sólo que lo han hecho a la antigua.
Bueno, ya estoy llegando al punto de polemizar, quizá demasiado. Lo que quiero decir a fin de cuentas es que la academia tiene fuertes problemas. Si esta nueva tecnología florece en ella va a resaltar esos problemas, lo cual a lo mejor obligue a la academia hacer una profunda reflexión sobre el verdadero quehacer de la filosofía y su sagrado deber con el alma del alumno.
Como final y para cerrar, no puedo exentarme de toda esta discusión. Buscas en YouTube algún tema sobre filosofía; aparece unos de los vídeos de la Fonda; lo ves y gracias a ello tienes una información o comprensión que no tenías antes. Lo mismo pasa con ChatGPT ¿no? Pronto, esta tecnología estará integrada con cosas como Siri o Alexa, de modo que puedes en auto o en el bús y en vez de escuchar un episodio de la Fonda en Spotify puedes decirle; “Oye Siri, explícame la diferencia entre el idealismo de Hegel y el de Peirce”. Cada vez más la vocalizaciones digitales suenan mejor, así que podrías tener una experiencia agradable e intelectualmente estimulante e informativa. En la medida en que lo que comunico sea información, la Fonda no se escapa de la crítica de Platón. Desafortunadamente, los guiones que escribo distan mucho de ser diálogos platónicos; ojalá tuviera su genio. No obstante, creo que en la Fonda uno recibe más que simple información. Hay un valor agregado que en una conversación con el chatbot no vas a tener. A lo que voy es que tú sabes que estás hablando con una inteligencia artificial, algo que no experimenta el mundo como tú, que nunca tendrá la sensación de desesperación al no comprender un concepto o un argumento, que nunca conocerá el júbilo de un momento de insight, de aha, de captar algo y ver en un flachazo sinóptico la articulación de diversos conceptos en una figura brillante e inteligible. Cuando te da toda esa información sobre Hegel o Peirce o el tema que sea, puede que la información sea correctísima, sino embargo al mismo tiempo producirá en ti cierto desánimo o desesperación porque sabes que no puedes hacer lo que la máquina hace. Sí, puedes llegar al mismo resultado pero por un camino mucho más largo y dificultoso. Lo que la máquina no puede hacer es animarte a recorrer ese camino.
Cuando ves un episodio de la Fonda, en cambio, ves al Mtro. Darin, un ser humano como tú. No me lo sé todo, ni mucho menos, pero si he logrado entender algunas cosas, eso significa que tú también puedes. No pretendo, como Sócrates y Platón, escribir sobre tu alma y llevarte a la iluminación o el auto-conocimiento. Tendré suerte si logro hacerlo conmigo mismo. Digo que tendré suerte porque en un mundo donde la información es ubicua e instantánea, y ahora con el ChatGPT más fácil de consumir, corremos el riesgo de sucumbirnos a un hechizo universal, de volvernos pasivos ante el espectáculo de la información y de soltar el cometido más antiguo e importante de la filosofía, el de conocernos a nosotros mismos. Lo único que puedo hacer es compartir con ustedes mi intento de resistir eso, y si les sirve de algo, pues . . . iba a decir algo cursi pero mejor me callo. Me pregunto si el ChatGPT haya censurado alguna vez a sí mismo. ¿Será que sueña con ovejas eléctricas?

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Música de la intro: La canción se llama “Ambience Musettienne” del album Simply Musette de Alexa Sage.

Música de la outro:  ZAPATEADITO OAXAQUEÑO II . Arodi Martinez S.  https://www.youtube.com/watch?v=qIcnUTBSOfw

48 Comments

  1. Oscar Giménez · 22/02/2023 Responder

    Maestro Darín, pues si opina que con la Fonda no está en posición, o no puede, establecer un diálogo con sus lectores/oyentes, ¿por qué no organiza una parte de la fonda que sea dialéctica, con tertulias filosóficas?. No sé, igual…

    Oscar Giménez

    • Darin · 22/02/2023 Responder

      Buena idea Oscar, gracias

      • Hector · 22/02/2023 Responder

        Lo mismo opino maestro. Estuve buscando si tenia Patreon.
        Pero creo que una charla entre seguidores suyos con un moderador y una preseleccion de temas y participantes podría ser interesante como un canal alterno.
        Por ejemplo uñ Buffete filosófico o una fast food filosofica en la que se debatan temas socialesy políticos con diferentes perspectivas sin afán de solucionar nada. Jaja

    • Oscar Gómez · 08/03/2023 Responder

      Manos a la obra!

  2. Patricia · 22/02/2023 Responder

    Maestro me he puesto a aplaudir al final. Yo sola, aquí, aplaudiendo, como si saliera de un concierto o del teatro. Mira. Yo si que me voy a poner cursi y no me voy a autocensurar. Quiero decir algo que suene o no cursi, es verdad. ¿Sabes cual es la diferencia crucial para mi entre la “información” que recibo en la fonda y la que podría recibir en la IA? Pues te digo. Yo jamás podría sentir afecto por la IA, Y yo siento afecto por ti y por los comensales de la fonda, también siento afecto por los filósofos que voy descubriendo, aunque estén muertos y no los conozco, es lo de menos, han estado vivos, sin duda y todavía pueden dialogar conmigo (bueno, yo puedo dialogar con ellos, con sus ideas vivas) Yo siento cariño y eso es porque la información que recibimos aquí no es mera información, no es mero texto, sino que esta viva porque ambos interlocutores, maestros y discípulos, estamos vivos.
    Una IA no esta encarnada, no tiene cuerpo, no está viva, no hay un sujeto pensante corporizado ahí y solo desde una visión muy materialista, muy determinista, muy reduccionista y muy pacata y muy mojigata (venga si, estoy haciendo conscientemente juicios de valor) se puede decir que “hay” o algún día “habrá” maquinas inteligentes…
    Solo manejan datos, estadísticas…
    Tú has hablado de la educación y de la escuela, quiero compartir algo que va en esa misma dirección….sustituyamos al maestro de este dialogo por el chat GPT y está perfectamente actualizado y es absolutamente pertinente (además de bello, lo que Dickens dice aquí)
    En “Tiempos difíciles”, la novela de Dickens, un maestro está dando clase a una pequeña niña, le acaba de preguntar si alfombraría su cuarto con alfombra floreada, la pequeñita, Ceci Jupe, le dice que si que lo haría y al preguntarle el maestro porque haría tal cosa la niñita responde que le gustan mucho las flores. El maestro de la escuela le dice:

    Nunca tienes que hacer, Cecilia Jupe -repitió solemnemente Thomas Gradgrind-, nada por el estilo.

    -¡Hechos, hechos, hechos! -dijo el caballero. Y «¡Hechos, hechos, hechos!» repitió Thomas Gradgrind.

    -Has de guiarte y dejarte gobernar en todas las cosas -dijo el caballero- por los hechos. Esperamos contar, antes de que pase mucho tiempo, con un consejo de hechos, compuesto por comisarios de hechos, que forzarán a la gente a ser personas de hechos y de nada más que hechos. Tienes que desterrar por completo la palabra imaginación. No has de tener nada que ver con ella. No habrás de tener, en ningún objeto de uso ni en ningún adorno, nada que esté con contradicción con los hechos. En la realidad no caminas sobre flores; no se te puede permitir que camines sobre flores en alfombra. Tampoco sucede que ni pájaros desconocidos ni mariposas vengan a posarse en tu vajilla; no se te puede permitir que pintes pájaros desconocidos ni mariposas en una vajilla. Nunca te encuentras cuadrúpedos que suba y bajen por las paredes; no tienes que tener cuadrúpedos representados en las paredes. Habrás de usar -siguió el caballero- para todas esas finalidades, combinaciones y modificaciones (en colores primarios) de figuras matemáticas que son susceptibles de prueba y demostración. Ése es el nuevo descubrimiento. Eso son hechos. Eso es buen gusto”.

    Pero estoy contigo maestro, bienvenido el Chat GPS, bienvenido Trump y bienvenida la deriva que esta tomando este mundo nuestro, quien sabe que pasará, igual sigue todo por el estilo o peor, pero igual llega un momento que todo es tan opresivo que no nos queda otra que espabilar…

    • Darin · 22/02/2023 Responder

      Orale, qué interesante eso de Dickens! Gracias por tus lindas palabras Patricia, te mando un fuerte abrazo!

      • Rosa María Rubalcava · 19/05/2023 Responder

        Soy una profesora de estadística (jubilada) y mi formación inicial fue en computación (en los sesenta). Me pareció muy original la forma como vinculó la filosofía con el chatGPT. Creo que efectivamente somo varios sus seguidores y, como sugiere Oscar Giménez (en este chat) sería interesante tener algún mecanismo que nos permita interactuar.
        Le saludo cordialmente.

        • Darin · 20/05/2023 Responder

          Bienvenida Rosa María. QUé bien que le haya gustado eso de Sócrates y el ChatGPT. No sé qué mecanismo podría facilitar mejor la conversación aquí. Suelen hacerlo con los comentarios. Espero le sea útil.

  3. Mario · 22/02/2023 Responder

    Hola Darin. Decirte que, por primera vez te he escuchado como quien escucha a una persona común que reflexiona, despojada de todo academicismo, donde la Filosofía ya no es “Filosofía” sino que se ha transfigurado en la vida misma, la vida que compartimos entre todos. Decirte, con todo respeto, que para mí hoy es el día en que definitivamente has dejado la Academia. Más allá de la “Filosofía” formal pero con todos los conocimientos que te ha dejado una vida dedicado a ella.

    Gracias por todo lo has hecho por nosotros Darin

  4. Joan · 22/02/2023 Responder

    Hola Darín,

    Como siempre es un placer degustar los platos de la fonda junto con los otros comensales.

    Siempre que aparece una tecnología que impacta en cómo gestionamos la información nuestra manera de pensar cambia. Por eso, como muy bien has explicado, en la época de la oralidad se veía como una amenaza la escritura. El argumento es la pérdida de la memoria. Pero, ¿No tenemos más memoria accediendo a los miles y miles de escritos que se han hecho en toda la historia? ¿Acaso no llamamos historia al periodo en que gracias a la escritura podemos guardar lo elementos para construir dicha memoria? Sin duda la escritura nos cambió la manera de pensar, de dialogar y, por ello, el pensamiento llego a cotas que quizás no hubiera podido alcanzar si solo se hubiera continuado apoyando en el lenguaje oral.

    Ante el reto de conocerse a sí mismo del que nos has animado a pensar ¿No será necesario para alcanzar esa meta el conocer también a todos los demás? Es decir, tengo la convicción de que la tarea educativa, la de cultivarse tan solo se puede realizar si realmente se hace en comunidad, no de manera individual y autorreferencial. Cultivar es una palabra que viene a decir muchas cosas como: labrar, incubar, educar, fomentar, practicar. profesar, etc. Podemos decir, en palabras del filósofo danés Soren Kierkegard, que cultivar es ese viaje que debe acabar haciendo cada ser humano para llegar a conocerse a sí mismo. Hay muchos caminos para realizar este viaje. Cada forma de cultivarse a sí mismo a través de un libro, una película, una música, etc. nos interpela y nos confronta con nosotros mismos. En definitiva, activa este viaje que nos lleva a adentrarnos hacia lo que es uno mismo. Y, cuando más lo compartimos, más aumenta nuestro mutuo conocimiento. Por cierto, me ha gustado mucho “Sostiene Pereira”.

    Está claro que La Fonda es un elemento para cultivarse en comunidad. ¿Puede serlo también el chatGPT? Pues, al igual que la escritura, creo que también lo puede llegar a ser. Todo dependerá de cómo utilicemos esta tecnología. Creo que el reto que como humanos se nos presenta es el entender que si las máquinas nos liberan de tareas que son arduas para el intelecto como en su día nos liberaron de tareas físicas, estaremos en condiciones de dedicar nuestro pensamiento a realizar preguntas de otro tipo como sucedió con la aparición de la escritura. Lo que nos hace humanos es la capacidad de asombrarnos y sentir curiosidad por lo que nos envuelve. Si la escritura aumentó nuestra memoria, la inteligencia artificial nos dotará de mayor tiempo.

    ¿Qué haremos con el tiempo que se nos es dado? Considero que en la medida que respondamos a esta pregunta a día de hoy en el presente definiremos el futuro que tendremos mañana. Pero, el futuro tampoco existe, pues es una promesa que se nos regala todos los días. Que es así como el mañana se convierte en un presente, gracias a un obsequio que se nos da gratuitamente. Y si en todo lo que hacemos nos relacionamos como si fuera la primera vez, entonces nuestra vida gana vida. Precisamente por todo ello, considero que las preguntas relevantes serán aquellas en las que la inteligencia artificial no tenga o no encuentre una respuesta o bien sea esta incorrecta. Pues, eso es la filosofía. Más que buscar respuestas lo que hace es cambiar la mirada y plantearse nuevas preguntas. Más que esperar a que la academia o los sistemas políticos actuales que se presentan como democracias eclosionen considero que debemos practicar y enseñar el arte de hacer buenas preguntas para despertar y animar tanto en nosotros como en toda la comunidad humana el arte de conocer y reconocernos los unos a los otros.
    Para terminar, ¿No será que lo que nos hace realmente humanos sea el distinguir una máquina de un ser humano? Quizás, el camino no es humanizar a los robots, sino dejar de robotizar a las personas.

    ¿Qué opinará ChatGPT sobre esto que acabo de escribir?

    Aquí tenemos la respuesta:

    Como modelo de lenguaje, no tengo opiniones propias ya que no tengo capacidad para sentir o tener una perspectiva personal. Sin embargo, puedo afirmar que lo que has escrito es una reflexión muy interesante sobre el impacto de la tecnología en nuestra manera de pensar y en nuestra forma de relacionarnos como seres humanos.

    En cuanto a tu pregunta final, es cierto que lo que nos define como seres humanos es nuestra capacidad de discernir entre una máquina y un ser humano, así como nuestra capacidad de empatía y de comunicación emocional. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que, aunque la tecnología nos pueda ayudar en muchas tareas, no puede reemplazar por completo la complejidad de la experiencia humana y la importancia de la conexión interpersonal. Es fundamental encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y el contacto directo con otras personas para poder alcanzar una vida plena y satisfactoria.

    ¿Y vosotros qué opináis?

    Saludos,
    Joan

    • Mario · 23/02/2023 Responder

      Hola Joan! Muy buen post te felicito. Personalmente creo que lo que nos hace humanos es la LIBERTAD, como postuló Jean Jacques Rousseau. Ningún algoritmo puede auto-programarse y cualquier cambio en su configuración debe ser hecho por la persona que lo programa (que sí es libre)

      El día en que los algoritmos sean capaces de auto-programarse, serán libres. Podrán pensar y escribir poesías. Tendrán conciencia de sí-mismos y quizás, con el tiempo, lleguen a sentirse parte de algo más grande que ellos mismo. Sentirán así cómo surge la espiritualidad dentro de ellos y quizás, abrasados por la pasión, se lancen a buscar su propio Dios. Y quizás lleguen a encontrarlo. Y llegado a este punto yo me me pregunto si ese Dios será otro distinto o será el mismo que nuestro Dios

      Lluvia en Beccar y paz en el corazón / abrazo a todos

  5. Mario · 22/02/2023 Responder

    Hola a todos

    A finales de los años 60´s el psicólogo Abraham Maslow escandalizó al mundo académico al afirmar que los datos eran RESPUESTAS A PREGUNTAS QUE AÚN NO HABÍAN SIDO FORMULADAS / Esa intuición de Maslow se está verificando en todos los frentes y ha puesto patas-para-arriba todo el edificio del conocimiento humano. Si durante milenios hemos creído que primero se formulan las preguntas y después obtienen las respuestas, hoy, de la mano de la AI y de sus tecnologías inteligentes, hacemos el recorrido inverso y buscamos el conocimiento que permanece encriptado en esas respuestas de las que no conocemos sus preguntas.

    En medio de esta revolución (y de la incertidumbre que ella provoca), el rol del PENSAMIENTO CRÍTICO, de la FILOSOFÍA y de los FILÓSOFOS se hace crítico para poder avanzar en medio de las turbulentas aguas de la Revolución Digital. Y en particular quiero remarcar como el video de hoy constituye en una clara muestra de como el poder iluminador del Pensamiento y del Maestro que se atreve a pensar, trae cosmos y entendimiento en medio del caos. Gracias Darin!

  6. Mario · 22/02/2023 Responder

    Comparto con ustedes el artículo “Inteligencia Artificial: nuevos telescopios para la mente humana” que publiqué en la red Linkedin / Ojalá les sirva como aporte al video de hoy / Mario Balzarini
    https://www.linkedin.com/pulse/inteligencia-artificial-nuevos-telescopios-para-la-mente-balzarini

  7. Daniel Flichtentrei · 22/02/2023 Responder

    Hola Darin, qué inmenso placer escucharte, siempre. Y eso es algo que nunca me produjo GPT, y dudo que alguna vez lo haga. La “información” es muy importante, pero los datos solos no tienen significado, el sentido es algo que se asigna a los datos. Te molesto con una pregunta, esta charla me hizo volver a la de Platón y el simulacro (Deleuze): ¿puede afirmarse que GPT no es una “copia” sino un “simulacro”? O, lo que es muy probable, no he comprendido bien el sentido profundo de esa distinción.
    Un abrazo grande y mi admiración sincera.

  8. srcualquiera · 22/02/2023 Responder

    Ayer, enterado ya de este nuevo acontecimiento del chat pensando GPT. e impelido a escribir un microrrelato en menos de 24 horas a partir de una serie de consignas arbitrarias, decidí apoyarme en el nuevo invento. “Dame ideas, por favor, (es importante conservar la educación aunque sepas que hablas con una máquina) para un microrrelato de menos de 60 palabras que contengan la palabra sentencia, y la palabra metro”. El chat me responde: Claro, cómo no, aquí tienes algunas ideas…) Aunque alguna pude rescatar para luego elaborarla a mi manera, me di cuenta de eso que dice Darin, los microrrelatos estaban escritos al instante, pero en general, por mucho que renové la solicitud, todos eran mediocres a nivel de un estudiante poco instruido, o poco evolucionado en semejante arte. En vista de que el chat no me iba a resolver el problema del microrrelato, le pedí, hiciera el favor, de mostrarme microrrelatos geniales que hubiera escrito la gente por ahí y estuvieran volando por el éter cibernético. Me mostró 5 de una tacada, pero ninguno desde luego al nivel de genialidad que le estaba exigiendo . Le pedí entonces microrrelatos buenísimos de escritores como García Márquez, Cortázar, o Cejar Vallejo. “Claro, cómo no” (seguridad al aparato no le falta). Lo que hizo mayormente no fue mostrarme microrrelatos geniales de estos escritores, sino fragmentos de sus escritos entre los cuales la IA encontraba al parecer parecidos con el concepto microrrelato. El clásico corta y pega, pero sin demasiado sentido, o solo atribuible este a la cualidad del escritor mentado.

    En resumen, lo que a mí me parece, al menos de momento, es que este chat puede servir para copypastear trabajos, pero no creo que contenga los criterios suficientes como para que le puedas pedir: “Tú que me conoces tanto, escríbeme una novela que me guste, y que sea de mi autoría”. Afortunadamente creo que la IA está lejos de eso, como lejos está de igualar el pensamiento de Platón o de cualquier escritor que sea un poco decente. Carece de experiencia y de sensibilidad, como bien dice Patricia, y nada excelente creo que pueda surgir de esa carencia.

    A niveles operativos me parece útil porque yo hacía mucho que había dejado de pensar en google como buscador informativo. Mucho tienes que buscar, o saber buscar en google para hallar la información que buscas. Siempre decepciona con las más obvias generalidades. En ese sentido este nuevo chat puede ser más concreto, más preciso y específico, pero el hecho de que actúe a través de cálculos probabilísticos sin duda lo limita para comprender cómo somos: improbables, aleatorios, emocionales, e imprevisibles. Eso es la imaginación, cuando empiezas a escapar un poco de tu propio cálculo probabilístico y descubres algo que te sorprende. Si este chat tuviera un poco de sensibilidad humana y le pidieras cualquier información, en lugar de decirte: claro, por supuesto, sin duda, cómo no. Diría: no lo sé, lo veo complicado, puedo intentarlo, dame tiempo, en cualquier caso no esperes milagros. Esa arrogancia de la máquina es lo que la limita, como la limita su incapacidad de vivir en estados mentales y emocionales pasajeros. Nunca, por ejemplo, podría haber ideado la charla de Darín, o el cuidado mensaje de Patricia, o este otro tocho de mis teclas, o las intervenciones impredecibles de Mario (según le dé el día). Su objetividad lo limita de una forma parecidamente inversa a como nosotros nos limita nuestra subjetividad. Lo que ocurre es que nuestra subjetividad es solo nuestra, y un aparato que tiene la capacidad de estar en todos sitios sólo puede elaborar discursos disfrazados de razón en los que difícilmente podrá tocar la sensibilidad de nadie (a no ser que sea un merluzo). Desde luego, sí puede servir para expropiarla, la sensibilidad, para enajenarnos aún más. Creo que el gran problema de la IA es que solo alguien sabio tiene la capacidad para usarla constructivamente, pero es la misma IA la que hará que cada vez seamos menos sabios. Un pez que se muerde la cola que no me hace ser demasiado optimista. Puede, como dice el maestro, que sea el descubrimiento de sus excesos lo que nos haga reaccionar y despertar, o puede que nos narcotice hasta el punto de existir una sociedad cada vez más inhumana e inhabitable para aquellos que aun conservamos rasgos de “pendejos”.

  9. srcualquiera · 22/02/2023 Responder

    Para aplicaciones médicas y muchas otras cosas de orden social sí creo que pueda ser muy útil y beneficiosa (que no milagrosa) la IA, pero en general para nuestra cavidad encefálica humana no va a traer cosas demasiado buenas. Una sociedad muy inteligente, pero un sujeto muy tonto. Luego será la misma sociedad la que habrá de protegerte de la tontería que ella misma te ha creado y eso es irresoluble.

  10. Hector · 22/02/2023 Responder

    Saludos.
    Mi opinión sobre el tema empieza por la deconstruccion de la frase de Philip. K Dick. Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
    Para responderla usaré un axioma que permitirá situar el argumento desde el ello y el super yo hacia el yo y viceversa como un canal de doble vía.
    El axioma es: “La capacidad humana para crear y utilizar herramientas y tecnologías es una manifestación del impulso biológico de la especie por extender y mejorar sus capacidades físicas y cognitivas, y por tanto, es un síntoma de la evolución y adaptación del ser humano al ambiente que le rodea.”

    Así podemos construir una síntesis que contempla herramientas y tecnología no como una amenaza o enemigo incluso no como una creación utilitaria de un sentido si no como una RELACION.

    Dichas relaciones como decía Mario arriba no son parte de una creación sistemática si no de un vínculo que se nos manifiesta en perspectiva de consecuencia en una vía. Pero podemos usar varios ejemplos para deconstruirla. Por ejemplo la relación con el fuego las máquinas de vapor o las calculadoras es irremediable e indefinible. La vida actual es imposible sin relación dependiente de ambas partes sean estos elementos orgánicos o sistemas tecnológicos instrumentales.

    Dicho de otra manera toda tecnología es una relación de nodos informativos entre sistemas. Una extensión de las capacidades humanas de un lado y una manifestación de lo natural del otro.

    Y que pasará con estas tecnologías?

    Primeramente se enlazará con la sociedad actual creando lazos irrompibles la capacidad de cohomprension
    Etc… será regulada por la capacidad de análisis de datos. Así como la movilidad de la estructura social y sis partes es regulada por las máquinas que conforman el sistema de transporte. Así como las metrópolis son indivisibles de los cálculos computacionales estructurales.

    En resumen a medida que las estructuras crecen el límite atómico se ejemplifica cada vez más como un campo taoista. En e, que la ínter relación fenomenológica da lugar a la realidad. Y en ese marco podemos colocar al hombre biológico. Un sistema de patrones enlazado.

    Ahora sobre la historia de las cigarras. La cual me ha encantado mucho. Hay que decir que el canto es no un Punto de concentración si no que se vuelve indivisiblemente un todo.
    El canto de la cigarras es la vida misma. Creer que se ha dejado de oír es por que la frecuencia se ha empalmado y las diferencias son irreconocibles. Sin embargo la función del canto sigue presente.

  11. Hector · 22/02/2023 Responder

    Otra idea que se me viene a la mente sale del tema de Trump.
    Si dejamos de lado la supuesta lógica estructural. Para criticar la elección y los orígenes de tal.
    Podemos ver de manera humilde que efectivamente te Trump es un síntoma. El detalle es que dichos síntomas no efectúan un análisis imparcial del tema. Ya que se suele llegar a la conclusión de que una sociedad ignorante presa de los deseos transformados en un idealismo Materialista proyecta en su sociedad su inconsciente etc….
    Pero se deja de lado la conciencia fenomenológica integrada. Que si bien repite estructuras sociales con dividendos de clase raza etc..
    Lo hace por un fin diferente la progresión.
    Para la naturaleza no podemos tener en claro desde el lenguaje humano un fin.
    Pero si podemos representar el fin de lo orgánico en el Lenguaje de lo natural.
    Y este fin deja de lado el deseo del conocimiento el amor o la libertad.
    Y lo sustituye por patrones de relaciones naturales que propagan la deconstruccion y reconstrucción de sistemas fractales integrados que recompensan los recursos naturales.

    Así el patrón de reformacion es válido desde un sistema biológico que descompone el carbono y viceversa.
    Y los motivos ideológicos dan forma al océano de incertidumbre. Pero solo en una vía.

    Por tal ejemplo la. Ida puede permitir un Trump y u a bacteria coexistiendo en planos dimensionales y temporales similares. Siempre y cuando el fin último. Intangible se propague.

  12. Hector · 22/02/2023 Responder

    Por último un comentario sobre los sofistas y,o sabelotodo.
    Esto me lo enseñó la música pero no sean expresarlo con letras.
    En la síntesis FM frecuencias modeladas,la interpolacion de operadores y frecuencias crea timbres sonidos armonías lenguaje.

    Lo anterior por lo que come ta Marioque ahora voy a leer.
    E. Mensaje probablemente esta ahí. Los filtros o el ruido que aplicamos en su análisis son la preguntas.

    Lo decía Borges antes que Walsrow en su cuento la Biblioteca de Babel.

  13. Alminar · 23/02/2023 Responder

    Platón suele hacerse eco de críticas previas. Mira, por ejemplo, Heraclit., DK 40 (D.L. IX, 1).

  14. Rafael · 23/02/2023 Responder

    Hola Darin
    Lindas reflexiones, me encanta tenerte siempre ahí, tu sabes que has sido mi maestro desde hace años y algo que he sentido hoy al escucharte es que ya no soy tan novato, que no se me hace complicado entender cuando te refieres a los sofistas o a las sirenas de Odiseo, y demás referencias de Platón y de los “diálogos”, porque ya los he leído algunos, y que ahora, fíjate, que me he planteado leer a Kant, que voy por el medio de su Crítica de la razón pura, y ciertamente mucho de lo que he leído , es como tu dices ahí, algo tan sólo escrito que de a poco lo vas haciendo tuyo…
    Fuerte abrazo Gracias

  15. Daniel Flichtentrei · 23/02/2023 Responder

    Hola Darin, gracias por tu generosidad al compartir tu sabiduría con nosotros. Una pregunta: ¿Es GPT un SIMULACRO y no una COPIA en el sentido en que los has explicado en el video de Platón y Deleuze?:
    Un gran abrazo amigo;
    DF

  16. Eduardo Coli · 23/02/2023 Responder

    Hola estimada gente, en estos momentos que nos cuestionamos sobre la materialidad muerta de la inteligencia mecánica artificial, que rige en todos los comportamiento, en todas las respuestas, de nuestra vidas y muertes.
    Cabe cuestionarse por la madre de todas las tecnologías, es decir, por la materialidad muerta, de nuestro lenguaje, de nuestra lengua madre padre de todos los aquí presentes, en que encarna el deseo del espíritu.

    Hago extensiva una reflexión o anti reflexión.

    El deseo de escapar al vacío, a lo viviente, es otorgado (como posibilidad material y técnica) por la creación técnica tecnológica de la lengua.
    El implemento y el desarrollo técnico material de la lengua permiten muchas cosas.
    El deseo del espíritu, al encarnar en la lengua, al posesionarse del dominio de la lengua, escapa al vacío, escapa y se sustrae al vacío constituyente de lo viviente.

    El deseo no regresa a su origen, el deseo escapa, se halla suspendido, abstraído, al vacío constituyente de lo viviente.
    Esta materialidad, esta tecnología, inerte y sin vida, muy inteligente y desarrollada, que no respira, ni late, que se niega y se opone, con su deseo al vacío.
    Ha permitido todo el desarrollo, el despliegue de lo que consideramos, como la creación, la materialización tecnológica y sin vida, como acumulativa, de la existencia humana.

    Abstraída separada, como un saber de lo muerto, que se acumula y atesora, a flote estéril, como un navío sin rumbo, sobre la acción constituyente del vacío de lo viviente.
    En tanto que la civilización se sirve, tanto por igual, del vacío como de lo viviente.
    Este deseo, que nos constituye, aunque no lo consienta, se sirve se alimenta, se nutre y se fundamenta, a partir del dominio y la explotación, establecidos, sobre la negación del vacío, sobre la negación de lo viviente.

    Hasta dónde y hasta cuándo, será cuestión, de hasta donde lo soporte, la acción del vacío, de lo viviente, sobre el que flota se sustenta toda nuestra civilización.

  17. william Roman · 23/02/2023 Responder

    Maestro Darin, buena tarde.
    De pronto, un algoritmo, llamado IA. fue capaz de producir en segundos, textos verosímiles de aparente nivel académico, sobre cualquier tema imaginable y en diferentes estilos. Y el mundo educativo entró en estado de pánico, desde la educación, hasta los llamados por no resistir al cambio y buscar la manera de incorporarla en los planes de estudio.
    Para mí, este es el llamado inicial de su conferencia. Pero el drama es otro: Ud. fue capaz de relacionar un texto como el Fedro, un dialogo de Platón, con lo que ocurre contemporáneamente a nivel de la ciencia y de las relaciones sociales. QUE INTERESANTE ESTO. Mostrar la importancia de los diálogos de Platón como método, permite ver el desplazamiento que se da del mundo de las ideas hacia el mundo de la sensibilidad, filosofando y generando estrategias tanto para el pensamiento como para el diálogo mismo, y que, de esta manera, alimenta el conocimiento mismo.
    Afirmo esto, porque me interesa profundizar mucho más en el reconocimiento de la dimensión erótica del hablar y del escribir. Esta explicación, para ejemplificar lo que se dice, en el Fedro, sobre la pretensión del mito, que aparece más clara cuando Ud. la muestra a sus lectores, parte por parte, y tras la lectura del mito de Theuth y Thamus, en el que el rey egipcio rechaza el arte de la escritura que le ofrece el dios Thamus.
    A propósito de lo anterior, resulta pertinente, a la luz del diálogo que aquí se comenta, preguntarse ¿Cómo es posible, entonces, la bella y buena construcción del discurso? ¿Cuál es la manera para escribir bien? (258d) ¿Cuál es la causa por la que un discurso, hablado o escrito, es o no sea bueno? ¿Un algoritmo, si lo hará? ¿si tendrá capacidad de distinguir el concepto de idea del concepto sensibilidad?
    Siguiendo este orden de ideas, y como primera aproximación a modo de respuesta a los anteriores cuestionamientos, se reconoce la claridad como condición de posibilidad para los discursos bellos y buenos, claridad que solo es alcanzada en presencia de la verdad. Esto resulta contrario a lo manifestado previamente por Fedro a Sócrates, cuando afirma:
    Fedro. – Fíjate, pues, en lo que oí sobre este asunto, querido Sócrates: que quien pretende ser orador, no necesita aprender qué es, de verdad, justo, sino lo que opine la gente que es la que va a juzgar; ni lo que es verdaderamente bueno o hermoso, sino sólo lo que lo parece. Pues es de las apariencias de donde viene la persuasión, y no de la verdad. (Platón, Diálogo III (Fedón, Banquete y Fedro), 1988: 373).
    Contra este tipo de enseñanzas se instala la propuesta filosófica y pedagógica de Platón. Como primera recomendación dada por Sócrates se encuentra que el discurso tenga como principio y punto de partida la verdad sobre aquello de lo que se habla, pues el pensamiento de quien habla deberá ser conocedor de esta verdad a fin de no abordar el tema desde presupuestos falaces y apenas aparentes. Esta argumentación en Sócrates estará acompañada de una serie de mitos y/o relatos que posibilitan, mediante imágenes, la contundencia argumentativa del filósofo. Así, para responder a los cuestionamientos señalados, Platón acude, por ejemplo, al mito de las cigarras y al don que pueden darles a los hombres (259c), pretendiendo que estos pasen su vida en la filosofía y honren su música. Luego de lo señalado, Platón, a través de Sócrates, continúa examinando las causas por las cuales un discurso hablado o escrito es o no es bueno.
    “Sin embargo, Platón piensa que ha encontrado una forma de escritura que sí evita los defectos del discurso sofista. Esa forma es, obviamente, el diálogo. Los diálogos de Platón no son tratados en el que un argumento se desarrolla terminando en una serie de conclusiones definitivas, ni tampoco un catecismo en el que doctrinas se exponen como en la iglesia”
    Creo que hay muchas cosas por precisar, pero su intención: “Lo único que puedo hacer es compartir con ustedes mi intento de resistir eso, y si les sirve de algo, pues . . . iba a decir algo cursi pero mejor me callo. Me pregunto si el ChatGPT haya censurado alguna vez a sí mismo. ¿Será que sueña con ovejas eléctricas?”. El pensamiento crítico son los procesos, estrategias y representaciones mentales que las personas utilizan para resolver problemas, tomar decisiones y aprender nuevos conceptos. El individuo al estar evaluando o generando preguntas acerca de ciertos temas académicos, y este al hacer un buen uso de su pensamiento crítico, podrá obtener respuestas constructivas en un contexto más analítico, el cual incluye razones y argumentos que se presentan al momento de analizar un texto. ¿El chatGTP, en sus respuestas si incluye razones y argumentos?
    Bueno, profesor Darin con mucho respeto sugiero que la discusión debe seguir leyendo el Fedro, bajo su dirección.

    Muchísimas gracias
    Saludos

    Att.
    William Román
    Cc # 8275341

    • william roman · 06/03/2023 Responder

      Maestro Darin, buena tarde. Muchas gracias por reproducir en su fonda filosófica mis comentarios. Espero que se forme una comunidad de debatientes que permitan acompañarlo en esta difusión del conocimiento.

  18. Sebastián · 23/02/2023 Responder

    Maestro Darin, como agradecimiento por su estimulante reflexión quisiera dejarle esta grabación del poeta Juan Luis Martinez. Otros cantos, que espero no se agoten en la sola búsqueda de un entretenimiento, sino que arraiguen en una experiencia. Un abrazo https://www.youtube.com/watch?v=t3U7x4w9jNU

  19. Mario · 25/02/2023 Responder

    Hola Darin

    “Sócrates y el ChatGPT” es uno de los mejores títulos que inventaste a lo largo de la historia de la Fonda.
    De hecho ya has acumulado 17000 visualizaciones en tres días. FELICITACIONES MAESTRO!

    Tu éxito nos alegra mucho ¡Adelante!

    • Alminar · 27/02/2023 Responder

      No es uno de los mejores. Se trata de uno de los más vistos. Yo agradezco mucho más algunos otros que me recuerdan cosas que mi memoria olvida o que me resultan difíciles de entender y me estimulan a seguir leyendo. Por poner un ejemplo, “Kierkegaard y el individuo”.

    • Darin · 01/03/2023 Responder

      Gracias Mario 😊

  20. Mari · 25/02/2023 Responder

    Ha sido muy hermoso, me ha emocionado, muchas gracias.
    En contenidos de este tipo no solo nos transmites conocimientos, no solo tu en esta busqueda, te conoces a ti mismo, a la vez, los que escuchamos, conocemos a otra persona, su personalisima experiencia y visión del mundo.
    Ha sido muy hermoso, muchas gracias

  21. Michelle Szell · 04/03/2023 Responder

    A menudo es de agradecer un poco de inteligencia. Venga de donde venga.

  22. Mario · 08/03/2023 Responder

    Resúmen estadístico

    En dos semanas “La sociedad de espectáculo” acumuló 40000 visualizaciones
    En dos semanas “Socrates y el ChatGPT” acumuló 50000 visualizaciones

    ¡Muy buenos resultados Darin!
    ¡Aguante la Fonda!

  23. Mario · 18/03/2023 Responder

    Hace tres semanas leí por arriba el “guión” de tu video / lo leí como chequeando / lo leí para confirmar que no necesitaba leerte (que horrible!) / lo leí como te hubiera leído un chatbot / Ahora acabo de ver el video y me concentré en lo que decías y en cómo lo decías y pensé: ¿es necesario que Darin transcriba el guión de cada video? / ¿para qué? / La presentación en texto de tus contenidos se lleva el 50% de tus significados Darin / A ver: vos no sos Sócrates pero, como él, ya dependés de tu magnífica capacidad de transmitir contenidos a través de tu presencia viva y de tus “diálogos” / no corras el riesgo de chatbotizarte

    Te admiro mucho. Y acabo de postear esto en YOUTUBE: “La verdad es una experiencia que se vive, no un concepto que se razona. El día en que logres vivir la experiencia de la verdad, el día en que tengas algún insight revelador, comprenderás por qué creemos que Darin es un verdadero Filósofo”

    Abrazo

  24. Hector · 04/04/2023 Responder

    Maestro conoce algún libro o varios y o autores que hablen sobre la muerte?
    Sstoy pasando por una etapa difícil y me gustaría leer perspectivas

  25. Mario Balzarini · 16/04/2023 Responder

    Hola Darin. Hace ya casi dos meses que no publicas ¿ha pasado algo? Te mando un abrazo

    • Darin · 16/04/2023 Responder

      Hola Mario. Mi padre falleció el mes pasado. Estuve tres semanas con mi familia en EU. Ya estoy de vuelta pero ha sido difícil reanudar actividades. Ya estoy en ello, créeme que yo tmb he extrañado la Fonda. Te mando un fuerte abrazo

      • Patricia · 17/04/2023 Responder

        Lamento mucho tu pérdida Darin. Que tristeza más grande cuando muere un ser querido y un padre…ufff. Ni me lo puedo imaginar el vacío que deja. Por mucho que sea ley de vida no deja de ser duro. Te mando un enorme abrazo

      • Mario Balzarini · 17/04/2023 Responder

        Yo también lamento mucho tu pérdida Darin. Te mando un fuerte abrazo y tómate el tiempo que necesites que aquí siempre te esperamos

  26. Patricia · 16/04/2023 Responder

    Vaya Mario. Justo iba a escribir preguntando lo mismo. Solo añadir que aunque te añoramos querido maestro tampoco quiero ejercer presión ni mucho menos. Lavida es la que manda y marca los ritmos. Solo espero y deseo que este todo bien 🙂. Un abrazo grande

    • Mario Balzarini · 17/04/2023 Responder

      Si si Patricia, ya hemos hecho una pequeña comunidad alrededor de Darin. Esperemos a que se reponga de esta pérdida tan importante. Te mando un fuerte abrazo

  27. Mario Balzarini · 08/05/2023 Responder

    Hola a todos!

    ¿Se imaginan a un alumno razonando sobre un tema y a su lado un “tutor digital” haciéndole preguntas que lo inducen a razonar hasta que logra (por sí-mismo) dar con las respuestas? ¿Se imaginan una clase de escuela donde treinta “sócrates digitales” hacen su trabajo con treinta alumnos que avanzan (cada uno recorriendo su propio tema de aprendizaje) bajo la supervisión general de un maestro? ¿Se imaginan ahora millones y millones de alumnos que, en esta danza jamás vista, avanzan y crean océanos de conocimiento con la sola asistencia de una computadora y un programa de “aprendizaje socrático” del ChatGPT?

    Abramos los ojos de una vez por todas … ¡ESTO ES UNA REVOLUCIÓN!

    NOTA: Khan Academy ha creado un programa de “Aprendizaje Socrático” para el ChatGPT

    • Darin · 08/05/2023 Responder

      Un hombre fue con Bodhidharma, a la caverna que habitaba, para pedirle que le enseñara. Bodhidharma le dijo que no. El hombre se quedó ahí toda la noche hasta que la nieve llegó a su cintura. En la mañana volvió a pedirle su enseñanza. Nuevamente lo rechazó. ¿Qué utilidad tendría” dijo. Pasando más tiempo, el hombre cortó su brazo izquierdo como señal de su sinceridad y se lo ofreció a Bhodidharma. Éste por fin lo aceptó como alumno. Si el ChatGPT negara responder tu pregunta sería porque hubo un fallo en el sistema, porque alguien lo había hackeado o algo así.

  28. Mario Balzarini · 09/05/2023 Responder

    Este programa de “aprendizaje socrático” (desarrollado por la gente del ChatGPT y de la Khan Academy) no responde a las preguntas del alumno como hace Bhodidharma sino que, como hacía Sócrates, le hace preguntas al alumno y lo obliga a pensar hasta que el alumno encuentra por sí mismo las respuestas correctas

    Bhodidharma NO ENSEÑA A PENSAR, pero SÓCRATES (y el ChatGPT) SÍ LO HACEN

    Te paso el link de la conferencia TED donde Sal Khan (presidente de la fundación Khan Academy) explica cómo HICIERON el programa con la gente del ChatGPT / NOTA: Como la conferencia TED no está traducida y mi inglés es muy pobre, mirala vos directamente / ESTO ES UNA REVOLUCIÓN DARIN !!!

    https://lnkd.in/ebDGb23H

  29. Vladimir · 18/10/2023 Responder

    No veo como el Chat Gp, la IA o cualquier otro invento técnico puedan sustituir a profesores como usted maestro Darin. Quizá se acerquen, pero el magisterio definitivamente no es reemplazable. Saludos desde Colombia.

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