¿Tiene algo de ontológico el coaching ontológico?

Un análisis del fenómeno llamado coaching ontológico y sus pretensiones filosóficas.

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Guión

Hace poco, un suscritor de la Fonda, Francisco se llama, me escribió para decirme que había conocido una persona que se presentaba como un “coach ontológico” y que le hablaba de Heidegger. Sin conocer bien a Heidegger, Francisco vio mi serie sobre el Ser y el tiempo y, como dice en el correo, “El resultado ha sido que pienso que Heidegger horrorizaría de que su filosofía se empleara para la motivación empresarial. El motivo de este email es preguntarle su opinión sobre el término COACH ONTOLOGICO y si existiría una relación con la filosofía de Heidegger”. Este vídeo es mi respuesta a su pregunta.
En el Ser y el tiempo Heidegger dice: “Los conceptos y proposiciones fenomenológicos originariamente extraídos, están expuestos, por el hecho mismo de comunicarse en forma de enunciado, a la posibilidad de desvirtuarse. Se propagan en una comprensión vacía, pierden el arraigo en su propio fundamento, y se convierten en una tesis que flota en el vacío”. Básicamente está diciendo que un concepto abstraído del contexto fenomenológico vivencial en el que se origina pierde su fuerza epistémica y reveladora; se desarraiga, flotando así en un vacío en el que puede llegar a aplicarse a una amplia gama de fenómenos.
Si dijera que esto es lo que ha pasado con los que han inventado esto del coaching ontológico, que a pesar de su seriedad y compromiso, simplemente se han equivocado en su comprensión del concepto de ontología entre otros, pues estaría diciendo algo muy generoso. La verdad es más triste y lamentablemente común. Se trata de empresarios tratando de distinguir su producto de los de otros empresarios en el mercado, y eso al crear una marca, a saber, el coaching ontológico.
Empecemos con esto de coaching. El término viene del ámbito de los deportes y significa básicamente un entrenador. Se puso de moda hace unos 15 años: coaching de vida, coaching empresarial, entre otras temáticas, y ahora la versión “ontológica”. Según el International Coach Federation, hay casi 50,000 coaches en el mundo (bueno, entrenadores, no automóviles) con ingresos alrededor de 2 mil millones de dólares al año. Con tanto dinero por ganarse, no extraña que uno quisiera ser un coach, pero con tantos por ahí, tampoco extraña que algunos quisieran crear su propio nicho para distinguirse de los demás. La forma más fácil de hacerlo es con un nombre que connote prestigio, tradición y seriedad. Mmm, ¿cuál será? ¡Ontológico!
Si haces una búsqueda por este tema en internet, vas a encontrar mucho sitios de distintos individuos y organizaciones que ofrecen este servicio. Su descripción del coaching ontológico varia, pero hay ciertas características comunes. El cliente es una persona insatisfecha con su vida o con algún aspecto de ella – las cosas no van como quisiera. El problema estriba, obviamente, en su ser. Lo que hay que lograr es un cambio del ser, una nueva forma de ser. Esto se hace mediante conversaciones en las que el coach observa las tres dimensiones del ser del individuo: el lenguaje, las emociones y la corporalidad. En su vida hasta este momento, el cliente ha aprendido a interpretar el mundo de cierta forma, interpretación que se manifiesta en el lenguaje, las emociones, etc. Los malos resultados que se dan en su vida se deben a esta forma de interpretar. El cliente no tenía clara este trasfondo de interpretación, pero el coach, siendo un fino observador, lo ve bien y se le hace ver al cliente. Una vez descubierto el fondo de su ser, trabajan juntos para buscar otra forma de interpretación que dé los resultados que el cliente busca.
Si te das cuenta, eso no es más que terapia psicológica light, muy light. Pero suena mucho más impresionante, y por tanto más digno de cobrarse bien, si se usa términos como “ontológico” y “ser” y si rastrea sus bases teóricas a grandes pensadores como Heidegger, Merleau-Ponty, John Searle, John Austin, y Humberto Maturana. Sí, la literatura sobre este tema afirma que el coaching ontológico pone en práctica las ideas de estos pensadores. Maturana, el célebre biólogo chileno, dijo en una entrevista reciente que no tiene nada que ver con eso del coaching. Uno de los conceptos que usan es “Ontología del observador humano”. Maturana dice que “tomaron mis conceptos –el observador, por ejemplo– y lo redefinieron a su arbitrio”. Además, habla de la manipulación y la dependencia que propicia el modelo del coaching. En la descripción aquí abajo dejo una liga a la entrevista.
¿Y Heidegger? Lo que los defensores del coaching dicen es que Heidegger habla del Dasein como un ser interpretativo que se relaciona con el mundo de forma afectiva, no cognitiva. Esto, junto con su uso de los útiles y la famosa afirmación de Heidegger de que el lenguaje es la casa del ser confirma, para el coach, que al prestar atención al lenguaje, las emociones y la corporalidad del cliente, está desvelando su ser y que con eso a la vista puede hacer cambios que resulten convenientes para el cliente.
Ahora bien, yo no dudo que un coach charlando con su cliente pueda tener algún impacto positivo en su vida. Vaya, a lo largo de mi vida, varios amigos míos me han ayudado a cambiar cómo veo las cosas y por tanto cómo experimento el mundo. De lo que sí dudo es que el coach sea Heidegger re-encarnado tratando su cliente como un Dasein. Su selección de sólo unos cuantos conceptos, como interpretación y emociones, y su manejo muy vago de estos habla muy bien de la farsa que perpetran. ¿Dónde está la angustia, la culpa, la muerte, el auténtico ser hacia la muerte? Ningún cliente le va a pagar a un coach para que le haga enfrentarse con la nada aterradora en el meollo de su ser. ¿Y el das Man, ese público anónimo en el que el Dasein está constantemente cayéndose y contra el cual el ser propio o auténtico se forja? El cliente proviene precisamente del das Man y le contrata al coach para ayudarle a cumplir mejor esas expectativas sociales: tener la pareja perfecta, ser más productivo en el trabajo, ser un éxito. Para Heidegger, el Dasein logra vivir su existencia de forma propia al enfrentarse con la muerte y la angustia. El coaching ontológico trata de ocultar esos fenómenos.
A fin de cuentas, eso no es de extrañar. La religión, por un lado, y toda una gama de sectas y terapias, incluyendo las manías por la auto-ayuda y el coaching en los últimos años, han sido reacciones generalmente enfermizas a la finitud humana, al hecho central de la muerte y al miedo que genera en uno. La religión apacigua ese miedo al prometer a su cliente una vida eterna tras la muerte, y el coach le ofrece una serie de herramientas y armas psicológicas que le permitan olvidar su mortalidad y ser relativamente más poderoso y exitoso que los otros animales miedosos entre los que vive.
Obviamente, hay millones que se afirman religiosos, pero en la cultura popular el coach o el gurú de auto-ayuda está tomando el lugar del sacerdote y la religión del yo está suplantando el cristianismo. Ya no hay salvación, no hay gracia, sino la auto-realización, el desarrollo constante y el aprendizaje de por vida. En efecto, Dios ha muerto, y el yo ha tomado su lugar. Y es importante entender que ese yo es principalmente un consumidor, un ser cuya naturaleza va en función no de la angustia y la muerte, sino del mercado. No extraña entonces que el coach plantea su servicio en términos empresariales de liderazgo, innovación y competitividad. El yo del cliente es un yo cuya identidad social es medida en términos laborales, por lo que busca habilidades rentables. Lo interesante, o más bien preocupante, es que el ámbito laboral es un capitalismo globalizado que con creciente frecuencia destruye industrias enteras, suplantándolas con nuevas, las cuales requieren de otras habilidades. Si el cliente quiere ser un éxito, tiene que estar constantemente desarrollando y optimizando habilidades. La auto-ayuda nunca termina.
Gilles Deleuze ha analizado todo esto de forma brillante en términos de lo que llama la “sociedad del control”. Parte de la idea de la sociedad disciplinaria que analizaba Foucault y cómo el poder se ejerce ahí a través del encierro en un sitio (como la escuela, el hospital o la cárcel) que es espacial y funcionalmente diferenciado. Dice Deleuze que “Estamos entrando en sociedades de control, que ya no funcionan mediante el encierro sino mediante un control continuo y una comunicación instantánea”. El castigo, la educación y la salud ya no representan interrupciones de una vida, sino que están colonizando el trazo entero de la misma. Dice: “Es previsible que la educación deje de ser progresivamente un compartimento estanco diferente del compartimento estanco profesional y que ambos desaparezcan en provecho de una terrible formación permanente, un control continuo que se ejercerá sobre el obrero– estudiante de secundaria o sobre el directivo–universitario. Se nos quiere hacer creer en una reforma educativa, pero se trata de una liquidación. En un régimen de control, nada se termina nunca”. Termina diciendo que “Es posible que los más duros encierros lleguen a parecernos parte de un pasado feliz y benévolo frente a las formas de control en medios abiertos que se avecinan”. Estas palabras las tomo de una entrevista que Antonio Negri le hizo a Deleuze. Dejo en la descripción una liga para que la lean en su totalidad.
El punto es que el coach ontológico no está interesado en conocer estos detalles socio-económicos; no está interesado en ayudar a su cliente a enfrentar su finitud y su mortalidad de forma realmente propia, ni en entender las implicaciones filosóficas de las nociones del observador o de autopoiesis en Maturana. Estas ideas, los nombres de Heidegger y Maturana, y etiquetas como “ontológico” son precisamente eso, etiquetas, como la etiqueta de Tommy Hilfiger que se encuentra cosida en una camisa hecha en una fábrica china. Puro mercadotecnia. Tommy Hilfiger no vende camisas, sino una marca, una imagen que connota cierto estilo de vida, cierta clase socio-económica. Esto es lo que hace el coach con su etiqueta de “ontológico”. Y fíjate que cada vez más el cliente del coach no es una persona buscando mejorar su vida, sino una persona buscando una oportunidad de hacer negocio. Una buena parte del ingreso de los institutos de coaching es entrenar a gente como coach, quienes a su vez pueden entrenar a más, ganándose así la vida.
Esto me recuerda a algo que me pasó como a los 13 ó 14 años. Encontré en una revista un anuncio que prometía enseñarme a hacer un millón de dólares. Sólo tenía que comprar un libro que costaba $50. Y prometía que si no estaba satisfecho, devolvería el dinero. Le rogué a mi madre que me lo comprara. Ella sabía que era una estafa y que sería una pérdida de dinero, sin embargo accedió porque me enseñaría una buena lección. Bueno, mandamos el dinero y un día llegó un paquete con el libro. ¿Qué decía? Que pusiera anuncios en revistas vendiendo en $50 un “libro” que prometía enseñarle a uno cómo ganar un millón de dólares. O sea, formar parte de la estafa al perpetuar el engaño. Su truco fue genial y aprendí mi lección. Pues ésa es la sensación que me dan todos esos sitios que ofrecen formarle a uno como coach ontológico.
En su libro “El libro de filósofos muertos”, Simon Critchley habla del vacío en las sociedades occidentales que se refiere a la búsqueda de la gente por sentido en su vida. Este vacío o brecha, dice Critchley, “está llenándose por varias formas de oscurantismo que conspiran a promover la creencia de que, primero, tal cosa como como el auto-conocimiento puede lograrse; segundo, que tiene un costo; y tercero, que es completamente compatible con la búsqueda por la riqueza, el placer y la salvación personal. En contraste, Sócrates nunca afirmaba saber nada, nunca prometía conocimiento a otros y, crucialmente, nunca cobraba honorarios”.
Volviendo a la idea de que la religión, la auto-ayuda y el coaching etc., sean reacciones miedosas a la muerte, en el Fedón, Sócrates famosamente dice que la filosofía es una preparación para la muerte, idea reflejada en varias escuelas helenísticas, y siglos después en la afirmación de Montaigne de que filosofar es aprender a morir. Dice que quien haya aprendido a morir ha desaprendido a ser esclavo. El coach con su etiqueta de “ontológico” en la camisa aparenta ser un éxito, pero en realidad no es más que uno de los esclavos atados en el fondo de la caverna platónica enseñando a otros cómo predecir con mayor precisión la forma y el paso de las sombras sobre la pared.
Con todo esto ¿quiero decir que la religión, la terapia, los gurús y los coach son ilusiones o estafas y que sería mejor leer a Platón, Spinoza o Wittgenstein? No. Bueno, hay muchos estafadores por ahí, pero si alguien encuentra confort en la idea de Dios ¿quién soy yo para criticarlo? Si quieres dejar de fumar, mejorar la relación con tu pareja, tratar una depresión, hay terapias buenas que sí funcionan. Y si tu coach te ha dado más confianza en tu vida cotidiana, perfecto, que bien. Lo que sí me molesta mucho es el aparentarse, y sé que no todos son así y que muchos han de tener motivos al menos no cínicos.
Esperaría que la gente que busca sentido en su vida, que quiere vivir bien, leyera filosofía; creo que la sociedad sería mejor de lo que es ahora. Sin embargo, la filosofía no es para todos, me duele decir eso, pero es verdad. Hay muchas forma de encontrar ese sentido – a través del arte, siendo voluntario en un asilo de ancianos, avanzando el conocimiento científico, y que bueno porque una sociedad de pura gente leyendo filosofía sería bastante aburrida, la verdad. Sin embargo, tiene algo muy especial que me ha servido mucho que puedo explicar en términos de un corto vídeo que acabo de ver. La liga está aquí abajo. Se trata de un chavo de Nueva York que, aburrido una noche, decidió sacar su telescopio sofisticado a la calle y dirigirlo a la luna. Gente que pasaba preguntaba por el telescopio y el chavo les decía que echara un vistazo. En toma tras toma, ves a todo un abanico de personas, joven y viejo, rico y pobre, negro y blanco, asombrarse sobremanera por lo que de repente ven en su campo visual. Están literalmente hechizados; no pueden creer lo que ven. Es como si sus mezquinas preocupaciones y dudas se desvanecieran ante semejante sublimidad.
En vez de adorar en el culto del yo, mejor experiencias que disuelven el yo o que al menos lo ponen en su debida perspectiva. Esto es lo que la filosofía hace para mi. Como el lente de vidrio, cada idea, cada libro, cada sistema filosófico es un lente de la imaginación que, en su conjunto, constituyen un gran telescopio o más bien un calidoscopio que transforma mi pequeño yo empírico en aquel logos universal en el que hablaba Aristóteles y Spinoza y Kant. Esos son mis coach, y la filosofía mi religión.

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48 Comments

  1. Aelexander Vernon Scott · 30/03/2018 Responder

    Nuevamente . . . otra oportunidad de frecuentar este espléndido Docente.
    Sin estridencias, con lenguaje claro y preciso, modela cada concepto con la sencillez de su sabiduría.
    Llega al ánimo de cada uno con la profundidad necesaria, sin caer en simplismos ni exageraciones.

    Personalmente me siento mejor luego de cada “entrevista” a través de Internet.
    Por supuesto: sigo siendo yo mismo, con mis flaquezas e incertidumbres.
    Pero con un trasfondo diferente: Sé que hay un mundo distinto.
    Aunque sé que yo mismo debo descubrirlo y desarrollarlo en mis laberintos interiores.

    Gracias Darín, hasta la próxima .

  2. Alejandro Acevedo Ibáñez · 30/03/2018 Responder

    Muy buena exposición. Diría brillante. Ojalá mucha gente pudiera ver este video.
    Gracias Darín, hasta la próxima.

    • Darin · 30/03/2018 Responder

      Querido Alejandro, muchas gracias! Ojalá pronto podamos volver al Loving Hut a comer y charlar, un abrazo 🙂

  3. Gonzalo Alzamora · 30/03/2018 Responder

    ¡Bravo!……Siempre he ironizado con los coachin (entrenadores); en la empresa que trabajo estan presente y su dialectiva es desconcertante, yo cayo….pero mi mente a mil por horas no.

  4. Sergio · 31/03/2018 Responder

    Gracias coach!

  5. Carlos · 31/03/2018 Responder

    Estimado Darin
    Motivante e iluminador comentario.
    Gracias
    Carlos, desde Chile

  6. Alfonso Albarracín · 31/03/2018 Responder

    yo trabajo como consultor en empresas, soy psicólogo con una maestría en intervenciones artísticas y siempre me ha enfadado cómo muchos consultores ( la mayoría de ellos coaches) toman tan a la ligera cuestiones importantes acerca del ser, una vez me topé con alguien que vendía planes de una meditación oriental de la que lamentablemente no recuerdo el nombre, en un testimonio una persona decía que desde hace 5 años no sentía tristeza, al principio no sonaba mal, pero cuando reparé en las implicaciones me asusté.

    Muchos simpatizantes de estas modas han innundado la red con propaganda dedicada a vilipendiar el sufrimiento humano, a negar emociones que han etiquetado como nocivas, incluso invitan a segregar con el pretexto de la “toxicidad” de algunas personas que “se rehúsan” a ser felices. Lo veo como profesional de la salud mental y parece una película de horror.

    Gracias por ilustrar este tema, yo soy muy visceral y cuando me hablan de coaching respondo a madrazos. Un abrazo desde Chile.

    • Darin · 31/03/2018 Responder

      Gracias por tus palabras Alfonso. Es horrible la dictadura de la felicidad. Todo sufrimiento por fuera!

  7. Antonio Garrido Hernández · 31/03/2018 Responder

    Muy bien Darin. ¡Duro con la superchería!. Aunque, creo, en tiempos de tanta trasparencia, es más complicado que en tiempos de la brujería.

  8. Ruben · 31/03/2018 Responder

    La filosofía debería enseñarse a edades tempranas para desarrollar el pensamiento crítico y no dar lugar a tanto colegio religioso que llena con supersticiones a tantos seres humanos en edades donde absorben el dogma sin posibilidad de discusión.
    Afortunadamente tomé consciencia en un momento de mi vida y en parte, tus podcast han tenido mucho que ver en ello.
    Tengo 66 años y busco permanentemente como ampliar mi conocimiento filosófico. No es fácil ya que muchas universidades están orientadas al mundo consumista y no entienden, ni les interesa saber cómo una persona de mi edad puede estar interesada sin razón material para estudiar filosofía.
    Muchas gracias Darin, por tu excelente trabajo!.
    Abrazo

  9. Aelexander Vernon Scott · 31/03/2018 Responder

    Caro Rubén:
    Tu reciente comentario ilustra sobre un desolador aspecto de nuestro tiempo.
    Desolación que nada tiene de novedoso: a través de la Historia innumerables episodios marcan la soledad de quienes usan activamente su cabeza . . . mas allá de juntar seborrea.
    No importan tus 66 abriles.
    No interesa demasiado tu – aparente – aislamiento .
    Debe destacarse el noble impulso de ir mas allá de lo cotidiano, lo inmediato o socialmente aceptado.
    ¿ Fácil ?.
    De ningún modo.
    Pero tu afán de búsqueda es lo valioso.
    Tu anhelo de crecer, marca tu Destino.

    Recibe mi saludo afectuoso.

  10. Ruben · 31/03/2018 Responder

    Estimado Alexander,
    Muchas gracias por tu comentario, me resulta gratamente estimulante.
    Debo decirte que es precisamente la soledad que mencionas la que resisto. Darin es un gran ejemplo de divulgación desinteresada.
    Sé que la filosofía no atrae creyentes, porque no hay nada en qué creer y mucho que comprender…a través del pensamiento. Por eso confío en que la estimulación colectiva que podemos lograr a través de las redes que hoy la tecnología ofrece podría potenciar el entendimiento y alejarnos de la soledad de quienes,como tú dices, usan activamente su cabeza.
    Tu respuesta ha sido el mejor ejemplo.
    Abrazo.

  11. Kimberli · 01/04/2018 Responder

    Gracias por tan elocuentes palabras puestas en un medio que me ha acercado a usted. Hoy, su comprensión mostrada mediante este video me ha regalado un nuevo sustento a lo que mi mente ya había comprendido, pero que con sus palabras este toma un mayor valor y me ha ayudado hoy a dar un paso hacia adelante para confirmar nuevamente lo útil que es la filosofía para la vida, y claro, en mi ser.

    Para mi, usted representa un faro que puede alumbrar muchos caminos.

    Gracias.

  12. Kimberli · 01/04/2018 Responder

    Me encantaría saber cuál es su descripción (o una analogía) sobre la satisfacción que usted experimenta al haber realizado y transmitido este video.

    • Darin · 01/04/2018 Responder

      Mmm, la satisfacción que siento consiste nace de los comentarios, saber que ha resultado útil para otros 🙂

  13. Veronica · 02/04/2018 Responder

    Estimado Maestro,
    Un auténtico placer, como siempre, aprehender (no solo aprender) de estos bocadillos que comparte con nosotros de forma tan magistral y genuina.
    Absolutamente todos me están resultando útiles para la obra que estoy desarrollando, solo me tomo el atrevimiento de solicitarle un autor sobre el cual hace años espero con asiedad explorar según su perspectiva desde que sigo la Fonda en sus comienzos: Spinoza. Particularmente su ética.
    Le agradeceré profundamente lo que pueda obsequiarnos sobre este autor.
    Muchísimas Gracias por todo y un fuerte abrazo!
    Verónica.

    • Darin · 03/04/2018 Responder

      Hola Veronica. Gracias por tus palabras. Yo también tengo muchas ganas de empezar algo sobre Spinoza, pero será una serie larga y primero debo terminar lo de Hegel. Pero sí, esta en la lista!

      • Veronica · 03/04/2018 Responder

        Excelente! Aunque si fuesen clases como el caso del Anti-Edipo (las cuales resumí en su totalidad y me fueron sumamente útiles) también podría ser un aporte increíble para estudiar Spinoza por su intermedio.
        Muchas Gracias por todo!

  14. Guido DC · 02/04/2018 Responder

    EXCELENCIA…ES EL CODIGO DEL MENU, DE NUESTRA FONDA FAVORITA…Gracias Chef !!!

  15. Josefina · 03/04/2018 Responder

    Gracias Darin me encanto este video explicativo!!!!
    De verdad cómo todos tus videos!!!!
    Saludos
    Josefina

  16. Hugo Metzdorff · 03/04/2018 Responder

    Darin
    No estoy seguro pero al parecer no has tocado el interesante tema de los presocráticos ,El fascinante Pitágoras, Heraclito , Empedocles y obviamente Tales de Mileto,
    Si estoy errado.Quedo atento a tus comentarios

    Saludos cordiales

    • Darin · 03/04/2018 Responder

      Hola.. No, todavía no. Hay mucho temas y autores que faltan! Espero hacer algo al respecto muy pronto.

  17. Ana María Rodas · 03/04/2018 Responder

    Los entrenadores se han puesto de moda desde hace algunos años. Y hay personas que creen en semejantes patrañas. Pero que exista algo llamado “coaching ontológico” rebasa los límites de todo. Disfruté muchísimo este episodio de La Fonda Filosófica. Gracias Darin por ese valioso trabajo que lleva a cabo!!!

  18. Bernardo · 14/04/2018 Responder

    Me recuerdas a Arthur Schopenhauer

  19. Eduardo · 08/05/2018 Responder

    Gran video! Es fácil caer cuando no manejamos conceptos como ontología. Dado que usted comparte la formación inicial en biología, sería genial si hiciera un video sobre la obra de Humberto Maturana y los conceptos que integra. Gracias por difundir el conocimiento.

  20. joao carlos sanchez abraços · 20/05/2018 Responder

    Aproveitando essa sugestão de vídeo sobre a obra de Humberto Maturana gostaria que avaliase o mesmo sobre as ideias de Antonio Damásio .Registro aqui o agradecimento por suas exposições claras e brilhantes .

  21. Fco. Manuel Espinosa · 26/09/2018 Responder

    .
    Supongo que esto del “coaching” viene de antiguo, pero entonces tenía otro nombre. Estaban los sofistas, los demiurgos, los taumaturgos, los vendedores de crecepelo (con perdón) y aceite de serpiente…

    Creo que ahora es más necesario que nunca que los intelectuales asuman como primera misión desenmascarar a los estafadores, a los impostores, a los elementalmente charlatanes.

    Por eso, se agradece tanto este vídeo, maestro Darin.

    Un saludo.

    🙂

  22. Luciano Arias Parodi · 25/10/2018 Responder

    Este TAG es una joya y al alcance de todos.
    Gracias

  23. Silvina Barese · 18/11/2018 Responder

    Excelente y emocionante el final de este video, Darin!!
    Abrazo!!

  24. César eliuth jimenez sanchez · 14/01/2019 Responder

    Estimado Darin:

    Escribo estimado porque admiro sus bocadillos de conocimiento elaborados de manera tan bien referenciada y por supuesto, con una didáctica acorde a las necesidades de la universidad actual. Lamento haber encontrado tarde este blog y saber de su año sabático, si embargo celebro el ejemplo y albergo la esperanza de saber de usted en estos medios.

  25. Wilco. · 21/04/2019 Responder

    Buen video Darin. Faltaba. Lo estoy compartiendo con nuestra Asociación de coaches certificados en Bolivia , http://www.coaching.org.bo donde hemos formado cientos de ciaches con formación universitaria sin etiquetas ontológicas.
    .

  26. Adolfo Casella · 29/03/2020 Responder

    Buen dia Darin.
    Me parece que desconoces mucho la disciplina como para estar hablando de ella.
    Te dejo un link para que puedas estudiar un poco mas de una Coach ontologica muy reconocida.
    https://www.youtube.com/watch?v=xJSFFGJzRjQ

    Dejo mi correo para que el que quiera se pueda contactar conmigo y aprender de esta disciplina, y si sigue pensando que no le gusta, al menos lo haga con propiedad. abrazos

  27. francisco saz · 14/12/2020 Responder

    Me toca dar una exposicion acerca de que es coaching ya que estoy haciendo mi formacion de 2 años de duracion en justamente Coaching Ontologico Profesional. Me encanto este sitio y como trajiste el tema, sin embargo creo q es necesario diferenciar la formacion en coach ontologico de las practicas o sesiones que se ejecutan como lo haria un psicologo. tambien es importante denotar que no todo en la formacion apunta al ambito comercial o del mercado y la empresa, sino que es un conocimiento acerca de la gestion de la emocion y la toma de accion responsable para lograr proyectos u objetivos personales que se desarrollaran en algun momento de los mismo en un equipo de trabajo. por ellos es indispensable poder liderar-se y poder trabajar en equipo pudiendo afrontar nuevos desafios e incorporando nuevos aprendizajes. muchas gracias y me diste una vision de la formacion o aprendizaje constante que no habia tenido en cuenta o habia escuchado. saludos

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